Publicidad
Los escenarios tras el rechazo al proyecto de ley de Educación Sexual Integral BRAGA Crédito: Agencia Uno

Los escenarios tras el rechazo al proyecto de ley de Educación Sexual Integral

El proyecto necesitaba un total de 89 votos y obtuvo 73, por lo que no pudo ser tramitado, a pesar de que la iniciativa fue aprobada en general por 71 votos a favor, 65 en contra y 2 abstenciones. Al someter a votación el articulado –que contenía disposiciones de Ley Orgánica Constitucional–, este no alcanzó el quórum requerido, siendo así rechazado y archivado. En ese contexto, en El Mostrador Braga conversamos con la diputada Camila Rojas –quien impulsó la idea– y la directora de la Asociación Chilena de Protección de la Familia, Débora Solís, quienes argumentaron sobre la importancia de este proyecto y, además, comentaron qué opciones se podrían tomar respecto a la materia.


El pasado 15 de octubre, el tan controvertido proyecto de ley de Educación Sexual Integral fue rechazado. La iniciativa fue aprobada en general por 71 votos a favor, 65 en contra y 2 abstenciones, sin embargo, al someter a votación el articulado 1, 2, 3, 4 y 7 –que contenía disposiciones de Ley Orgánica Constitucional– este no alcanzó el quórum requerido de 89 votos a favor, solo tuvo 73, con 67 en contra y 2 abstenciones. Siendo, así, rechazado y “archivado”, según decretó el vicepresidente de la Cámara, Francisco Undurraga (Evópoli), poniendo punto final a la tramitación.

Pero ¿qué significa que el proyecto haya sido “archivado”? ¿Se podrá volver a discutir a futuro? En estos y otros puntos fue que ahondaron la diputada Camila Rojas (Comunes) –quien impulsó la idea– y la directora de la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), Débora Solís.

“Es terrible que la derecha cavernaria se imponga, pese a ser minoría. Ganamos por 71 votos contra 65, pero de todos modos ‘ganaron’ por la exigencia de un quórum supramayoritario, lo que es otra razón más para cambiar la Constitución del 80 y alterar la imposición de las minorías en estos temas. Y de pasada terminar con una libertad de enseñanza que da por entendido más derechos a los sostenedores que a estudiantes y que es la base que permite que diputados de Chile Vamos dijeran que el proyecto era totalitario”, expresó la diputada sobre la decisión que se tomó respecto a la iniciativa.

“Hace 100 años se negaban, basados en supuestos similares a la obligatoriedad de la educación primaria, y durante toda la historia republicana se han opuesto una y otra vez a los cambios. Esta vez no fue la excepción. No lo lamento por quienes impulsamos el proyecto, lo lamento por la negación de un derecho de niñas, niños y adolescentes, y por eso vamos a seguir dando esta pelea”, agregó Rojas.

En tanto, la directora de la Asociación Chilena de Protección de la Familia –una corporación de interés público, sin fines de lucro, dedicada a brindar servicios de atención, capacitación, y promover iniciativas, leyes y políticas en materias de salud y educación sexual y reproductiva– manifestó que “es muy lamentable, yo diría que por dos razones fundamentales. Una, porque estuvimos bastante cerca de que Chile dejara de ser uno de los países del mundo que no tiene ley de educación integral de la sexualidad en el ámbito educativo, y eso es una falta con el derecho a la información que podrían tener todos los estudiantes de nuestro país”.

Por lo tanto, a su juicio, “es lamentable en ese sentido, y también lo segundo, más lamentable aun, tiene que ver con que es un proyecto que se archiva, por lo tanto, tenemos que esperar un tiempo para volver a presentarlo. En el marco de que este proyecto de ley específicamente lo que buscaba era poder dar cuenta de la educación sexual  como un derecho humano fundamental, que es que haya obligatoriedad de entregar información a los y las estudiantes, que ellos puedan tomas decisiones sobre sus cuerpos y sobre sus vidas”.

Situación actual de la educación sexual en Chile

El proyecto que establece Bases Generales para la Educación Afectiva y Sexual de niños, niñas y adolescentes, en los establecimientos educacionales, y modifica normas legales que indica (Boletines Nº 11710-04, 12542-04, 12593-04 y 12955-04 refundidos) venía a enmendar la falta de educación sexual en nuestro país.

Situación que va más allá del embarazo adolescente o el contagio de infecciones de transmisión sexual y/o VIH, ya que la falta de conocimiento sustenta las relaciones violentas, estereotipadas, racistas, homofóbicas, patriarcales y prejuiciosas, como lo expresó Débora con anterioridad.

El vacío que existe sobre la educación en Chile es tan grande, que el 83% de jóvenes chilenos accede a información de sexualidad a través de redes sociales, un 71% de estos niños, niñas y adolescentes lo hace por medio de páginas de internet, según información de Injuv.

Además, actualmente la violencia sexual contra niñas y niños en nuestro país es alarmante, y la generalidad de los abusos se produce en un contexto intrafamiliar, según el informe «Cifra negra de violencia sexual contra Niñas, Niños y Adolescentes: ocultamiento social de una tragedia», y este es uno de los factores que ha contribuido más fuertemente a su impunidad, por lo que solo un porcentaje menor de estas situaciones son detectadas y denunciadas a la justicia (se estima que las cifras de casos no denunciados fluctúan entre el 70 y 80 por ciento).

De esta manera, el espacio que debiera ser el de mayor seguridad se convierte en el más peligroso para niños y niñas. En ese sentido, cabe mencionar que durante el año 2016 en el país hubo una tasa de denuncias por el delito de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes de 91,3 por cada 100 mil habitantes. La tasa más alta se ubica en la Región Metropolitana (108,8), seguida por la Región de Tarapacá (102,8), y en tercer lugar aparece la Región de Los Lagos (101,7). Las regiones que muestran tasas más bajas son Atacama (42,1), Aysén (64,2) y Maule (64,3).

Otra cifra no menor es que, de acuerdo a los “Informes Anuales de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género”, desde el 2002 al 2019 unos(as) 784 estudiantes o docentes han visto vulnerados sus derechos en sus establecimientos educacionales por casos de homofobia y transfobia.

En ese contexto, ante la interrogante ¿Qué le parece la normativa vigente en materia de educación sexual?, la directora de Aprofa señaló que “es absolutamente insatisfactoria, limitante, y no responde a las necesidades de los niños, niñas y jóvenes de nuestro país”.

Además, subraya que esta normativa “llega tarde, cuando un gran porcentaje de los jóvenes que están en el sistema escolar chileno ya han iniciado su vida sexual, en un país donde las Infecciones de Transmisión Sexual en población juvenil crece, donde la transmisión del VIH crece. Entonces, llegar en segundo medio con la obligatoriedad a través de una circular, ni siquiera de una ley, sino que de una circular que invita a entregar contenido, más allá de que tengamos un marco curricular que posibilita un montón de oportunidades para trabajar esos temas en el currículum… pero mientras no tengamos docentes capacitados en sexualidad esos contenidos en el marco curricular son absolutamente insatisfactorios”.

Por lo que para ella lo que existe actualmente es “del todo insuficiente, no solamente dicho por Aprofa y los organismos que trabajamos en la educación sexual, sino que por organismos internacionales que están validando y haciendo chequeos de los avances de los países en este sentido y Chile desde luego es uno de los países de Latinoamérica y el Caribe que está más al debe con la educación sexual integral”.

“La educación sexual integral es un derecho humano”

Para Débora, que se aprobara este proyecto era fundamental, porque “es un derecho humano”, añadiendo que  “hoy día si tú te acercas a estudiantes, a jóvenes, a niños, a niñas, adultos, el nivel de desinformación en materia de sexualidad es muy alto y eso pone en riesgo sus vidas. Entonces, no se trata de, como se dijo en el Congreso tantas veces que asistimos, de ‘hipersexualizar’, ni de “homosexualizar” o “transgenerentar” a los niños y niñas, esos son puros estereotipos y mitos inexactos, tan inexactos como la ideología de género, sino que de lo que se trata es que las personas tengan la posibilidad de tomar decisiones”.

Y agrega que, cuando señalan que esto “debería ser obligatorio a partir de los primeros años de la enseñanza básica, tiene que ver con que se pueden entregar contenidos que permitan que niños y niñas detecten abusos, tengan libertad para decir si quieren darle un beso a esta persona o no, quiero darle la manito a esta persona o no, y cuiden su cuerpo. Efectivamente es fundamental y esperamos, tenemos muchísimas esperanzas, que en este nuevo proceso que estamos viviendo como país lo podamos lograr”.

¿Qué pasará con este proyecto después de haber sido rechazado?

En esta materia la diputada Camila Rojas afirmó que “seguiremos insistiendo en la importancia de la educación en sexualidad desde la primera infancia, de acuerdo a la etapa de desarrollo de cada niño y niña por supuesto, pero apostando por entregar información y orientación de un tema clave que puede permitir la detección temprana de abusos sexuales, que previene la violencia, que fomenta decisiones informadas en los adolescentes, que nos habilita para librarnos de estereotipos y disfrutar plenamente nuestra sexualidad”.

Y puntualizó que “antes de presentar un nuevo proyecto, les pediremos a todas las organizaciones y personas que colaboraron con darle forma a esta iniciativa, que evalúen el proceso que vivimos y propongan proyecciones. Si bien el proyecto tiene mi firma y por tanto fui la autora formal, esto no se trata de mí, se trata de un derecho humano que requiere ser ley, de modo que cada niño y niña del país tenga acceso igualitario a él, y esto no dependa del colegio donde estudia, como ocurre hasta ahora”.

Por su parte, la directora de Aprofa dijo que “lo que tenemos que hacer, en el marco de reponer el proyecto de ley, es conseguir que en un año más se pueda reponer la discusión, pero depende mucho de la voluntad de las parlamentarias y los parlamentarios. Creo que el camino que hoy día tenemos es una tremenda posibilidad en la construcción de una nueva Constitución, donde estas leyes, estas temáticas, queden plasmadas en el documento y no sean negociables por distintas posturas ideológicas, políticas, religiosas o lo que fuera, o sea, este es un derecho para todas las personas por igual”.

Si bien, como señala Solís, si es que se presenta el mismo proyecto (que fue rechazado y archivado), habría que esperar un año más para volver a discutir la materia, la diputada Rojas comenta que existen otras alternativas, como realizarle alguna modificación al proyecto o que ingresara por el Senado. Sin embargo, primero van a conversar con las organizaciones pertinentes el tema antes de tomar otra decisión.

Finalmente, Débora enfatizó que “la educación integral de la sexualidad es una oportunidad para las personas, les cambia la vida, nos hace mejores personas, más responsables, no solamente a las mujeres, sino que también a los varones, es una posibilidad de tener relaciones personales más sanas y de constituirnos como una ciudadanía más sana y por eso forma parte de los derechos humanos, porque tiene que ver con el derecho a construir un mundo mejor, donde cada uno pueda tomar decisiones, pero teniendo la información al respecto para tomar esas decisiones con libertad, con responsabilidad”.

Publicidad

Tendencias