El proyecto indaga en las historias, personajes y lenguajes poéticos de aquellas que se atrevieron a sacar la voz, evidenciando los primeros signos de emancipación en tiempos de gran represión donde la mujer estaba destinada a la vida matrimonial y familiar.
Visibilizar y evidenciar que sí hubo mujeres dramaturgas en el siglo XX es la tarea que se propuso el Núcleo de Investigación y Creación Escénica (NICE) formado por Lorena Saavedra, Patricia Artés y Maritza Farías. A través de 12 obras de dramaturgas chilenas, las artistas e investigadoras buscan romper la sobrerrepresentación masculina en el teatro.
“¿Cómo y quién determinó que estas dramaturgias escritas por mujeres serían ignoradas en nuestra cultura teatral chilena?”, es la interrogante que plantea Maritza Farias como detonante del proceso investigativo que buscó recorrer y visibilizar el legado de estas mujeres en el teatro chileno.
El proyecto indaga en las historias, personajes y lenguajes poéticos de aquellas que se atrevieron a sacar la voz, evidenciando los primeros signos de emancipación en tiempos de gran represión donde la mujer estaba destinada a la vida matrimonial y familiar.
“Evidencias. Las otras dramaturgias. Un siglo de escritura de mujeres chilenas” y “Evidencias. Las otras dramaturgias” son el libro y documental que pretenden materializar todo el proceso investigativo que llevaron a cabo las autoras de NICE. Estas iniciativas serán presentadas de manera virtual el 25 de noviembre a las 11 horas, como parte de la XIX Muestra de Dramaturgia Nacional.
Los doce textos que componen la antología y que fueron parte de la investigación crítica son: Sentimientos vencidos de Luisa Zanelli (1919); Melchorita de Rosa Idilia Cabrera (1924); Mar de Gloria Moreno (1936); Deshonra de Ana Ayala (1941); Campamentos de Dinka Ilic (1955); La telaraña de Gabriela Roepke (1958); El camino más largo de María Asunción Requena (1959); ¿Quién tuvo la culpa de la muerte de la María González? de Isidora Aguirre(1969); Cariño malo de Inés Stranger (1990); Qué nunca se te olvide que no es tu casa de Lucía de la Maza (1997); Por encargo del olvido de Ximena Carrera (2000) y Voces en el barro de Mónica Pérez (2000).
De esta forma, tres mujeres que trabajan en el rubro de las artes luchan hoy por visibilizar a sus compañeras del siglo pasado, quienes han sido históricamente invisibilizadas hasta ahora.