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La «guagua llorona» de Lavín: ¿Sirve realmente para prevenir el embarazo adolescente? Propuesta

La «guagua llorona» de Lavín: ¿Sirve realmente para prevenir el embarazo adolescente?

La particular iniciativa de Joaquín Lavín lleva años desarrollándose en otros países del mundo, no siempre con los resultados esperados.


Diversos comentarios generó la particular idea que propuso el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, para prevenir el embarazo adolescente, que afecta a cerca del 4% de los jóvenes hasta 19 años de nuestro país.

Según explicó a través de Facebook, los alumnos y alumnas de segundo medio del Colegio San Francisco del Alba, tienen que hacerse cargo durante un día de una guagua para experimentar que es ser realmente padres y tener un hijo a cargo.

Sin embargo, este método se ha llevado a la práctica en más de 80 países con dispares resultados. La empresa Realityworks creó estos simuladores hace veinte años y su nombre original era Baby Think It Twice (Bebé piénsalo dos veces).

Experiencia en el mundo

Uno de los países que más ha desarrollado programas con estos muñecos es México, que tiene la tasa de embarazo adolescente más elevado de los países de la OCDE con 77 nacimientos por cada 1000 mujeres adolescentes.

Es por eso que en diversos establecimientos educacionales empezaron a usar lo que llaman «bebés virtuales», que pesan 3.5 kilogramos, miden 53 centímetros y se activan mediante un software que registra si tuvo hambre, golpes o maltratos, entre otros aspectos que incluyen hasta la temperatura ambiente.

Quien cumple la función de padre a su vez lleva un brazalete de identificación para ser reconocido por el dispositivo, de manera que no puede ser suplantado por otra persona.

Las estadísticas en ese país no fueron positivas, por lo menos en cuanto al cuidado del supuesto hijo. En algunas zonas, el 40% de los hijos «muere» por descuido y falta de atención.

«Al no recibir los cuidados necesarios y obligatorios para que el bebé siga funcionando bien se les desprogramó», explicó a los medios Teresa de Jesús Quintero, trabajadora social de uno de los programas.

«Las causas más comunes por las que se les han desprogramado los bebés virtuales a los alumnos que ‘reprobamos’, por así decirlo, es que se les apagan porque en ocasiones no reciben atención por más de cinco minutos, sufren caídas por descuido de sus ‘padres’ e incluso son golpeados, por lo que no pasan el curso como ‘padres'», agregó.

Según los expertos, los mayores problemas se dan cuando «sus hijos» no los dejan dormir o tienen que atenderlos a medianoche por alguna razón. Pero eso se logra al tenerlos más de un día, luego de que pasa la novedad de interactuar con el muñeco.

Los RealCare Babies también existen desde hace varios años en Estados Unidos, lo que ha llevado a la aparición de diversos videos en YouTube donde se explica cómo cuidarlos o incluso hacer trampa, que van desde descubrir un botón secreto para desactivar al muñeco hasta simular atención cuando no la hay.

«Hemos recibido llamadas telefónicas a medianoche de los padres diciendo: ‘Por favor, díganme cómo apagarlo, mi hija se está volviendo loca'», dijo la consejera estudiantil londinense Janette Collins al Financial Times.

Pero eso no fue todo. Para Collins la preocupación debe estar en quienes les va muy bien con el muñeco. «Son las muy pocas jóvenes que obtienen una puntuación muy buena a las que hay que cuidar. En mi experiencia, son las que se van y quedan embarazadas de verdad, y les has enseñado accidentalmente qué pueden hacer frente al embarazo», sostuvo.

Por eso se han realizado estudios sobre si es realmente efectivo este método para prevenir embarazos, como el publicado en la revista médica The Lancet, que señalaba que las jóvenes que participaron en un programa con los simuladores fueron más propensas a quedar embarazadas que las que no lo hicieron.

En la investigación realizada en Australia, se siguieron a 1267 adolescentes mujeres de entre 13 y 15 años que formaron parte del programa Virtual Parenting en Australia y a otras 1567 que no lo hicieron. Los académicos midieron su progreso hasta que cumplieron 20 años, momento en el que compararon los índices de embarazo y vieron que las que habían utilizado el simulador registraban cifras mayores: en el grupo de niñas que cuidó de los muñecos hubo 210 embarazos, y en el otro grupo hubo 168.

«Anecdóticamente, muchos de los estudiantes realmente disfrutaron del programa», dijo la investigadora Sally Brinkman, del Telethon Kids Institute de Australia, al Sydney Morning Herald. «Hubo mucha positivismo en todo el programa, así que no funcionó realmente en la eliminación de los niños».

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