Publicidad
Mildred Doll: la mujer detrás del cine arte Normandie Te descubro

Mildred Doll: la mujer detrás del cine arte Normandie

Pese a que partió como un proyecto de un «grupo de amigos amantes del cine», el Cine Arte Normandie ya cumple 35 años de la mano de su directora, la única que se mantiene desde sus inicios.


El cine arte Normandie cumple 35 años de existencia. Es un espacio cultural con historia, sus 670 butacas, su proyector y un aire de nostalgia de los viejos tiempos del séptimo arte recorren sus pasillos. Un lugar que sobrevivió pese a que cerró sus puertas en su ubicación original en la Alameda el 21 de agosto de 1991. Hubo una campaña nacional para evitarlo y, aunque ese día llegó, con 2.400 personas que asistieron a ver Las Aventuras del Barón Munchausen, el sueño no se acabó. Y es que el principal aporte del Normandie en sus inicios en los años 80, fue la exhibición de muchas películas que de otra manera no se habrían conocido.

Su directora Mildred Doll, oriunda del norte del país, es una mujer que ha luchado por mantener este espacio para quienes han sentido pasión por el séptimo arte. Con apoyo de amigos y de su hermano en un principio, pero sola después, ha estado preocupada de mantener una cartelera con filmes alternativos para un público cautivo bastante fiel hasta el día de hoy.

-¿Cómo surgió la idea de hacer un cine, sobre todo en una época tan complicada para la cultura?
-Surgió como el proyecto de un grupo de amigos amantes del cine, en esos años era muy difícil acceder a films que no se exhibían en las salas comerciales, considerando que no existían sistemas para ver películas en la casa, además operaba la censura más la que imponía la dictadura, entonces quienes teníamos la inquietud de conocer lo que estaba pasando a nivel internacional en materia cinematográfica tuvimos que organizarnos y ser proactivos. De esta manera los cineclubes, grupos que funcionaban en contextos universitarios y culturales cobraban protagonismo. En ese contexto nace la idea de dar un paso adelante y crear una sala que tuviera una línea editorial distinta a las que ya existían, destacando la dimensión artística del cine. Fue un proyecto innovador y permitió que la cultura de cinéfilos creciera, muchas personas recuerdan haber formado su gusto por el cine arte en el Normandie. Es por eso que creemos que desde sus inicios nuestra sala ha sido un espacio de formación de audiencias y a la vez un lugar de encuentro.

En 1992 llegaron a su actual ubicación en Tarapacá en el centro, a cuadras de La Moneda, en un lugar que antes era una iglesia evangélica y ahí han logrado mantenerse pese a las grandes multisalas de los cada vez más frecuentes malls.

Pero no fue fácil. Con el cambio, muchos de los que visitaban el cine dejaron de ir, pero poco a poco fueron volviendo e incluso se fueron renovando con las nuevas generaciones que llegaron. Actualmente el Normandie lleva más de dos décadas en el lugar, la sala se mantiene por sí sola, y hay funciones en que se pueden apreciar filas de personas que doblan de Tarapacá por Zenteno e incluso pasan Alonso Ovalle. Todo gracias a una mujer que nunca perdió la fe por levantar este hermoso proyecto cultural.

– ¿Qué ha cambiado en todos estos años, tanto en la gente como en la sociedad chilena y en el mundo del cine?
-Hoy estamos celebrando 35 años de historia y sin duda que la sociedad chilena ha cambiado. En el ámbito cultural el hecho de no tener una dictadura genera muchas transformaciones, se crea una institución pública dedicada a la cultura, como es el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, hay más oferta y también una política audiovisual que
promueve acciones en sintonía con el trabajo de formación de audiencias, en ese sentido podemos potenciar nuestra labor. En el mundo del cine el principal cambio ha sido el acelerado avance de la tecnología, lo que tiene implicancias en muchas direcciones, la masificación de las pantallas es una, uno puede ver una película en muchos formatos y
momentos, por otro lado, la proyección en la pantalla grande también se transforma, la película de celuloide da paso a la tecnología digital, hoy los films vienen en un disco duro y tienen una muy buena calidad de imagen. Nosotros creemos que es importante reivindicar la sala de cine, si bien es cierto que uno puede ver una película desde un celular, la experiencia de la pantalla grande es única y genera una relación distinta con la obra, experiencia que muchas veces te acompaña por el resto de la vida.

– ¿Crees que te costó más hacer funcionar el cine por ser mujer?
-No creo, el liderazgo de las mujeres muchas veces es distinto al de los hombres, sin embargo, en estos tiempos es cada vez más frecuente, incluso fuimos el primer país de Latinoamérica en tener una presidenta mujer.

– ¿Cómo ves el futuro del cine?
-Creo que hoy estamos en un excelente pie para seguir adelante, tenemos un público fiel que nos sigue desde los inicios y a la vez se incorpora mucha gente joven que se enamora del cine gracias a la experiencia que vive en la sala. Nuestra programación sigue una línea que asegura al público ver una obra de calidad; incorporando clásicos, estrenos y poniendo énfasis en el cine chileno, eso la gente lo valora. Por otra parte, mantenemos ciertas características tradicionales, como las butacas y la confitería, pero también incorporamos las nuevas tecnologías, tanto al nivel de la proyección, como en la difusión, aprovechando la gran visibilidad que permiten las redes sociales y los medios electrónicos.
También en nuestro equipo se incorporan personas jóvenes, con nuevas ideas, por ejemplo, implementar un área de responsabilidad social; generar vínculos con instituciones públicas y privadas, que nos permiten ampliar la cobertura. En esta misma línea destaca el convenio de trabajo que llevamos a cabo con la Universidad Tecnológica Metropolitana que hoy nos permite celebrar nuestros 35 años con un concierto de Roberto Bravo donde se le hará un homenaje al cine y su trayectoria interpretando música de películas.

El concierto se realizará este jueves 10 de agosto en el mismo Normandie. Este reconocimiento se enmarca en la constante colaboración, bajo el sello de responsabilidad social universitaria, entre el cine y la UTEM quienes han desarrollado en conjunto actividades culturales para los estudiantes, académicos, funcionarios y liceos administrados por la casa de estudios.

Publicidad

Tendencias