«Me gusta luchar y entender a las mujeres que luchan por sus derechos, pero también me gusta la femenidad”, expresó la cantante que además de concordar con que «las mujeres somos más sensibles», también está de acuerdo con los «piropos con respeto».
La reconocida baladista chilena, Myriam Hernández, quien le ha cantado al amor por más de tres décadas, dio a conocer su opinión sobre el movimiento feminista y los reparos que tiene con respecto a sus demandas.
Durante una entrevista en CNN, Myriam contó que se encontraba en Colombia cuando ocurrió la masiva movilización del Día Internacional de la Mujer realizada el pasado 8 de marzo. Y a pesar de que la cantante no estuvo de forma presencial en la marcha, aseguró que en la distancia apoyó a las mujeres que estuvieron presentes.
“Estoy de acuerdo con que la mujer grite, hable. Es más, yo incito a las mujeres a hablar, a gritar a la violencia, no hay que tener miedo, nunca más (…) Ha habido un cambio generacional, pero falta mucho todavía”, expresó.
Sin embargo, la cantante aseguró “no ser feminista ni machista”, ya que cree en “un término medio en donde me gusta luchar y entender a las mujeres que luchan por sus derechos, pero también me gusta la femenidad”.
“Me gusta que me regalen flores, que me abran la puerta del auto, me gusta saber que somos más sensibles. Me gustan los piropos con respeto”, enfatizó Hernández que al parecer, confundió el concepto del «feminismo» con el significado de lo «femenino».
Por otra parte, Hernández también contó que su visión sobre los derechos de las mujeres y el empoderamiento femenino queda en evidencia a través de sus canciones. “Cuando yo tenía 18 ó 20 años nunca me gustó cantarle al amor en forma sumisa o, al contrario, tratando de dejar mal al hombre”, asegura.
Como ejemplo de ello, se refirió al cambio de frase que realizó en “El hombre que yo amo”, una de sus canciones más conocidas.
“Al ser tan joven me encantó la canción, me enamoré. Sin embargo, no reparé en su letra y hay una frase que hace unos ocho años me empezó a molestar y hace cinco dije ‘la voy a cambiar’. Decía ‘vuela siempre lejos, pero vuelve al nido’. Es decir, va y yo lo perdono. No es mi forma de ser, yo no lo haría y no quiero que las mujeres lo hagan”, explicó.
Es por esto que la modificó por “vuelo siempre lejos, pero vuelvo al nido”. “Eso no significa que al revés sea la cosa, pero es una forma de cambiar esta sumisión aceptando que el hombre te engañe”, explicó.
