BRAGA
Créditos: Centro de Emprendimiento Colbún (CEC)
El camino del emprendimiento no es fácil: obstáculos financieros, desinformación y falta de apoyo, son parte de las dificultades de emprender. Pero, cuando se es mujer, son estas y muchas otras las dificultades a superar para alcanzar el objetivo de ser independiente.
En 2018, del total de personas que tenían emprendimientos, solo un 39% era mujer, según cifras del Ministerio de Economía. Esta baja representación en el trabajo independiente no ha mejorado con los años. De hecho, durante los meses de julio a septiembre del 2020 se crearon más de 47 mil empresas, pero la participación de la mujer fue el mismo 39%.
Por tanto, por cada mujer que crea una empresa, hay dos hombres haciendo lo mismo y esto considerando los micro emprendimientos, porque cuando se habla de pequeñas y medianas empresas las mujeres representan apenas el 15,5%, según indica la cartera de economía.
“A las dificultades habituales se suma la multiplicidad de roles que cumple la mujer en la sociedad y en la familia, la falta de apoyo familiar, la falta de recursos, el bajo acceso a financiamiento, los estereotipos sociales, entre otros”, advierte la directora del Centro de Emprendimiento Colbún, Vanessa Verdugo.
Alejandra Ortiz, creadora de la Cerveza Huequecura; Loreto Navarrete, fundadora de Marina Alimentos y Leticia Zapata, creadora de Brotes Nativos, son mujeres que inspiran, dan ejemplo e impulsan a que otras mujeres quieran emprender. Todas ellas han recorrido un largo camino para tener sus propios negocios, lograr ser independientes y hoy, con su objetivo logrado, quieren dar cuenta de su relato.
Loreto Navarrete, creadora de Marina Alimentos, en la comuna de Coronel, afirma que “es difícil ser mujer emprendedora porque uno está en la casa y los tiempos se hacen muy cortos, además tienes que ver a los niños, ahora ser psicóloga, amiga y profesora de ellos. Como mujer emprendedora debemos seguir a cargo de la casa igual. No tiene horarios y seguimos trabajando todo el día, es difícil desconectarse, pero mis niños lo agradecen”.
De hecho, luego de obtener mayores ingresos, la segunda motivación de emprender para las mujeres, en un 20%, se relaciona a responsabilidades familiares, contrario al 3,8% de los hombres que ve esto como un incentivo para ser independiente. Así, como da cuenta Loreto, las labores domésticas y de cuidado no remuneradas son una motivación, pero al mismo tiempo una barrera a la hora de emprender.
“Lo hice desde mi rebeldía, fue mi principal motivación para no seguir tolerando las malas condiciones en las que debía laborar. Dejé atrás mi trabajo, no contar con un contrato, no tener licencia y numerosas irregularidades laborales. Así que me rebelé absolutamente a volver a vivir esa enfermiza y menoscabada realidad, entonces decidí iniciar mi propio negocio”, señala la dueña de Brotes Nativos, Leticia Zapata, quien ya lleva casi 25 años con su negocio.
Asi mismo, la fundadora de Cerveza Huequecura en la comuna de Santa Bárbara, Alejandra Ortiz, señala que “lo más difícil fue en un inicio poder creerme el cuento, ese temor al rechazo. Pero una vez que empecé de a poco se fue ese miedo y luego vino el proceso de establecerse en un mercado muy competitivo”.
Al día de hoy, aún siguen siendo muchos los obstáculos financieros, empresariales y culturales que las mujeres deben derribar para lograr el anhelado sueño de emprender, y mientras estas barreras sigan existiendo, es probable que este sueño sea muy difícil de alcanzar.
