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“Te violaron porque tu mamá no te enseñó a agarrarte los calzones”: Película visibilizará los abusos encubiertos del núcleo familiar chileno BRAGA Créditos: Foto de Agencia Uno

“Te violaron porque tu mamá no te enseñó a agarrarte los calzones”: Película visibilizará los abusos encubiertos del núcleo familiar chileno

Natalia Espinoza C
Por : Natalia Espinoza C Periodista - Contacto: braga@elmostrador.cl / (sólo wsp) Fono sección: +569 99182473
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“Hay que hablar” es el título del largometraje, basado en el libro “La Ropa Sucia (que en casa nunca se lavó)” de Paula Silva, que comenzará su rodaje en tres semanas gracias al trabajo colectivo de un equipo audiovisual y actoral compuesto 100% por mujeres. Financiadas a través de donaciones y un crowdfunding, el proyecto autogestionado pretende visibilizar a las mujeres que han sido víctimas silenciosas de un sistema que normaliza la violencia de género, y el cómo han buscado las formas de escapar de él, haciendo públicas sus vivencias a través de los movimientos feministas levantados por el Me Too, Ni Una Menos y Las Tesis. Para conocer más acerca de este proyecto, conversaron con El Mostrador Braga, la autora del libro y la directora general del filme, Arantxa Bodenhofer González.


“Para todas quienes nacieron o se hicieron ovejas negras de sus familias, simplemente porque se negaron a seguir guardando secretos”, con estas palabras parte la invitación de la escritora y abogada Paula Silva Terreros, autora del libro “La Ropa Sucia (que en casa nunca se lavó)”, un título publicado por la editorial Asterion donde aborda en primera persona su historia familiar.

“Mi madre fue abusada de manera sistemática por su padre; un hombre despiadado que no dudó en embarazarla una y otra vez, obligándola siempre a abortar. Yo crecí escuchando al mundo decir que todo lo que ocurría al interior de una familia, ahí quedaba”.

Ahora, la historia de su familia sale de las hojas del libro para ser interpretada en la pantalla grande. Hay que hablar es el título del largometraje que comenzará su rodaje en tres semanas y que busca visibilizar a las mujeres que han sido víctimas silenciosas de un sistema que normaliza la violencia de género, y el cómo han buscado las formas de escapar de él, haciendo públicas sus vivencias a través de los movimientos feministas levantados por el Me Too, Ni Una Menos y Las Tesis.

Para conocer más acerca de este proyecto, es que conversaron con El Mostrador Braga, la autora del relato y la directora general de la película, Arantxa Bodenhofer González, quien es la impulsora que dio origen a la propuesta.

La película será filmada en la Casa de la Mujer de Ñuñoa, la cual se presenta en la historia como “la casa de infancia” de esta familia. Allá llegan las hermanas Su, Fran, Po y la polola de ésta, Tam, quienes vienen a celebrar los sesenta años de Mu, la matriarca de la familia.

Lo que parecía ser una celebración, se transforma en una “tragedia insospechada”; la madre confiesa que desde niña fue violada por su padre y obligada a abortar. Esta revelación da paso a una catarsis colectiva donde cada una revisa su propia vida a la luz del recuerdo de todas las mujeres de la familia, llegando a tomar juntas una drástica decisión.

El surgimiento del proyecto

Arantxa es actriz de profesión y hace unos años conoció el término de “artivista”, el cual le dio un giro a la forma de lucha feminista que había seguido durante años. “Me encantó porque se usa el arte para hacer activismo”, comenta.

El proyecto de llevar el relato de Paula a la pantalla grande nace hace aproximadamente dos años, cuando con Verónica González, su madre y maestra, se devoraron el libro en menos de una hora. Bodenhofer sintió que era un tema del que “hay que hablar” razón que le dio el nombre al filme.

La película tiene una premisa muy importante, y es que busca ser un espacio seguro para sus participantes, por lo que desde la pre producción hasta la post producción, será realizada 100% por mujeres.

“La equipa” -como se autodenominan- está conformada por Arantxa Bodenhofer González (Directora general), Debora Weibel Bracamonte (Directora), Verónica González Vallejos (Directora de actrices), Patricia González Álvarez (Guionista), Francisca Arce Valdovinos (Productora general), y Paula Silva Terreros (Autora). Al elenco en sí, se suman las actrices Lorena Capetillo, Magdalena Acuña y Alejandra Araya.

La unión hace la fuerza

Durante este proceso de pre producción, el desafío más grande que han tenido que sortear ha sido lograr formar un equipo compuesto 100% por mujeres, ya que aun sabiendo que hay muchas compañeras talentosas, llegar a conocerlas requiere movilizar todas sus redes de contacto.

“Hoy día estamos súper orgullosas de estar así, porque finalmente, como es un proyecto autogestionado, empezamos como las plantitas, trabajamos en nuestros tiempos libres. Paralelamente, todas estamos laborando en otras cosas para producir, porque tenemos familias y necesitamos vivir, mantenernos y comer”, puntualiza.

De hecho, para poder financiar el proyecto, hicieron un crowdfunding, y constantemente organizan actividades en la Casa de la Mujer de Ñuñoa, justamente este viernes 30 tienen una tertulia en dicha ubicación, “hemos recibido de Lorena Monsalve, que es la directora de la casa mucho respaldo, desde el día uno nos abrió las puertas”.

Con Lorena y con el equipo de especialistas que trabajan en la casa, quienes en su día a día deben lidiar con las consecuencias que atraviesan las víctimas de violencia de género, han podido “ponerle la realidad y la crudeza al guion”, ya que como parte de los objetivos del filme, se halla el deseo de que las y los espectadores puedan empatizar y aprender, que sepan que se puede denunciar, además de a dónde acudir por ayuda si están sufriendo algunas de las vulneraciones que se cuentan en el filme.

Respecto de la adaptación del libro a su versión audiovisual, Paula explica que el relato en sí no es feminista, pero que si considera temas del feminismo, como lo es la familia patriarcal, que es una estructura típica donde los secretos son guardados por generaciones y, donde suele hacerse muy poco para terminar con los abusos, a pesar de lo comunes que son.

De hecho, existe una cifra negra de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, en Chile, según el Observatorio Niñez y Adolescencia, solo en 2019, la Fiscalía ingresó más de 32.000 nuevos casos por delitos sexuales.

La escritora narra que desde pequeña le dijo a su mamá que escribiera su historia, pero que ésta por muchas razones no lo llevaba a cabo. Finalmente, ya durante la pandemia y con su consentimiento, decidió tomar la pluma por su propio puño. “Me molestaba que mi mamá fuera la única que pagaba por todo el daño que le habían hecho y quería cambiar eso”, relata.

“Pasaron mil cosas cuando ella trataba de pedir ayuda. Una de esas historias está incluso relatada en el libro. Mi mamá a la primera persona que se atrevió a decirle todo fue a una monja que era amiga de mi abuela, pero la monja la culpó a ella. Una tía le decía también que eso le pasaba porque no le habían enseñado a ‘agarrarse los calzones’. Son respuestas que no se esperan de tu propia familia”, tras la publicación del libro, Paula cuenta que justamente esta tía se acercó a pedirle perdón.

Finalmente, en miras a esta nueva etapa del libro, una vez que termine la producción, Paula comenta que el objetivo del equipo es participar en festivales de mujeres en Latinoamérica.

“Creemos que hay bastantes posibilidades, incluso en Europa de llevar la película a festivales de mujeres. Lo que más queremos es mostrarla en la mayor cantidad de lugares posible porque creemos que es un tema del que hay que hablar, por eso la película se llama así, y queremos que se hable del tema hasta el último rincón de Chile”.

De esta manera, luchar porque nunca más a una víctima la silencien bajo el argumento de que la ropa sucia se lava en casa.

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