Publicidad

Difícil relación entre mujeres e isapres: pagan 62% más que hombres y tienen menor cobertura

Las isapres justifican estas diferencias ya que “las mujeres usan hasta dos veces más el sistema de salud”, sobre todo por las licencias por enfermedad grave de menor de un año, volviéndose más “caras” para las aseguradoras. Mientras un hombre genera gastos en prestaciones por cerca de $500.000, una afiliada gasta más de un millón.


La teleserie entre el Ministerio, la Superintendencia de salud y las isapres parece no tener fin, esta vez, un estudio de la Superintendencia dejó al descubierto que, en los últimos 10 años, sólo las coberturas de mujeres han empeorado mientras suben de precio. Estas llegan a pagar 62% más que los hombres por un plan, aun cuando tienen edad similar y la mitad de cargas que los varones. Las isapres justifican estas diferencias en “las mujeres usan hasta dos veces más el sistema de salud” volviéndose más “caras” para las aseguradoras.

Por años se ha puesto énfasis en las diferencias que realizan las aseguradoras según sexo y aunque existe consenso en que se debe avanzar en una reforma para terminar con esta situación, tras más de 10 años de debate y varios intentos por parte de las autoridades a cargo, esto aún no se logra.

Esta mañana la Superintendencia de salud, dio a conocer los resultados de su diagnóstico “Análisis Estadístico del Sistema Isapre con Enfoque de Género, los datos buscan vislumbrar las brechas que afectan a los afiliados del sector privado y cómo variaron las condiciones de los planes, el gasto en prestaciones de salud, licencias médicas y coberturas entre 2008 a 2018.

Acceso al sistema

Antiguamente las mujeres representaban el 45,6% de la cartera de beneficiarias del Sistema Isapre, sin embargo, actualmente el panorama cambió, las mujeres son el 36,6% del total de cotizantes y 58% del total de cargas beneficiarias, esto quiere decir que dejaron de ser titular de los beneficios y han preferido volverse “carga” en el plan de su pareja masculina. En la cartera global de cotizantes, la brecha de género en 2018 es de 58 mujeres cotizantes por cada 100 hombres cotizantes.

Al analizar el flujo de cotizantes de la última década, se observa que se retiran del Sistema personas de menor renta, mayor edad y mayor número de cargas. Esta situación afecta tanto a hombres como a mujeres. En la práctica, el recambio se produce desde familias consolidadas más pobres hacia cotizantes jóvenes, más ricos y con pocas cargas.
Lo anterior, podría atribuirse al encarecimiento del Sistema Isapre que hace inviable para las familias más pobres y numerosas, acceder y/o permanecer en el Sistema a largo plazo.

Uso del sistema de salud

Durante el año 2018, las mujeres hicieron un mayor uso de prestaciones de salud que los hombres, por cada 100 consultas médicas en hombres, se producen 156 en mujeres. Si bien la ley faculta también a los hombres para acceder a licencias médicas por enfermedad grave del hijo menor de un año, en la práctica, la responsabilidad frente al cuidado de los menores sigue estando en manos de las mujeres quienes concentran 89% de las licencias por este concepto el año 2018, por cada 100 licencias presentadas por hombres existen 810 licencias en mujeres.

En la última década, el porcentaje de bonificación para los hombres se ha mantenido relativamente estable mientras que para las mujeres ha experimentado una caída lenta y sostenida, lo que ha contribuido a incrementar la brecha de cobertura entre ambos sexos

Alzas de precio

En el Sistema Isapre los precios de los planes se fijan en función del riesgo, condición que afecta particularmente a mujeres en edad fértil y personas mayores. De acuerdo con el análisis, en el caso de las afiliadas con una renta igual a la de un hombre, esta paga más que él aun cuando tienen una edad similar y la mitad del número de cargas.

Las diferencias por género se elevan aún más en los años en que la mujer puede ser madre, por ejemplo, mientras un hombre de 30 años paga por un plan $70.000, una mujer de la misma edad pagará $113.000 lo que equivale a un 62% más. La brecha se va reduciendo hasta llegar a los 65 años, cuando los montos se invierten, y los hombres pagan más que las mujeres. Así, a los 85 años, un varón paga $193.000 y una mujer $165.000. Según la Superintendencia, mientras un hombre genera gastos en prestaciones por cerca de $500.000 una afiliada gasta más de un millón

Publicidad

Tendencias