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María de la Cruz Toledo, la primera mujer electa senadora en Chile BRAGA

María de la Cruz Toledo, la primera mujer electa senadora en Chile

Natalia Mora Olavarría
Por : Natalia Mora Olavarría Periodista en El Mostrador Braga
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La escritora, periodista y política, fue creadora del Partido Femenino chileno y férrea defensora de las mujeres, lo cual la llevó a convertirse en la primera senadora del país.


Hija de Marco Aurelio de la Cruz y Edicia Toledo, María de la Cruz Toledo nació el 18 de septiembre de 1912 en Chimbarongo. Cursó su educación primaria y secundaria en el Colegio Rosa de Santiago Concha y en el Liceo Nº 5 de Santiago.

Fue escritora autodidacta de artículos, folletos, poesías y novelas y a pesar de que en sus registros no figura el haber estudiado alguna carrera universitaria, fue catalogada como periodista de oficio. Se desempeñó como editora y directora de la revista Luz y Sombra, dedicada a las personas con discapacidad visual, y fue comentarista política en el programa “María de la Cruz habla”.

En 1940 publicó “Transparencias de un Alma”, un libro de poemas; y más tarde, en 1942, su novela corta “Alba de Oro”.

Para aquella época, en los años 40, el movimiento que defendía los derechos de la mujer estaba consolidado. En 1946, de la Cruz participó en la fundación del segundo partido ligado a las mujeres en Chile, el Partido Femenino de Chile, que tenía antecedentes en las acciones desarrolladas por Amanda Labarca, Elena Caffarena y Angélica Matte.

Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de María de la Cruz Toledo, quien se convirtió en una líder del movimiento feminista de la época, apoyando los derechos civiles y políticos de la mujer.

El Partido Femenino de Chile dio nuevos aires al feminismo en Chile. Su aparición motivó movilizaciones, foros y debates para discutir la situación real de las mujeres, y buscó formar cívicamente a la mujer para que tuviera plena consciencia de sus derechos, alcanzando una enorme fuerza entre las trabajadoras y las mujeres de estratos medios.

Fundación del Partido Femenino de Chile.

Otro de los grandes logros que se le atribuyen a este partido fundado por de la Cruz es la creación de leyes especiales de protección y la eliminación de leyes que desfavorecían a las mujeres. Todas estas iniciativas se tradujeron en la ley que les dio derecho a voto a las chilenas -para elecciones parlamentarias y presidenciales- que fue promulgada en el año 1949.

El derecho a voto femenino para las elecciones presidenciales hizo que la organización, según los registros, alcanzara a tener cerca de 27 mil afiliadas.

En 1950, María de la Cruz ingresó de lleno a la carrera política, postulándose como candidata a senadora por Santiago, en elecciones que fueron efectuadas para reemplazar el cupo dejado por el fallecido ex Presidente Arturo Alessandri Palma. Sin embargo, su primer intento por alcanzar el Parlamento no prosperó, siendo derrotada en las elecciones.

No fue hasta 1952 cuando pudo demostrar sus habilidades políticas. En las elecciones presidenciales de dicho año fue la generalísima de la campaña del ex militar Carlos Ibáñez del Campo. Al ser electo, la gestión de la escritora y política motivó al nuevo presidente a ofrecerle asumir la cartera de Educación en el nuevo gobierno, cargo que rechazó.

Tras esto, aceptó presentarse a la elección complementaria que debió realizarse para llenar la vacante en el Senado por el electo presidente Ibáñez. De esta manera fue designada candidata del partido Democrático de Chile, con el apoyo en su candidatura del Movimiento Nacional Independiente, la Organización de Mujeres Independientes, el Movimiento Nacional Ibañista, el Partido Femenino y el propio presidente electo.

Fue así como el 4 de enero de 1953 se convirtió en la primera mujer en llegar al Senado, tras lograr una abrumadora mayoría, definida como la más alta alcanzada por un parlamentario hasta esa fecha. Originalmente, fue electa senadora para periodo 1949-1957, pero no logró terminarlo, siendo desaforada a del cargo el 4 de agosto de 1953 por estar involucrada contrabando y comercialización de relojes.

Su expulsión del Congreso no solo significó el término de su carrera política, sino que también la desintegración del partido al que representaba. Cuando su carrera política estaba sepultada, los tribunales la declararon inocente.

Continuó en la política en los años posteriores, participando en la campaña presidencial de Jorge Alessandri en 1958 y en la del candidato Jorge Prat, en 1964. A fines de la década de los sesenta, ingresó al Partido Nacional, desde donde se transformó en opositora a la Unidad Popular.

Finalmente, falleció el 1 de septiembre de 1995 en Santiago. Enmarcó un antes y un después en la historia de las mujeres y el acceso a los cargos políticos en Chile, siendo recordada por su lucha y los obstáculos a los que se debió enfrentar para consolidarse en el cargo.

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