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Lily Garafulic: la mujer del cincel BRAGA

Lily Garafulic: la mujer del cincel

Es una de las escultoras y artistas más importantes de Chile. Fue la primera mujer en dirigir el Museo Nacional del Bellas Artes. La premio Nacional de Artes Plásticas 1995, es una mujer inolvidable que talló sus sentimientos en mármol, bronce y piedra.


Reconocida internacionalmente por sus obras, pero también por su legado como académica, Lily Garafulic Yancovic es junto a Rebeca matute y Marta Colvin, parte del trío de oro de la escultura nacional. Nacida en Antofagasta de una pareja de inmigrantes croatas, fue la menor de nueve hermanos. Esa ubicación en la familia le entregó privilegios como poder decidir hacer de su vida lo que deseaba. Contra la resistencia de sus escandalizados padres entró a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde estudió dibujo. Allí descubrió la escultura junto al maestro Lorenzo Domínguez, de quien sería su ayudante.

En un viaje a Europa conoció el escultor rumano Constantin Brancusi, padre del modernismo, quien se convertiría en una fuerte influencia en su línea escultórica. Gracias a la beca Guggenheim pudo seguir sus estudios en Nueva York.

En 1957 fue nombrada representante de Chile ante la UNESCO en la Asociación Internacional de Artes Plásticas. También participó en el Congreso de Dubrovnic, Yugoslavia. El mismo año fue becada por el gobierno chileno para estudiar Mosaico en Europa y el Medio Oriente. En 1959 fue nombrada presidenta del Comité Organizador del Tercer Congreso Regional de Artes Plásticas, patrocinado por las Naciones Unidas y la Universidad de Chile.

Pionera en la escultura

De regreso a Chile, se integró como maestra en la Universidad de Chile y se concentró en esculpir una de sus obras más monumentales: los 16 profetas de la cúpula de la Basílica de Lourdes en Quinta Normal. Gracias a esta portentosa creación, fue entrevistada por la revista Life.

Considerada una de las tres escultoras más importantes del país, junto a Rebeca Matte y Marta Colvin. En 1944, Lily Garafulic se convirtió en la primera mujer en realizar una exposición individual de escultura en el Instituto Chileno Británico de Chile. Y más adelante sería la primera también en dirigir el Museo Nacional de Bellas Artes, entre 1973 y 1977. A menudo le preguntaban si era Pinochetista por la fecha en que ocupó el cargo. Ella respondía que no, que se le insistió en tomar el trabajo y que lo hizo porque el museo estaba muy necesitado. Se concentró en modernizarlo, creó con la ayuda de la OEA y la Unesco, el laboratorio de restauración y conservación. Lideró también el catastro de las obras que hasta esa fecha no existía

Legado patrimonial

Tras su larga carrera recibió varios premios: del Círculo de Críticos de Arte (1985), el Premio Rebeca Matte otorgado por el Ministerio de Educación (1992), y el Premio Nacional de Arte otorgado por el gobierno chileno (1995), además de ser nombrada Profesora Emérita de la Universidad de Chile en 1997. En el 2018, el gobierno de Croacia le otorga póstumamente la condecoración Red Danice Hrvatske.

Lily Garafulic no se casó ni tuvo hijos, su vida era el arte. Falleció en Santiago el 15 de marzo de 2012 a los 98 años. Respetando su voluntad, su familia donó a la biblioteca del Museo Nacional de Bellas Artes parte de su biblioteca.

En 2013, la Universidad de Talca recibió como legado 65 obras escultóricas de la colección particular de la artista, que pasaron a formar parte de la Colección Patrimonial Artística de dicha institución.

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