
Cathy Barriga la alcaldesa de Maipú realizó un manifiesto en la sección del diario La Tercera donde repaso varios aspectos de su vida. Y entre otras cosas dio su opinión sobre la importancia de la presentación personal, criticó a las feministas que defienden sus derechos, pero, que según ella tratan mal a las personas que piensan distintos. Explicó que los extremos son malos y que las mujeres son matices.
La autoridad municipal señaló que, “entre las mujeres se hacen las peores descalificaciones. Usan el Ni Una Menos, pero después andan tratando de cabeza hueca a las que son distintas. Me gusta arreglarme desde chica, pero también me encantan las mujeres que van más relajadas por la vida. Todos los fanatismos son malos. Hay matices. Y la mujer, como concepto, es de matices. No pertenezco a ningún movimiento, soy mujer y defiendo a todas las mujeres.
En la misma línea la edil dijo que la presentación personal es importante, a propósito de su estilo “fashion” como autoridad municipal. “Es algo que he cultivado en mi cargo. No voy a ir con una minifalda o con un escote si quiero tener la atención en una reunión. Me gusta la formalidad cuando trabajo. Luego puedo ser la Cathy lady, la rockera y la hippie, depende de lo que quiera comunicar. Tengo varios conceptos. Soy un popurrí de cosas y no sigo un único referente de moda”.
Entre otros temas defendió su gusto por Hello Kitty, y explicó que su gusto por el color rosado. “Me cuestionan mi gusto por el color rosado, pero veo a muchas mujeres en política que se visten enteras de rosado. No sé si a mí me han visto vestida así. No tengo que demostrarle nada a nadie. Los que no quieren construir no tienen cabida en esta administración”.
La ex mujer de TV habló también de sus otros trabajos y cómo le dejaron de importar las críticas. Barriga quiere ser recordada como la mejor alcaldesa de Maipú. “Era promotora, estaba todo el día parada con una bandeja en el supermercado y me pagaban 4.900 pesos diarios. Trabajo desde los 16 años, desde chica empecé a buscar pega. Trabajé de secretaria, de anfitriona, repartiendo volantes y de promotora, hasta llegar a la televisión” y agregó que, “la televisión fue importante para mí y no me arrepiento de nada”.