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A 120 años del natalicio de Elena Caffarena: rememoran el legado de la abogada feminista BRAGA Créditos: Archivo Universidad de Chile

A 120 años del natalicio de Elena Caffarena: rememoran el legado de la abogada feminista

Caffarena destaca por ser parte de las primeras quince abogadas tituladas del país, además de su participación constante en organizaciones feministas de la época, como el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), del cual fue miembro fundadora, y también la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF). Sin duda, estas experiencias impregnaron a Caffarena de un profundo compromiso con la emancipación de las mujeres y su carácter de sujeto político en el país, consolidándose como una de las figuras feministas más relevantes de la historia nacional.


El 23 de marzo de 1903 comienza la biografía de quien marcó un antes y un después en la historia política de Chile y Latinoamérica. Elena Mafalda Zunilda Caffarena Morice, más conocida como Elena Caffarena, nació en la ciudad de Iquique, tierra nortina que años más tarde dejó junto a su familia para trasladarse a Santiago. 

Durante su adolescencia, Elena Caffarena ingresó al Liceo N°4, para luego ingresar a la carrera de Derecho en la Universidad de Chile. Es en esta institución que empieza a perfilarse como figura política, junto a otras personalidades en la Federación de Estudiantes de la Casa de Bello (FECH).

Inserta en un contexto convulso a nivel nacional y mundial, y en el fragor de los debates propios de las organizaciones sociales y políticas de la época, Caffarena manifestó desde un principio su interés por las causas feministas, las que plasmó en su investigación volcada al derecho con perspectiva de género. 

Lo anterior se evidencia en su tesis de grado en 1926, titulada “El enriquecimiento sin causa a expensas de otro en el Derecho Civil Chileno”, la que destaca por dos aristas. La primera, y que requiere ser mencionada por las constantes barreras que vivían las mujeres en el mundo del derecho, por su aprobación con distinción máxima. La segunda, por ser uno de los textos rectores y pioneros en el abordaje de esta materia en el derecho civil chileno.

Caffarena también destaca en la historia nacional por ser parte de la lista que integran las primeras quince abogadas tituladas en Chile, hito trascendental que se vincula a la lucha conjunta que realizaron distintas profesionales por la conquista del voto femenino. 

A esto se suma su paso por distintas organizaciones feministas de la época, como el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), del cual formó parte y fue miembro fundadora, y también la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF). Sin duda, estas experiencias impregnaron a Caffarena de un profundo compromiso con la emancipación de las mujeres y su carácter de sujeto político en el país.

Sobre su relevancia en la historia feminista, la coordinadora del Área de Investigación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello, Ariadna Biotti, señala que Elena Caffarena, “consciente de su realidad, escribió textos importantes para la jurisprudencia, en pos de defender derechos mínimos de las mujeres, tales como la posibilidad de recibir una pensión de alimentos por los hijos aun cuando hubieran abandonado el hogar conyugal o tomar decisiones comerciales dentro del matrimonio”.

Biotti destaca la relevancia de conservar el patrimonio histórico de las mujeres y el trabajo que realiza en esta línea el equipo profesional del Archivo Central Andrés Bello. “En nuestra institución, guardamos documentación que acredita la condición de estudiante de Elena Caffarena en cuanto a su rendimiento académico. No obstante, no contamos con mayor documentación histórica, es decir, vestigios que hayan quedado de su pasado directo”.

Por lo anterior, la profesional del Archivo Bello resalta el compromiso del núcleo patrimonial y su equipo que trabaja con criterios de puesta en valor con perspectiva de género. “Este es un tema en sí mismo, frente al cual quisiéramos subrayar la importancia social, política y cultural de incentivar la conciencia, la educación y el respeto por el patrimonio. Necesitamos archivos y museos para preservar la presencia de las mujeres, materiales que permitan hacer de la memoria un trabajo constante”, explica.

Finalmente, reitera que pensar en Elena Caffarena “nos motiva a ir mucho más allá de las identidades sexogenéricas impuestas por el modelo capitalista, nos llena de fuerza y sentidos indicándonos cuán vigentes siguen siendo las temáticas que ella afrontó y cuánto aún debemos trabajar para abrir caminos amplios para las mujeres del mañana, pero aún más allá, para las personas, por el simple hecho de ser y existir, sin importar su identidad sexogenérica”, concluye.

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