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Maritza Bustos: la madre que realizó hasta bingos para traer a Chile una revolucionaria terapia para niños, niñas y adolescentes pertenecientes al espectro autista BRAGA Créditos: Foto de Scotiabank

Maritza Bustos: la madre que realizó hasta bingos para traer a Chile una revolucionaria terapia para niños, niñas y adolescentes pertenecientes al espectro autista

Natalia Espinoza C
Por : Natalia Espinoza C Periodista - Contacto: braga@elmostrador.cl / (sólo wsp) Fono sección: +569 99182473
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Según el centro de terapias “Cognitivo”, si se cruzan datos de la OMS y con datos nacionales de niños, niñas y adolescentes (NNA) entre 6-17 años (3.007.733 en el año 2016) es posible estimar que la cantidad aproximada de personas con diagnóstico de TEA en Chile sería de 18.798 NNA. Si se incluye a la familia de estos niños y adolescentes, el TEA es parte de la vida diaria 75.192 personas.


Cuando Maritza Bustos quedó embarazada de su segundo hijo, nunca se imaginó el tremendo impacto que tendría en su vida profesional. Cuando su niño cumplió el primer año, los doctores le explicaron que no podría caminar, y luego, confirmaron que tenía autismo.

“El pronóstico que los profesionales nos daban era muy poco esperanzador, por eso visitamos a varios especialistas, pero sus progresos no eran los que esperábamos. A pesar de todas las adversidades, mi persistencia por darle una vida digna a mi hijo me llevó a investigar, estudiar”, cuenta Marizta, en una entrevista a Mujer Impacta, cuando fue galardonada en 2019.

En ese proceso fue cuando encontró la prometedora Terapia ABA (Análisis Conductual Aplicado), una de las más reconocidas a nivel mundial por su efectividad, el único problema era que, para entonces, no existía en Chile y el país que llevaba más años ejerciéndola era Colombia.

Nuevamente, “las posibilidades no parecían estar a nuestro favor, sin embargo, no era algo imposible. Como solución ideé un bingo y gracias al apoyo de amigos, familiares y vecinos del sector, pudimos ir”. Los especialistas trataron a su hijo y los resultados fueron favorables. “Por eso establecí una relación y un compromiso con la terapia. Me capacité y formé profesionalmente para atender a mi hijo y, con la ayuda de comisionados de ABA en Sudamérica, logré capacitar a otras personas para llegar a más niños con autismo en Chile”.

Fue de esta manera que nació el Centro de Terapia A.B.A, a través del cual Maritza no solo ha ayudado a más niños, niñas y adolescentes como su hijo a romper los pronósticos desalentadores de especialistas, sino que a capacitar para que más personas, como ella, puedan tratar directamente a sus hijas e hijos. Es por esta razón que, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres de la historia y el presente, visibilizamos su experiencia, trayectoria e impacto.

El conocimiento adquirido le hizo entender que el autismo no era una enfermedad y que no todos los diagnósticos son absolutos. “Puedo reconocer que soy madre de un niño con una condición, lo que me llevó a explorar un mundo nuevo. Todo niño es diferente independiente del diagnóstico y tiene derecho a vivir, a recibir y disfrutar la vida. Hay que enseñarle, pero tiene el derecho a ser respetado y no ser rechazado. Un diagnóstico no clasifica a una persona”.

Ella sintió que había padres que estaban pasando por lo mismo que ellos ya habían pasado, así que, en un inicio, cuando volvió a Chile, decidió habilitar el primer piso de su casa para atender a más niños. “Así pasamos de tres pacientes a ser 20 familias en menos de 6 meses y al cabo de unos años terminamos cediendo el resto de la casa para realizar las terapias”.

Esto no quedó allí, la motivación de Maritza la llevó también a la universidad, en donde a sus 40 años se aventuró a estudiar psicología junto a su hijo mayor, “yo me convertí en la profesional que requería Matías y el resto de las familias chilenas, que tras un diagnóstico piensan que todo está perdido. Ver cómo papás se quiebran cuando llegan al centro, lloran y creen que su hijo no va a lograr nada, me llena de fuerza para seguir preparándome. Recuerdo por todo lo que pasamos como familia y me inspira ver a otras renacer”.

Actualmente Matías tiene 20 años y hace todo lo que los doctores dijeron que no lograría; y es que, en nuestro país, ni siquiera existe un registro de niñas y niños diagnosticados con trastorno del espectro autista, según la “Guía de Práctica Clínica, Detención y Diagnóstico Oportuno de los Trastornos del Espectro Autista (TEA)” del Minsal en el año 2011. Y hasta este año 2020, tampoco se cuenta con un análisis nacional a gran escala que nos muestre la verdadera realidad de nuestro país.

Según el centro de terapias “Cognitivo”, si se cruzan datos de la OMS y con datos nacionales de niños, niñas y adolescentes (NNA) entre 6-17 años (3.007.733 en el año 2016) es posible estimar que la cantidad aproximada de personas con diagnóstico de TEA en Chile sería de 18.798 NNA. Si se incluye a la familia de estos niños y adolescentes, el TEA es parte de la vida diaria 75.192 personas.

Qué es ABA

El Análisis Conductual Aplicado (ABA) es una rama de la psicología que ha proporcionado mayor cantidad de estudios científicos de calidad demostrando su eficacia en diversos procedimientos y técnicas conductuales, no sólo en la reducción de comportamientos inapropiados o violentos, sino que en el aumento de conductas adecuadas y nuevas habilidades.

El objetivo es que es una terapia que se adapta según diversos parámetros, a las necesidades, fortalezas y debilidades específicas del niño, niña y adolescente, por lo que no es una seguidilla de pasos estandarizados aplicados a todos y todas por igual con la esperanza de que en alguno funcione.

 

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