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«Poesía masculina»: muestra artística belga enseña a hombres cómo se siente ser una mujer sometida a acoso callejero BRAGA Créditos: Foto de Freepik

«Poesía masculina»: muestra artística belga enseña a hombres cómo se siente ser una mujer sometida a acoso callejero

«Fue un infierno. Pero no hay sorpresas. Se parece a lo que estamos acostumbradas», dijo Louise Van Brande, una trabajadora social que asistió a la prueba del proyecto.


Un equipo de artistas belgas tiene como objetivo enseñar a los hombres cómo se siente ser una mujer víctima de acoso callejero, mediante un proyecto inmersivo que sumerge a los visitantes en un túnel oscuro lleno de hologramas lascivos.

La instalación, llamada «Poesía masculina», abrirá al público a fines de este año. Un preestreno en un hangar de Bruselas ha atraído la atención de legisladores, activistas y personas que trabajan con víctimas de acoso y abuso.

«Fue un infierno. Pero no hay sorpresas. Se parece a lo que estamos acostumbradas», dijo Louise Van Brande, una trabajadora social que asistió al proyecto el viernes.

Las paredes de la instalación están revestidas con imágenes de hombres que hacen comentarios a los visitantes que pasan, activados a través de sensores en las paredes. La disonancia termina con una voz femenina que grita: «Soy tu mamá, soy tu hermana, soy tu novia».

«Me siento como si acabara de vivir una semana, meses de acoso en la calle, caminando en los zapatos de una mujer que es constantemente observada», dijo Jonathan Vard, otro trabajador social.

Los artistas Nathalie Erin, Frederic Durieu y Gilles de Boncourt son quienes están detrás del proyecto. Erin y Durieu, que están casados, dijeron que la obra se inspiró en las experiencias de su hija cuando crecía en Francia.

«Hicimos este proyecto para los hombres y nos dimos cuenta de que tenía un enorme impacto en las mujeres también», dijo Durieu, añadiendo que había impulsado a algunas asistentes a hablar con sus parejas sobre experiencias pasadas por primera vez.

Priscillia Vercaigne, policía que trabaja con víctimas de la violencia doméstica en Comines-Warneton, ciudad belga situada en la frontera francesa, dijo que esperaba llevar el proyecto a su ciudad porque «hay mucho trabajo por hacer», comentó.

 

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