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¿Qué hacer con el bullying? Psicóloga experta explica cómo saber si tu hijo lo vive Crianza

¿Qué hacer con el bullying? Psicóloga experta explica cómo saber si tu hijo lo vive

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La Psicóloga Liz Amador, experta en Inteligencia Emocional & Bienestar y Presidenta de la Fundación por la Salud mental de América y El Caribe entrega una serie de herramientas para enfrentar el acoso escolar.

El bullying es una problemática que genera bastantes consecuencias negativas a nivel psicológico, es por esto que es pertinente que los adultos nos ocupemos adecuadamente de esto, explica Liz Amador. Y agrega que es «lamentablemente en nuestro país este fenómeno ha ido en aumento, y en la última década se ha sumado fuertemente el cyberbullying que es el acoso a través de las redes sociales».

El acoso escolar, manifiesta que es un comportamiento agresivo que se ejerce de forma reiterada en el tiempo, esa agresión puede ser física y/o psicológica. Es importante comprender que la víctima no es elegida al azar, sino que es un estudiante que se percibe como “débil” por el agresor o los agresores.

-¿Cómo sé si mi hijo está viviendo bullying?

Hay varios síntomas que comienzan a aparecer en los niños que están siendo dañados, verás algunos de los siguientes: deseo de faltar a clases, manifestaciones claras de desmotivación, llanto, excusas, etc.; problemas de salud somática como por ejemplo molestias estomacales, bruxismo, dolor musculas; estado de ánimo alterado: tristeza, angustia, ansiedad, miedo a lo que viene en un futuro próximo; pérdida del control de esfínter en los niños más pequeños; cambios en el apetito; tics u otros comportamientos que nos muestren nerviosismo; pesadillas y/o insomnio. En el caso de que esto se agrave, puede aparecer ideación suicida.

-¿Qué debo hacer cuando detecto que a mi hijo le está sucediendo?

  1. Lo primero es mostrarle confianza y apoyo al niño o adolescente, él debe sentir que lo vas a proteger de lo que está sucediendo.
  2. Asegurarse de que el niño no tenga lesiones físicas, y si las tiene, acudir a un servicio de salud y en esa instancia dejar constancia del maltrato.
  3. Es importante reunirse con la dirección del establecimiento educacional y solicitar que este realice acciones inmediatas, estas acciones deben ser: hablar con los padres de los bullies (agresores) y exigirles que trabajen con sus hijos el tema, e intervenir transversalmente el curso o el nivel en que esto se está presentando, tanto en padres, profesores y funcionarios, como en los niños. Esto debe ser realizado por especialistas.
  4. Preocuparse de que el niño victima tenga acceso a un proceso de reparación del daño psicológico que se ha generado, de modo de disminuir lo más posible las consecuencias negativas a futuro. Investigaciones han demostrado que un gran número de los niños que no reciben tratamiento evidencian un desarrollo de una personalidad desorganizada.

-Los agresores o bullies

Estos chicos en general presentan dificultades en su desarrollo emocional, habitualmente hay una deficiencia de habilidades parentales en sus padres, dificultándose para ellos el educar sanamente. Muchas veces son niños que han visto violencia en varias ocasiones en su núcleo familiar, por lo cual ellos normalizan la conducta. Son niños que no la pasan bien, tienen baja tolerancia a la frustración y requieren de apoyo inmediato (considerando que el ejercer bullying ya es una manifestación psicológica más de las dificultades que el pequeño está tolerando hace mucho tiempo), más aún si se convierten en bully-víctimas, es decir, si el curso toma acciones y se reúnen varios niños para violentarlo, o si le agreden los padres del niño víctima.

-Los testigos o bystanders

Los espectadores del acoso escolar son la mayor parte de los estudiantes, y es sabido que si este grupo desaprueba en su mayoría este acto, el agresor tiende a disminuir, detener e incluso corregir su conducta, del mismo modo, cuando este grupo apoya la violencia, el agresor aumenta el nivel de su agresión hacia la víctima. Es por esto que considero tremendamente importante que los padres y apoderados más los funcionarios del establecimiento educacional se coordinen para tener una política anti acoso que incluya el educar a los niños para que rechacen el matonaje, y se sientan con la seguridad de que estarán protegidos si se atreven a decir que no están de acuerdo con esto. Esta educación se da tanto en la escuela como en casa.

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