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Mía Dragnic: “Yo creo que el gobierno no está mirando lo que se viene (…) y el estallido se viene, seguro más grande y más fuerte” BRAGA

Mía Dragnic: “Yo creo que el gobierno no está mirando lo que se viene (…) y el estallido se viene, seguro más grande y más fuerte”

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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Las dos últimas designaciones al mando del Ministerio de la Mujer y Equidad de género dejan una pregunta central entre las organizaciones feministas, y es ¿Cuándo designarán a una ministra competente para la cartera? Para abordar esta y otras cuestiones, conversó con El Mostrador Braga la feminista y socióloga de la Universidad de Chile, Mía Dragnic.


El reciente cambio de liderazgo en el Ministerio de la Mujer y Equidad de género, no estuvo libre de polémicas y cuestionamientos; como en una puerta de vaivén, esta tercera designación estuvo marcada por una polémica de salida y otra de entrada. Ambas titulares han sido cuestionadas por su deficiente preparación para el cargo y por sus dichos anteriores que validan, por una parte la dictadura militar y por otra, que una niña de once años dé a luz. Éstas y otras acciones han sido consideradas como bofetadas por las mujeres feministas del país, mientras la jefatura de uno de los ministerios clave en la crisis social actual sigue a la espera de alguien que dé lugar a las necesidades de tantas mujeres cuyas realidades lo requieren urgentemente.

En este escenario, resuena una pregunta que parece no dar lugar a una respuesta suficiente ¿Por qué no designan  una ministra con competencias para este cargo? Miopía, ceguera, sordera por parte del gobierno han sido algunas de las razones que se han esbozado hasta el momento. Para responder esta y otras preguntas, El Mostrador Braga conversó con Mía Dragnic, socióloga, feminista y candidata a doctora en estudios latinoamericanos.

Un asunto de perfiles

Un buen punto de partida para comprender esta sensación de orfandad en torno al Ministerio de la Mujer, pasa por comprender quiénes son las personas que están a cargo del gobierno “La clase política que hoy gobierna al país, es al mismo tiempo la clase empresarial nacional, no es que represente solamente a la clase empresarial, si no también que la encarna, es decir, los políticos que nos conducen son el empresariado nacional y esto no es un detalle menor, es un hecho al que tenemos que poner atención porque explica las razones, da cuenta de lo que ha hecho que hoy Chile sea un país tan desigual”, comenta la socióloga.

Y es con toda razón un dato que no debe ser ignorado al momento de plantearnos una pregunta tan elemental, Mía fundamenta al respecto que «Chile es uno de los países más desiguales de la OCDE (organización para la cooperación y desarrollo económico), el 1% de la población más rica concentra el 26% del PIB , mientras el 50% de los hogares con menores ingresos sólo accede al 2,1% de esta riqueza, es cosa de revisar el panorama social de América latina de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) del año 2019”, agrega. Esta situación se ha agudizado en los meses que van del 2020 consecuencia de la emergencia sanitaria y ha dejado en evidencia las grave desigualdad existente en nuestro país.

“Entonces para responder tu pregunta sobre la ministra, es cosa de revisar quiénes conformaron el gabinete original-que es lo mismo que el actual-¿quiénes son?, ¿qué formación tienen?, ¿qué profesiones tienen?, ¿cuál es su trayectoria política, familiar y personal? Y te das cuenta que hay una aparato ideológico ahí muy claro, muy dominante”, sentencia Mía y continúa explicando que todas y todos quienes conforman el gabinete del presidente Piñera provienen de la educación privada y poseen un perfil profesional que da cuenta de un sector específico poco representativo de la sociedad chilena en general, por tanto “si la política se convierte en un negocio, si la política ya no tiene nada de vocación, entonces no vamos a estar en manos de un equipo que sea capaz de resguardar los derechos sociales”, aclara y finalmente puntualiza que “desde la transición a la democracia se ha ido privando de manera progresiva el acceso a los derechos sociales y el estado se ha ido precarizando de tal manera que hoy nos enfrentamos con una situación de abandono de responsabilidades que devela la pandemia actual”.

Expectativa – Realidad

Lo anterior sirve para explicar la naturaleza del gabinete que está a cargo de la toma de decisiones. A partir de esto la socióloga da paso a algo fundamental:“En Chile nos encontramos con el desmantelamiento sostenido de un estado y de derechos sociales que hoy se hace muy visible, entonces claramente el feminismo no puede esperar que un gobierno de derecha designe a una mujer como los movimientos hoy activos esperan. No es posible, no es una expectativa”.

Luego de esta aseveración, Mía hace énfasis en quela impugnación que una puede hacer como militante feminista hacia la designación de estas dos ministras, no tiene que ver con que esperamos que designe a alguien mejor, sino con que la disputa política tiene que darse también en esos términos, en poner ese acento, en que no es posible que luego de la gran revuelta popular que se abrió desde octubre, el gobierno siga incitando, provocando, llamando a la violencia asignando a una mujer pinochetista como la saliente, con varias polémicas, con la campaña que han hecho”.

Posibilidades de diálogo

Un asunto importante a discutir entonces, es acerca de las posibilidades de diálogo que restan en adelante, en este sentido Mía cree que es una posibilidad muy escasa “es muy paradojal -llega a ser hasta gracioso- ver cómo el gobierno y el ministerio de la mujer y la equidad de género utiliza esta idea de que tienen tolerancia cero contra la violencia a las mujeres, porque si tu revisas los discursos que el gobierno enarbola para hablar de las mujeres o de la justicia de género o de la igualdad, te das cuenta que son sumamente sexistas y violentos contra la autonomía de las mujeres, hay una incapacidad de diálogo”, establece y reflexiona “entonces cuando tú me dices, ¿qué interlocución puede tener el feminismo con un gobierno como éste?, ¿qué diálogo puede haber si no hay una interlocutora válida? Claramente el movimiento feminista actual anticapitalista, anticolonial, no quiere dialogar con un gobierno que no está dispuesto al diálogo, es un gobierno que no escucha a las mayorías; a la revuelta social que desde Octubre no ha sido recibida de ninguna manera por el gobierno. Con un presidente que va a una plaza vacía y se saca fotos, con ese gesto simbólico de tratar de reconquistar una plaza perdida. Me parece que el feminismo lo que quiere no es dialogar con el gobierno, lo que quieres es una disputa política, es disputar un territorio político y eso se hace desde la fuerza de las grandes mayorías”, concluye.

Feminismo político transnacional

En el transcurso de la entrevista la socióloga presenta una convicción muy clara respecto de la fuerza de la organización feministaen los últimos años se ha fortalecido y se ha logrado una articulación del feminismo excepcional, inaudita, que creo que es muy relevante y está siendo muy significativa, un movimiento que incluye a mujer y a disidencias sexuales, que abarca a toda la sociedad, a la sociedad en su totalidad, porque es un feminismo anticapitalista, es un feminismo que llama convoca, reúne y articula a la clase trabajadora en su gran amplitud”.

Lo anterior en relación a la organización feminista, sin embargo la respuesta del gobierno va en contra sentido de acuerdo a lo expuesto por Mía “y bueno es cosa de leer las respuestas, la criminalización que se hace en contra las dirigentas, voceras y organizaciones constantemente. Es un gobierno que así como se ha criminalizado al pueblo mapuche y lo ha perseguido durante tanto tiempo -y no solamente el actual gobierno, si no durante todo el periodo de democracia, digamos-continúa y hace lo mismo con todas las organizaciones políticas que están disputando, interpelando al gobierno actual y que están no solamente interpelando directamente, discursivamente, si no territorialmente, generando articulaciones, haciendo trabajos territoriales”

En este punto, sólo queda concluir que las visiones son evidentemente contrastantes, lo que nos ayudaría a dilucidar el origen de la profunda agonía de no tener ministra. Para la entrevistada todo se representa en una sensación “a mí me parece que el gobierno quisiera interrumpir ese proceso organizativo, coartarlo, como lo ha hecho en situaciones anteriores con el movimiento estudiantil. Sin embargo, creo que el movimiento feminista en Chile, es un movimiento radical que no se va a dejar coartar por un gobierno, que tiene muy claro que negociar, que dialogar no es la vía, no es el camino, si no asentar las bases y ampliar la convocatoria y desarrollar lo que se está haciendo, que son encuentros territoriales y que es un trabajo ideológico también” connota e ilustra tal oposición “así como el gobierno tiene claramente un aparato ideológico, aquí montado, organizado, que despliega a través de las elecciones de sus ministros y sus ministras y los movimientos sociales y políticos en el mundo entero, están haciendo lo mismo de manera más fuerte y de manera más interconectada que antes”.

Ampliar el escenario político: las consecuencias de desatender al Ministerio de la Mujer

Es una cuestión de estrategia, el ministerio de la mujer no es la única preocupación para este gobierno, si revisamos otro tema, existe una crisis que como una ola ha ido poco a poco alcanzando a los titulares de carteras de gobierno y  sólo en la última semana ha costado una reconfiguración en el gabinete, la salida del titular del Minsal y una gran tensión en el sector de Ciencias y Tecnología. En este panorama, desatender el Ministerio de la Mujer podría ser una mala jugada para el presidente, entendiendo la fuerza del movimiento feminista en la actualidad.

A este respecto la socióloga enuncia:“yo no sé si el gobierno piensa que está haciendo una mala gestión en abandonar a ciertos Ministerios que son clave en el momento actual. Tengo la impresión que están tan disociados con la realidad que no les interesa mirarlo de esta forma y eso todavía es más grave, en el fondo, porque estás mirando patologías graves, no solamente diferencias ideológicas y aparatos políticos, si no aparatos ideológicos que están súper mal. Yo veo que hay como crueldad, o sea cuando pensamos en las cuarentenas que estamos viviendo, hoy escuché las restricciones que endurecen el autoritarismo que hay para llevar las cuarentenas, digo yo ¡qué impresionante! están buscando sancionar a la gente, pero lo que está pasando en muchos lugares en Santiago y en Chile, en todo el país a nivel nacional es que hay cuarentenas de hambre”.

Mirando en retrospectiva la semana política, agrega:“Macarena Santelices renuncia, renuncia Mañalich y ambos en su renuncia dicen que lo hacen para ser leales con el presidente, para ser leales con la república. ¿Cuál es la república que Macarena Santelices o Mañalich tienen en su cabeza? En su metro cuadrado, en la realidad que ellos circundan. Esa es la pregunta que tenemos que hacer ¿En qué están pensando cuando hablan de república?, ¿en qué están pensando cuándo hablan de derechos?, es algo muy distinto a lo que una democracia pudiese pensar”.

Y enfatiza en que “ese es el modelo que lo que ha buscado es precarizar la vida durante tanto tiempo, tiene que ver con el modelo de democracia que ellos han impuesto, un modelo muy débil en términos de derechos sociales y eso se ve hoy de manera muy rotunda. Y claramente el feminismo es un movimiento político significativo que tiene una fuerza transnacionalmente hablando, muy importante y bueno el gobierno lo que hace -para cerrar con la propuesta que tú estás haciendo- es echarle más leña al fuego como se dice en criollo en Chile, ¿no? Hacer que tengamos más rabia de la que ya teníamos, todas las decisiones, todas las formas de provocar, porque en realidad hay una cadena interminable de provocaciones que ha hecho el gobierno, desde este gesto del presidente que va a la plaza de la dignidad y también con el tema de la ministra, o sea cómo es posible que designe una ministra pinochetista, negacioncita. Yo creo que el gobierno no está mirando lo que se viene, no está mirando cómo la gente está obteniendo una conciencia de clase y política tan radical y el estallido se viene más grande seguro, más grande y más fuerte”, finalizó.

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