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Parir la voz: queremos que nuestras voces sean escuchadas, nuestros dolores validados, nuestras emociones acogidas Yo opino

Parir la voz: queremos que nuestras voces sean escuchadas, nuestros dolores validados, nuestras emociones acogidas

Paulina Sánchez Aliaga
Por : Paulina Sánchez Aliaga Directora Observatorio de Violencia Obstétrica de Chile
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Somos una grupo de psicólogas de distintas ciudades de Chile, que en el marco de la  Formación de Terapia en Violencia Obstétrica impartida en su primera versión por OVO Chile, decidimos constituirnos como una red de trabajo movilizada por el deseo de visibilizar la dimensión psíquica a la hora de identificar y comprender las consecuencias que tienen las violencias que experimentamos las mujeres en los procesos sexuales y reproductivos, una de las violencias de género más invisibilizadas.

Desde nuestro oficio clínico perinatal y escucha sensible, hemos acogido el sufrimiento psíquico durante la gestación, parto, lactancias, duelo gestacional y perinatal, abortos voluntarios e involuntarios, entre otros, lo que nos ha convocado a pensar las vías de acción más oportunas para mejorar las estrategias de diagnóstico e intervención terapeutica, entendiendo que son experiencias tan profundas y dolorosas que pueden devenir en trauma perinatal, no existiendo actualmente en Chile programas de atención especializados en reparar los efectos que tiene en la salud mental este tipo de traumas, ni lo que genera la violencia gineco-obstétrica a nivel psiquico.

Desde aquí aparece nuestra inquietud, ¿Qué rol asumimos como profesionales de la Salud Mental al acompañar estas experiencias?

[cita tipo=»destaque»] Nuestro deseo es hacer visible el dolor psíquico que acompaña las violencias que viven mujeres, disidencias, infancias, familias y equipos de profesionales, en el ámbito de la salud sexual y reproductiva. [/cita]

Somos Parir la Voz, una red  orientada a nombrar  la experiencia psíquica que atraviesa los procesos de la salud sexual y reproductiva. Uno de nuestros principales desafíos es visibilizar el trauma perinatal y los efectos que este tiene. Intuimos que en el transcurso de nuestro trabajo, irán emergiendo otras experiencias necesarias de inscribir, que no se enmarcan exclusivamente en lo perinatal, y que corresponden a otras etapas del ciclo sexual y reproductivo. También deseamos acoger las experiencias de quienes deciden no gestar y de las disidencias, que de igual forma se ven afectadas psíquicamente por algunos tipos de violencias en la atención gineco-obstétrica.

Hemos podido distinguir que los bebés que las madres han decidido gestar, también se ven afectados en su salud mental, pues son sujetos con un cuerpo y psiquismo que sienten y recogen las experiencias de estrés, violencias y quiebres en el nacimiento y primeros tiempos de vida.

Desde esta perspectiva crítica que nos interesa promover, reconocemos que también las familias en sus diversidades de configuración de la época actual, ven interferidas sus dinámicas y cotidianeidad cuando este tránsito no se realiza con un trato digno, cuidado  y respetado.

Creemos que es central escuchar las voces, los relatos experienciados y los testimonios de quienes han transitado estos procesos y han sentido vulnerados sus cuerpos, psiquismos y relaciones.

Nos parece importante y necesario destacar el rol que pueden asumir los equipos de salud sexual y reproductiva, tanto en instituciones públicas como privadas, en sus posibilidades de aporte a la prevención, acogida, acompañamiento y reparación de estas experiencias. Entendemos el modelo hegemónico de salud como parte de un modelo estructural patriarcal que históricamente ha invisibilizado la experiencia subjetiva, tanto de quienes lo practican como de sus interlocutores (pacientes), reproduciendo lógicas de poder/dominación, que interfieren en la elaboración de aquello vivido cuando se hacen presentes la sexualidad, el nacimiento, el dolor y la muerte. Creemos necesario que se puedan nombrar las emociones que esto genera en sus propios cuerpos, y en las relaciones al interior de la institución.

Muchas de nosotras hemos trabajado en estas mismas instituciones, y es por ello que, desde nuestro recorrido, hemos sentido el desgaste del esfuerzo diario que algunos realizan por enunciar el dolor psíquico invisibilizado, pues sabemos que son años de un tipo de formación donde la integración de los aspectos emocionales y vinculares han sido negados, con los costos que esto conlleva a nivel de la experiencia humana.

Declaramos que nuestro deseo es hacer visible el dolor psíquico que acompaña las violencias que viven mujeres, disidencias, infancias, familias y equipos de profesionales, en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.

Nuestra tarea se enmarca en la necesidad de resaltar una ética del cuidado en la atención, que valide el impacto emocional y vincular, además de resaltar que esta es una de las vías posibles para defender lo que el estado chileno ha declarado reconocer al adherir a diversos tratados de derechos humanos, y por sobretodo en convenciones que buscan erradicar todo tipo de violencias.

En Latinoamérica estamos viviendo tiempos de transformación, se están gestando nuevos paradigmas, y situando nuestra acción en el territorio, debemos hacer presente que estamos en tiempos de pensar una nueva constitución, donde estas voces deben estar registradas, pues no hay clínica del trauma sin incluir lo social, político e histórico.

Queremos que nuestras voces sean escuchadas, nuestros dolores validados, nuestras emociones acogidas y así articularnos para parir una sola voz en la que se cuiden los procesos fundantes del desarrollo humano.

Firman:

Claudia Gonzalez – Talca – Region del Maule

Pía Becerra – Curicó – Región del Maule

Fernanda Morales Maia, Santiago R. Metropolitana

Danitza Birkner Linero – Santiago – Región Metropolitana

Katherine González Maffud Viña del Mar v Región

Muriel Muñoz Gómez – San Vicente de Tagua Tagua – Sexta Región

Bárbara Donoso Reyes – Rancagua – Sexta Región

Betania Oberreuter santiago

Belén Valdés, Santiago, región Metropolitana

Nicole Collao Beraza, Santiago – Region Metropolitana

Sofía Alemparte, Pucón – Región de la Araucanía

Paulina Sánchez, Santiago, Región Metropolitana

Mariela Gaete, Colina, Región Metropolitana

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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