Una actuación llena de emoción y una Quinta Vergara que nunca dejó de ovacionarla, ni cuando Chile trataba de celebrar su triunfo, consagran a Mon Laferte como una de las más importantes y populares voces de nuestro país.
La artista, que vuelve a Chile, después de radicarse en México fue aplaudida a rabiar por una Quinta que coreaba sus canciones y que a poco de comenzar el show pidieron la Gaviota.
Luego de unos minutos en el escenario y tras cantar la conocida canción chilena La Joya del Pacífico los animadores interrumpieron el espectáculo para entregar el galardón
Tras recibir el premio Mon, que es oriunda de la Ciudad Jardín, emocionada dijo: «Estoy en casa, estoy en Viña del Mar. Está mi familia y hasta mis compañeros de la básica»
Mientras, la transmisión mostraba en cada canción parejas de enamorados y muchas de sus fans, sin duda el público la esperaba y el monstruo se acurrucó en la dulce voz de la cantante
La banda de la ex chica Rojo se siente igual de cómoda que ella en el escenario, los hombres uniformados en un traje rojo y las mujeres del coro y músicas con vestidos floreados y flores en el pelo.
Ella baila y canta «no te fumes mi marihuana, no te la fumes, no, nunca más», prende al público. «Todos arriba, como si toda la Quinta hubiera fumado marihuana», lanza. Sabe lo que hace y se nota el manejo escénico, llena, y sorprende con una capacidad vocal que lleva al límite mientras corre y canta.
«Jugamos un ratito, pa entrar en calor porque todos los días que estuve ahí de jurado me cague de frío» dice como introducción para una rutina que invita a todos los asistentes a ponerse de pie y bailar sensualmente «suavecito para abajo, para abajo» canta y termina en el suelo de rodillas retomando una de sus canciones más conocidas «El Diablo» primero muy lento y luego terminando con un carnaval. Tiene el público en el bolsillo y se nota en la confianza que transmite
“Gracias Viña del Mar, volví a casa» dice Laferte al terminar su show, mientras entran los animadores a entregarle la Gaviota de Oro. Ella se emociona mientras en las pantallas se muestran parejas llorando.
La animadora Carolina de Moras también llora , mientras que Mon mira al público sin palabras, el animador, Rafael Araneda, la incita a hablar le pone el micrófono, pero ella no habla, sólo mira sorprendida, parece impactada, intenta volver a cantar entre sollozos y cierra el espectáculo con el bolero que le escribió a su madre muerta, «Cristal». Mon Laferte es ya una artista consagrada en Chile.
