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Artista visual Regina José Galindo y su pieza Sirena de guerra: “Cada 25 minutos sucede una violación en Chile, son cifras escalofriantes” BRAGA Créditos: Proyecto Acaab Chile

Artista visual Regina José Galindo y su pieza Sirena de guerra: “Cada 25 minutos sucede una violación en Chile, son cifras escalofriantes”

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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“El arte es como la materia incendiaria y nosotros los artistas, la materia que hace que esta materia incendiaria se encienda”, expresó en entrevista con El Mostrador Braga, la artista visual, poeta y performer guatemalteca Regina José Galindo, quien se suma a la lista de destacadas exponentes presentes en la instalación All contemporary artist are political (Acaab). Con veinte años de carrera, premiada en bienal de Venecia (2005) y con un potente y directo discurso, la artista deja aterrizar en Chile “Sirena de guerra”, una pieza montada en el espacio público que busca denunciar cuán frecuentes son los casos de violencia de género en nuestro país.


Entre los galpones del barrio Franklin puedes encontrar la instalación artística Acaab (All contemporary artist are political) inspirada en los hechos ocurridos en el estallido social en Chile, donde se exhiben las creaciones de diversos artistas locales e internacionales, reconocidos por el alcance político de sus piezas e intervenciones. Entre las exponentes de temas de género, se encuentra la poeta, artista visual y performer Regina José Galindo, quien a través de su creación busca ubicar en la luz pública las distintas manifestaciones de violencia contra las mujeres.

En esta oportunidad se encuentra montada en Chile una de sus piezas titulada “Sirena de Guerra”, se trata de una alarma que se activa cada 25 minutos, a través de este llamado la artista busca transmitir un mensaje explícito, “cada 25 minutos sucede una violación en Chile, son cifras escalofriantes. La instalación llega a ser molesta, pretende que esta sirena llegue a ser muy cansada, pero más allá del cansancio que provoca la instalación queremos que lo provoque la realidad misma y que esa realidad sea la que provoque el cansancio, el hastío”.

Regina, quien se define como “intolerante a la injusticia”, cuenta con una basta carrera en que ha investigado con datos empíricos la violencia y ha situado su propio cuerpo en el espacio público a modo de denuncia. “Tengo varios pilares de investigación en mi trabajo, pero principalmente ha sido la memoria histórica y la violencia de género, pilares que han sido muy relevantes desde que empecé a trabajar hace veinte años”, expresó en entrevista con El Mostrador Braga.

 

¿Quién borrará las huellas? Obra original de Regina José Galindo

¿Quién borrará las huellas? Obra original de Regina José Galindo


La línea fronteriza entre el cuerpo y el arte

Obras performáticas que utilizan el cuerpo situado en el espacio público como medio para denunciar las múltiples implicancias de la violencia social, la desigualdad y discriminación que expresan de manera frontal los desequilibrios de poder, conforman el amplio catálogo de la creadora, quien además fue premiada en la bienal de Venecia en 2005 por dos paradigmáticas obras, “¿Quién puede borrar las huellas?” (2003) una performance en la cual la artista camina dejando huellas de sangre humana en las calles de Ciudad de Guatemala en memoria de las víctimas de violencia de Estado de su país e “Himenoplastía” (2004) en la que, en palabras de la artista, “me reconstruyen el himen para volver a ser virgen”, en ambas obras se devela las formas en que enfrenta los límites del cuerpo, las concepciones adquiridas sobre la moral y la expresión artística, elementos fuertemente presentes en su creación.

Sobre su trabajo, Galindo manifiesta que, “cada proyecto, cada pieza es un distinto discurso, una distinta denuncia, un distinto grito. Entonces a nivel general yo soy intolerante a la injusticia y pretendo que esto quede demostrado en mi trabajo, que esto sea evidente en mi trabajo”.

Otro elemento identificador de sus proyectos es el uso de las estadísticas públicas o datos empíricos sobre denuncias de abusos a los Derechos Humanos. En tal sentido, “Sirena de guerra” la pieza que se encuentra actualmente montada en Acaab, busca llevar al límite del hartazgo al espectador o transeúnte del espacio público, “esta pieza se montó originalmente en Montevideo hace algunos años y ahí habíamos trabajado con una estadística de que, cada catorce minutos se estaba recibiendo una denuncia por violencia de género, entonces se colocó un altavoz en el espacio público y sonaba una sirena de guerra, una alarma. En el caso de Chile, tenemos un altavoz en el espacio público y otro en espacio interior y esta sirena de guerra se activa cada 25 minutos, porque según los datos y las cifras -escalofriante- es que en Chile se comete una violación hacia una mujer cada 25 minutos”, explicó y agregó que esta instalación fue curada por Francisco (Papas fritas) Tapia Salinas.

En el mismo estilo, la artista ha desarrollado otros trabajos que denuncian -también basados en estadísticas- la frecuencia en que ocurren denuncias de abusos y femicidios en distintas partes del mundo, es más, sólo en 2021 ha realizado cinco intervenciones alusivas al tema, ejemplo de esto es la intervención “Aparición”, en la cual revela que cada tres días una mujer es asesinada por su pareja en Alemania.

créditos: "Aparición" de Regina José Galindo www.reginajosegalindo.com y @owned_by_others

créditos: «Aparición» de Regina José Galindo www.reginajosegalindo.com y @owned_by_others

Asimismo, antes de adentrarse en las tierras de las artes visuales, Regina José Galindo estuvo inmersa en la poesía y explicó en esta entrevista el rol que la figura de la mujer ha cumplido como uno de los ejes centrales de su obra, “la perspectiva de género fue siempre de gran relevancia en mi investigación como artista, de hecho, antes de ser artista en mis escritos, mis poemas, ya hacía investigación sobre estos temas y en los trabajos en los que me centro en la mujer lo hago porque creo que estamos en un momento determinante de lucha”.

Y es que el levantamiento del movimiento feminista contemporáneo no ha dejado a nadie indiferente y con un recorrido de veinte años de carrera la artista lo hace notar expresando que, “después de muchos años los movimientos han llegado a confluir y a tener una fuerza en colectivo muy importante, creo que es un buen momento para seguir gritando, para seguir en resistencia que no es una lucha en soledad o en indiferencia o individual, sino que en estos momentos es una lucha colectiva y que esto lo hace más poderosa”.

Finalmente, la artista trabaja con la convicción de que el arte es un vehículo de transformación social, pero no por sí solo sino que, a través de la puesta en común y el diálogo de quienes participan y se aproximan a su obra, “el arte sí es un detonador de debates, detonador de movimientos, no creo que sea un provocador de cambios sustanciales, es decir, el arte puede provocar debates o puede provocar discusiones y reflexiones interesantes y esas reflexiones podrían provocar movimientos y esos movimientos podrían generar un cambio, es decir, son es un eslabón en una cadena de acciones, pero por sí solo es un movilizador, un detonador de; es como la materia incendiaria y nosotros los artistas, la materia que hace que esta materia incendiaria se encienda”, cerró.

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