El año 2015 se iniciaron 1.138 causas por susceptibilidad de adopción, de las cuales 510 niños o niñas fueron enlazados con sus familias adoptivas. Un tema que ha cobrado importancia en la agenda desde el caso Sename y que ha puesto el acento en el derecho de los niños a tener una familia. Aquí le responden al escritor nacional sobre el interés social de la adopción y el estado actual de la lucha por la vulneración de derechos de la infancia.
“Es un comentario enfermo” y “es un enfermo de la cabeza”. Son las similares frases, que lanzaron las dos mujeres adoptadas con las que conversamos sobre los dichos de Rafael Gumucio, esos donde trata a la adopción de “sexy” y que causaron gran revuelo durante todo el fin de semana y el día de ayer.
El hecho ocurrió el viernes. Curiosamente estaban conversando acerca de la censura antes de entrar en el tema de la adopción homoparental y el comentado giro de Sebastián Piñera en este tema. De eso hablaban Claudia Álamo, Patricio Fernández y Rafael Gumucio en Desde Zero, programa de radio que promete “despertarte” de lunes a viernes, entre 8 y 9 de la mañana, con “tres distintas miradas de la sociedad”. Distintas, sí, se notó en el debate. ¿Pero era necesario llegar a ofender a tantas personas como las que se sintieron pasadas a llevar por las palabras de Gumucio?
“La adopción no es natural. Siempre es complicada, siempre es doloroso”, comenzó diciendo el escritor en el programa. Siguió luego con declaraciones contra el feminismo, los derechos gays y el aborto (a los que calificó de “discursos de importación”) y contraatacó a la adopción con: “¿Es un problema importante en Chile (la adopción)? ¿Cuántas familias quieren adoptar?”. Y agregó: “Yo creo que la gente que adopta está un poco mal de la cabeza. Es un poco raro. No puedo darle besos a alguien que no sea de mi propia sangre”.
Tras sus declaraciones, la Fundación Apoyo Adopción, lanzó un comunicado. Esta institución ciudadana, no gubernamental, independiente e impulsada por tres socias fundadoras preocupadas por la infancia vulnerada (su lema es “lo que te duele, te mueve”), recibieron el aviso de lo que se hablaba a través de redes sociales. Tras escuchar el podcast para asegurarse de que el contexto en que los dichos fueron emitidos, era el que les contaban, decidieron escribir lo siguiente. “Duele y violenta escuchar frases tan desafortunadas por parte de un comunicador social. Entendemos y respetamos la libertad de expresión. Sin embargo, creemos también en la responsabilidad social y en el rol activo de los medios de comunicación y de las redes sociales en la construcción de la realidad”, afirmaron ayer. Y agregaron: “Sabemos que en algunos casos los límites se tornan difusos y es complejo decidir cuánto y por qué rechazar contenidos que puedan atentar contra la construcción de una sociedad mejor. Creemos que este es uno de estos casos donde el límite se hace evidente y es labor nuestra levantar la voz y hacer la denuncia pública”.
Ayer en la tarde, Rafael Gumucio se “disculpó” a través de su cuenta de twitter, diciendo que “fue un comentario frívolo, sobre un tema más complejo y largo. Pido perdón a quienes pude ofender personalmente”.
“No nos pareció un mea culpa honesto. Ni tan profundo como podría haber sido. Honestamente tampoco es que uno esperara mucho más”, comentó Amanda Lacalle, una de las fundadoras de Apoyo Adopción.
Apoyo Adopción no fue la única institución que alzó la voz. La Fundación Chilena de la Adopción también lo hizo, respondiendo directamente a Gumucio. “El señor Gumicio ha preguntado si es un tema importante el tema de adopción Chile. Es nuestro deber informar que lo es para los 1.138 niños y niñas por los cuales en 2015 se iniciaron causas por susceptibilidad de adopción, como lo es para los 510 niños/as que en ese año fueron enlazados con sus familias adoptivas. Respecto a cuanto a cuántas personas quieren adoptar, estadísticas del SENANAME (2015) indican que 536 personas fueron declaradas idóneas (física, psicológica y moralmente) para la adopción y quienes en promedio han esperado más de un año para concretar sus deseos de ser padres. Estos padres y madres han pasado favorablemente un riguroso proceso de evaluación psicosocial, que los habilita para la paternidad adoptiva, conforme lo establece la ley”.
Para concluir, declaran que “como institución con más de 30 años de trayectoria en la materia, no podemos dejar de educar a la sociedad para desmitificar opiniones irresponsables y sobretodo hacer valer el derecho de todos los niños y niñas de ser hijo, de crecer en una familia. Existe evidencia suficiente de que los vínculos afectivos se construyen, para lo cual la biología no es garantía, sino el cuidado cotidiano que padres, madres u otras figuras significativas despliegan hacia quienes han recibido como hijos”.
Derecho a Vivir en Familia
Amanda de Fundación Apoyo Adopción explica además: “La mayoría de los niños saben que son adoptados y conocen su historia desde el amor, desde el dolor también, porque no hay que olvidar que la adopción en Chile está bien ligada a la vulneración de derechos. No son historias tan lindas siempre. Y en ese sentido lo que dice Gumucio de muy mala forma, tiene un punto interesante a abrir que tiene que ver con la vulneración de derechos y el derecho a vivir en familia. La adopción hoy día es una lucha permanente de la restitución de derechos de los niños. Con la crisis Sename se abre toda una arista en relación a naturalizar la adopción, más que a problematizarla como está haciendo Gumucio. Creemos que por un lado atenta a la intimidad de los niños, a la intimidad de su historia, al desarrollo de su autoestima y también atenta a la construcción del país que queremos. Hay un doble impacto totalmente negativo”.
– La adopción es un tema que debe estar puesto en los derechos de los niños, no en las familias que los adoptan.
– Cada vez que nos preguntan, ponen el foco en los papás, en lo difícil de la adopción, en la burocracia, en los papeleos. Y no es que eso no interese, es parte de una problemática sistémica, pero nuestro foco está en los problemas que tienen los niños esperando, en los niños que tienen 6 o 7 años y que aquí en Chile nadie va a adoptar porque en nuestro país no adoptan niños grandes, entonces, nuestro foco y nuestro interés y nuestra lucha debería estar en que a los niños se les restituya su derecho a vivir en familia y después, cuando eso ya está solucionado, veremos cómo ayudar a los papás, pero eso es secundario.
“En Chile la adopción está en tierra de nadie”
Sara tiene 41 años y fue adoptada del Sename. Ella cree que lo de Gumucio “es un comentario bastante desafortunado si consideras que hay tanto niño abandonado esperando una familia. Es un tema difícil, no se puede abordar con tanta liviandad”. Y luego suelta: “Eso de sexy es un comentario enfermo”.
De todos modos, no cree que todo lo dicho esté tan errado. “Creo lo mismo (sobre querer a los hijos sin tener su misma sangre). Mira hay muchos padres adoptivos que no están preparados para adoptar. Sí se puede querer infinitamente a otro ser humano sin ser de tu sangre, pero quererlo como hijo biológico en muy pocos casos. Adoptar es un proceso doloroso para muchos, para los biológicos, para los adoptivos que tienen demasiadas expectativas y finalmente para el niño que termina diciéndole papás, tíos, abuelos a desconocidos”, explica.
Y reflexiona: “En Chile la adopción está en tierra de nadie, no existen terapias de vinculación entre el adoptado y los padres adoptivos, el adoptivo jamás recibe terapia para sanar la herida primaria que significa el abandono de su familia biológica, los padres adoptivos no tienen una terapia de duelo para sanar la infertilidad en muchos casos. Es realmente un caos la adopción en Chile y el más maltratado siempre termina siendo el niño”.
“Toda mi vida supe que fui adoptada”
María José (38 años) lanza medio en broma medio en serio que cree que Gumucio “es el resultado de un aborto que no funcionó. Porque lo que dice es absurdo. Cuando vi lo que decía pensé que este personaje no puede ser real. Se jacta de ser un gran intelectual, alguien que sabe mucho pero es un enfermo de la cabeza”, comienza.
Para continuar: “Decir que no puedes besar como un hijo a alguien que no es de tu sangre es de mucha ignorancia, es muy ignorante con respecto al tema. Lo peor es que hay mucha gente de su generación que piensa eso, como si los adoptados fuéramos una raza diferente. A mí esa gente es la que me presenta como ‘la hija adoptiva de’ cuando yo solo soy ‘la hija de’”.
“Creo que Gumucio trató de hacerse el simpático y el chistoso y no le resultó. Así como hay distintos tipos de expresar amor, hay distintos tipos de llegar a ser familia, para mí es algo tan normal como cualquier otro tipo de forma de formar una familia. Toda mi vida supe que fui adoptada, desde que tuve uso de razón. Mi mamá siempre me dijo que yo era adoptada porque creía que si yo lo internalizaba desde muy chica no iba a ser un golpe después”, cuenta. Pero lo fue. “Cuando iba en quinto básico le conté a una compañera que era adoptada y casi se murió, mis compañeros cuando se enteraron hablaron conmigo, se hizo una reunión especial para habla de mi caso, cuando para nosotros siempre fue ser familia normal, sólo que en vez de que mi mamá me tuviera después de un embarazo, me fueron a buscar a un hogar”, relata María José. Para concluir: “Si uno no puede besar a su sangre, cómo va a hacer familia. Si su esposa tampoco es de su sangre y también le da besos”.