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Anne Traub y su programa “Mujeres Power”: una iniciativa de educación afectiva integral que posiciona a la mujer como primera educadora de sus hijos BRAGA

Anne Traub y su programa “Mujeres Power”: una iniciativa de educación afectiva integral que posiciona a la mujer como primera educadora de sus hijos

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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La directora ejecutiva de Fundación Familias Power, conversó con El Mostrador Braga sobre el abordaje basado en la comunidad que despliega su organización y que gira en torno a la estimulación integral en primera infancia, la educación de madres como primeras educadoras de sus hijas e hijos y lideresas en sus territorios. “En general las comunidades de mujeres empoderadas son más de elite, es decir, están preocupadas de la equidad salarial, de la paridad en los directorios o que más mujeres ocupen gerencias de finanzas; hay que darles más espacio y visibilizar aquellos proyectos que busquen crear comunidad en los segmentos más vulnerables de la población”.


“Educar desde los afectos en contextos de estrés y vulnerabilidad social” ese es el objetivo de la directora ejecutiva de Fundación Familias Power, Anne Traub, quien se interesó desde pequeña por la desigualdad y brechas sociales que experimentaban diariamente cientos de familias en nuestro país. En el contexto de la transición política en 1988 una experiencia familiar la hizo reflexionar sobre esta situación y desde entonces el trabajo en terreno con enfoque en la comunidad y los temas relacionados con las mujeres fueron ejes de su vida y quehacer profesional.

Para Anne, una de las dificultades más grandes que enfrentan las mujeres que llevan adelante la crianza de sus hijos en situación de deprivación social, es el denominado “estrés tóxico, un tipo de estrés que se produce por el allegamiento, hacinamiento, pobreza; producto de esto el cerebro del niño no desarrolla al máximo su potencial”, explica.

Sobre la base de este diagnóstico, Anne en conjunto con su esposo, crearon una fundación que tiene por objetivo acompañar a madres e hijos durante un año de crianza, con un equipo profesionales especializados cada área de desarrollo temprano. “Yo quería trabajar con mujeres porque opino que un hogar va a fluir en la medida en que la mujer esté bien, esté tranquila, tenga ingresos y sienta esperanza. A partir de esto toda su tribu va a estar bien”, expresa e indica que el propósito de la fundación es que “los hogares sean más felices, más tranquilos, con más afecto y que las madres aprendan que ellas son las primeras educadoras de sus hijas e hijos”.

Además, en entrevista con El Mostrador Braga, la abogada se refirió a la necesidad de generar políticas públicas que contemplen salud, educación emocional y neurodesarrollo en la primera infancia, situación que en pandemia se profundizó producto del encierro y falta de estimulación de los más pequeños, “estamos llegando tarde, Chile es un país poco preventivo que llega mucho más a reparar y eso es tremendamente doloroso”.

Anne Traub nació en Puerto Montt y desde pequeña se interesó por el trabajo comunitario, estudió Derecho en la Universidad Católica y una vez titulada ingresó al mundo privado formando parte de diversos bufetes de abogados, desde donde se desplazó a trabajar al sector público como asesora en los ministerios de Hacienda y Desarrollo Social (antes Ministerio de Planificación). Fue en este último que descubrió su real interés por lo comunitario. “Yo tenía mucho eso de estar en terreno, los temas sociales y de mujer”, dice para comentar las inspiraciones que la condujeron a la creación de la -ahora- Fundación Familias Power.

Preocupada por el rol que cumple la mujer como lideresa de cada familia y responsable del bienestar de los demás, Traub explica que, “sin importar el contexto socioeconómico, si yo estoy enferma lo resienten mis hijas, entonces, al final necesitamos mujeres que estén sanas y que se sientan bien, tranquilas, queridas, que se sientan aportando, que no vean el día pasar (..) Pasaba mucho que en los campamentos, las mujeres ponían una cajita afuera de sus casas y veían el día pasar ¿Qué genera esto? Desesperanza y la desesperanza hace que nos preocupemos menos de los niños, menos por nosotras, por nuestra salud. Entonces, la madre power, la mujer potente es capaz de movilizar a su familia de forma que los niños lo sientan y eso es importante”.

Deprivación social y neurodesarrollo

Con esto en mente, en un viaje a Estados Unidos junto a su esposo, se dedicó a investigar sobre
métodos de intervención en primera infancia con enfoque social, “empezamos a buscar estudios que tuvieran que ver con primera infancia, porque los cinco primeros años de vida son determinantes para el desarrollo de las conexiones neuronales del cerebro humano y del desarrollo de habilidades sobre todo las socioemocionales”, explica.

“Encontramos varias fundaciones que trabajaban con neurodesarrollo con involucramiento del hogar y de la madre, así llegamos a un modelo de visita domiciliaria -que allá llaman home visiting– este sistema es ‘uno a uno’ o denominado ‘costo afectivo’; es decir, si uno logra desarrollar un buen sistema, esto es súper efectivo para la mamá y para el niño”, profundiza.

En este sentido, el programa de estimulación temprana para madres e hijos consiste en un programa personalizado guiado por profesionales especializados en los distintos ámbitos de desarrollo infantil y cumple con dos objetivos: “por un lado, desarrollar en la madre habilidades parentales y por otro, estimular en las y los niños sus potenciales cognitivos, físicos, sociales y mentales, pero lo más importante de todo este trabajo es lograr que entre madre e hijo se genere una bonita relación, se fomente el vínculo, esta familia empiece a vivir en torno a los afectos”, releva.

El equipo de la fundación está compuesto por 60 personas a lo largo de todo Chile y en 2021 apoyaron a 1738 familias con su sistema ‘uno a uno’, que cubre cinco áreas del desarrollo: motricidad fina, gruesa, comunicación, resolución de conflictos y desarrollo socioemocional. Por otra parte, Anne indica que para acceder a este programa las familias deben cumplir ciertas condiciones, “tenemos el programa en cincuenta comunas, para postular las familias deben pertenecer al 40% más vulnerable y lo segundo es que informamos a programas como Chile crece contigo, a los consultorios y jardines de cada una de las comunas y ellos nos ayudan a traer familias”.

Políticas públicas integrales para el desarrollo de la primera infancia

El enfoque basado en la comunidad y sus vínculos con programas como Chile crece contigo, comunica a la fundación con el primer nivel de atención en salud de la red asistencial.

“El desarrollo de un niño es multidimensional, un niño tiene temas de salud en primera infancia, pero en general la carencia más grande es la falta de habilidades parentales y los resultados que estamos observando ahora es que más del 50% de los niños no habla, no se comunica, existe un descenso importante en cuanto a motricidad gruesa y fina -niños de tres o cuatro años que no saltan, no saben tomar una tijera o no pueden pegarle a un balón por falta de impulso de chute- vemos que hay un tremendo rezago producto de la pandemia, en que nadie se preocupó de estimular a los más chicos”, sentencia Traub.

“Esta situación pasa por pensar iniciativas enfocadas en este ciclo vital, esto no lo vamos a solucionar sólo con recursos, me encantaría ver políticas públicas que ayuden a las madres a comprender la importancia de la educación temprana para cambiar completamente la sociedad”, opina y de acuerdo con su experiencia en el área considera que, “existen muy pocos programas que se enfoquen en esta edad más allá de la salud, hay poca estimulación temprana; el Chile crece contigo trata de hacer un trabajo, le entrega un set a la familia a los dieciocho, veinticuatro y treinta y seis  meses, pero muchas de las familias no saben utilizar el material de apoyo”

Llegamos tarde como país, “hay protección al embarazo con una campaña más potente, pero desde los dos años hasta por lo menos pre kínder, existe menos preocupación (…) Mientras los niños no sean prioridad para Chile, llevar adelante este proceso va a ser muy difícil. Existen fundaciones que apoyan el proceso, pero yo con mi fundación y el corazón que le pongo apoyo a dos mil niños, pueden ser ocho mil personas pensando en que una familia la componen cuatro personas, es muy poco. Mi sueño es poder llegar al menos a doce mil niños que es donde se sitúa la pobreza extrema y que en generar son los niños que están fuera de sistema”.

Generar comunidades de mujeres empoderadas

Para Anne, es importante visibilizar iniciativas que aborden como primer elemento la maternidad y la comunicación entre pares. “Nosotros estamos haciendo un piloto en que intercalamos el trabajo individual una vez a la semana y otro día en modalidad grupal con cinco mujeres de su comuna en que se aborden temas que tienen que ver con educación, pero en liderazgo, empoderamiento, educación sobre violencia de género, educación financiera”, explica y agrega que, “el objetivo es formarlas como ‘mujeres power’ y después de que pasan por el programa queremos que sean representantes de la educación en sus comunidades, con el objetivo de que hagan talleres en sus vecindarios sobre liderazgo, género, violencia y sean referentes de la importancia de la educación y cómo nosotras mujeres madres podemos cambiar nuestra comunidad a través del buen trato y de la crianza positiva hacia nuestros niños”.

Para finalizar, Anne aborda la importancia de la detección temprana de las situaciones de violencia de género, “está super metida adentro de una mujer, cuesta más romperla, cuesta que las mujeres hablen sobre esas experiencias, pero la violencia en los niños la podemos atacar mucho antes”, indica y concluye que a través de este tipo de intervenciones las mujeres se encontrarán capacitadas para cambiar esta realidad, “si uno construye sobre un buen cimiento sobre todo emocional eso va a tener resultados en la vida en lo cognitivo y en lo académico. Un niño que aprende de chico el autocuidado, el autocontrol es un niño que al final va a tener más empatía y eso va a contribuir a la vida en sociedad”, cierra.

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