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Feministas, escolarizadas, diversas y socialmente activas: ¿quiénes son las mujeres que construyeron el 8M en Chile? BRAGA Créditos: Foto de Ramon Monroy/Aton Chile

Feministas, escolarizadas, diversas y socialmente activas: ¿quiénes son las mujeres que construyeron el 8M en Chile?

¿Quiénes son y qué piensan aquellas personas que se manifestaron en las multitudinarias marchas por el Día Internacional de la Mujeres? Esta es una de las preguntas que intentan responder los estudios «Encuestas 8M», respecto de quienes marcharon los días 8 y 9 de marzo de este año. Los estudios fueron realizados por el Núcleo de Investigación en Género y Sociedad Julieta Kirkwood y el Núcleo de Sociología Contingente (Nudesoc), de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile, revelando que las manifestantes se identificaron como mujeres, chilenas, adulto-jóvenes, heterosexuales, «mestizas», con elevado nivel de escolaridad, trabajadoras dependientes y que la minoría son activistas.


A lo largo del país, el pasado 8 de Marzo se vivió una jornada histórica de movilizaciones por el Día Internacional de La Mujer. Según la Coordinadora Feminista 8M, más dos millones de mujeres marcharon en Santiago y regiones en pos de la igualdad de derechos para las mujeres, cuya jornada se extendió hasta el 9 de Marzo con la Huelga General Feminista 2020.

Esos hitos quisieron ser registrados a través de encuestas realizadas a sus manifestantes por el Núcleo de Investigación en Género y Sociedad Julieta Kirkwood y el Núcleo de Sociología Contingente (Nudesoc), de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile. Informes cuyos resultados fueron presentados el 28 de Septiembre, y que consideraron temas de autoidentificación personal y de participación colectiva en movimientos sociales, agrupaciones y marchas; además de presentar secciones comparativas a nivel territorial sobre la forma de participación, demandas y percepciones sobre los feminismos, entre otros puntos.

Los datos reunidos permiten trazar un perfil de la población que salió a manifestarse en ambas fechas por los derechos de las mujeres. De 1.114 respuestas válidas, 113 fueron obtenidas de manera presencial y 1.001 de forma online, participando personas de todas las regiones de Chile, en distintas proporciones. La gran mayoría de las encuestadas se identifican como “mujer (cis)” (95,06 por ciento). Con una representatividad expresivamente más baja aparecen «no binaries», totalizando un 1,44 por ciento; «otras” (0,99 por ciento), «personas trans» (0,90 por ciento), «hombre (cis)» (0,90 por ciento) y «género fluido» (0,72 por ciento).

En relación a la orientación sexual, la población encuestada se identifica mayoritariamente como heterosexual (79,1 por ciento), siguiendo la población bisexual (10,5 por ciento), pansexual (4,94 por ciento), lesbiana (4,04 por ciento) y otres (1,44 por ciento). Por su parte, el rango etario de mayor representatividad entre las encuestadas se ubica entre los 30 a 45 años, con 471 personas (42,28 por ciento), siguiendo la población de 18 a 29 años, con 379 participantes (34,02 por ciento), y de 46 a 59 años con 174 respuestas (15,62 por ciento).

La Encuesta 8M abordó la cuestión acerca de «color/etnia» de las manifestantes entendiendo estos conceptos como una construcción socio-cultural y política que refleja el sentido de pertenencia personal (ancestralidad) asociado a características sociales y culturales. De este modo, con respecto a «color/etnia», las encuestadas se identifican principalmente como «mestiza» con un 53,32 por ciento, seguida por «blanca» con un 38,93 por ciento e «indígena» con un 5,15 por ciento. Además, un 0,54 por ciento se identifica como «negra», 0,99 por ciento indican pertenecer a otro color/etnia y un 1,35 por ciento no se identifica con ningún color/etnia.

Entre las encuestadas, un 22,71 por ciento se identifica como perteneciente a algún pueblo indígena, mientras un 77,29 por ciento respondió que no. Los pueblos indígenas que aparecen representados en mayor cantidad son: el pueblo Mapuche (77,01 por ciento), Aymara (8,62 por ciento) y Diaguita (2,87 por ciento).

Características socioeconómicas e intereses políticos de las manifestantes

Las encuestas se adentraron además en la separación de población económicamente activa e inactiva, en cuyos resultados se observa que un 76,39 por ciento de las participantes es activa, predominando las trabajadoras dependientes, seguidas por las independientes y luego la población cesante. Con respecto a las inactivas equivalen a un 23,61 por ciento, siendo principalmente estudiantes y personas con trabajo no remunerado.

Al cruzar esta variable con el rango etario, se obtiene que las personas con 18 a 45 años, las cuales representan un 91,92 por ciento de las encuestadas, se encuentran principalmente trabajando (72,56 por ciento) y un 18,26 por ciento estudiando, ya sea un pregrado o postgrado. Al analizar las respuestas por situación ocupacional, se aprecia que un 70,92 por ciento está trabajando de manera remunerada, ya sea dependiente o independiente; un 18,67 por ciento se encuentra estudiando; 5,92 por ciento son personas cesantes; un 2,96 por ciento son mujeres con trabajo no remunerado; y, finalmente, 1,53 por ciento de las encuestadas está jubilada o pensionada.

También el estudio ahondó acerca de la militancia y activismo de las/les/los manifestantes, así como sus percepciones sobre feminismos y relaciones con otras luchas, demandas y movimientos sociales. Sobre la militancia, un 32,5 por ciento afirma pertenecer a alguna organización feminista, destacándose una filiación reciente a estas organizaciones (menos de dos años). Además, un 32 por ciento indica militar en otros movimientos sociales y se percibe un alto nivel de colaboración entre organizaciones. Pese a que no militen en organizaciones o movimientos sociales, una gran mayoría se identifica como feminista (92,9 por ciento) y ha participado más de cinco veces en marchas por los derechos de las mujeres, ha participado de las marchas del «estallido social» (92,5 por ciento) y colabora, simpatiza o se identifica de manera personal con alguna causa o demanda social (85 por ciento).

Violencia de género en la cotidianeidad

Por medio de otros módulos, la encuesta realizada por el Nudesoc remite a información sensible sobre cómo es vivir violencia de género, dónde 72,1 por ciento de las encuestadas afirma haberlo experimentado. “Un dato preocupante y necesario de poner en la palestra de la discusión pública y política, pues viene a reforzar lo que por años el movimiento ha expuesto, con la idea de que es necesario salir de la sociedad patriarcal en la que vivimos”, apelan Camila Diaz Cepeda y Catalina Flores Lavin, investigadoras del Nudesoc.

Relatan que también les preguntaron a las encuestadas si tenían personas a su cuidado, a lo que un 47,2 por ciento dijo que sí. Esta pregunta es muy importante “porque sabemos que el cuidado de terceros ha sido una responsabilidad puesta en los hombros de las mujeres por décadas, de modo que para asistir a la marcha también consultamos por los arreglos que tuvieron que hacer con estas personas a su cuidado”, enfatizan.

Datos como estos, “nos permiten contemplar las posibilidades de ahondar en prácticas que están enraizadas en la sociedad, como las dobles jornadas laborales que son impuestas de manera formativa en las mujeres, hecho aún más crítico en contextos de confinamiento donde se ha difuminado la línea entre el trabajo y el cuidado del hogar”, detallan desde el Nudesoc.

La “Encuesta 8M – ¿Qué hay de nuevo en los feminismos chilenos?” fue desarrollada bajo la coordinación de la investigadora Débora de Fina, junto a la asistente de investigación Francisca Figueroa Vidal, del Núcleo Julieta Kirkwood, y se realizó principalmente de manera online vía Google Forms, cuya convocatoria se hizo entre los días 4 y 15 de marzo de 2020 por las redes sociales; mientras que los días 8 y 9 de marzo se encuestó presencialmente en nueve comunas distintas durante las actividades y marchas que marcaron el Día Internacional de las Mujeres en Chile.

Débora de Fina comentó que los datos recabados revelan la importancia “que han ganado las luchas de las mujeres como parte de los movimientos por transformación social en Chile, demostrando el protagonismo de las mujeres en el contexto de las protestas y el amplio despliegue de las pautas históricamente defendidas por el feminismo». Todo eso, agregó, «hace parte y es a la vez incentivado por el contexto del Estallido Social, una revuelta que también se crea desde los feminismos”.

Por su parte, Camila Diaz Cepeda y Catalina Flores Lavin, investigadoras y voceras de la otra Encuesta 8M hecha por el Nudesoc, subrayan la importancia de contar con esta información empírica ad portas del plebiscito, ya que “es necesario poner en discusión la participación de mujeres y disidencias en el proyecto político. Hemos recopilado datos que muestran experiencias de haber vivido violencia de género, de sentir inseguridad en espacios públicos y de una desigualdad imperante entre hombres y mujeres que tiene implicancias en lo privado y lo público. Por ello, es necesario dar a conocer estos datos no solo en el mundo académico, sino que como suministros para el debate político y para sostener la necesidad de un cambio y una transformación en los marcos constitucionales y legales.

  • Artículo originalmente publicado AQUÍ.
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