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Ivonne Toro, en la presentación de su libro “La niña Ámbar”: “Todavía tengo pesadillas” BRAGA

Ivonne Toro, en la presentación de su libro “La niña Ámbar”: “Todavía tengo pesadillas”

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Tras cuatro años de investigación y más de cien entrevistas en torno al asesinato de Ámbar Cornejo y a la pregunta de si fue posible evitar este desenlace, la periodista logró conocer en detalle las mentes detrás de este crimen, las falencias del Estado y del sistema judicial.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El libro “La niña Ámbar: crónica del horror de un psicópata y las fallas del Estado”, escrito por Ivonne Toro, examina el caso de Ámbar Cornejo, víctima de abuso y desprotección por parte del Estado chileno. Desde pequeña, Ámbar enfrentó violencia y negligencia, culminando en su asesinato por su madre y su pareja, Hugo Bustamante. Toro detalla las fallas del sistema de protección infantil y la falta de recursos y protocolos. Durante la investigación, Toro descubrió nuevos crímenes de Bustamante, resaltando la necesidad urgente de reformas para proteger a los menores en Chile.
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La primera vez que un organismo del Estado fue notificado de las amenazas que acechaban a Ámbar Cornejo, ella tenía tres años. A los cuatro fue ingresada a una residencia del Sename, porque de su madre no recibía ni los cuidados más básicos. A los siete fue abusada sexualmente. A los nueve, un centro especializado recomendó que la niña quedara al cuidado de su abuela. A los doce, un tribunal de familia determinó que volviera a vivir con su madre. En sus dieciséis años de vida, doce jueces decidieron sobre el destino de la niña. Pero el aparataje estatal de protección de derechos de la infancia fracasó y Ámbar quedó en el desamparo. En 2019 su madre inició una relación amorosa con Hugo Bustamante, un psicópata y asesino que había salido con libertad condicional de la Cárcel de Valparaíso. Entre ambos planificaron el homicidio de Ámbar. Ella lo facilitó, él lo ejecutó.
De esta forma se introduce el libro “La niña Ámbar: crónica del horror de un psicópata y las fallas del Estado”, una investigación realizada por la periodista Ivonne Toro y que se publicó como parte de la Colección Tal Cual, alianza entre el Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) UDP y Editorial Catalonia.
En la presentación del libro, realizada en la Facultad de Comunicación y Letras UDP, Toro conversó con la periodista Andrea Arístegui acerca de lo que la llevó a comenzar este trabajo, las dificultades, la crudeza y los nuevos hallazgos que conllevó, los cuales se tradujeron en un importante golpe periodístico y en una nueva oportunidad de justicia para un caso que ya parecía olvidado.
“En medio de la investigación de la Fiscalía, empieza a salir información sobre una vida que había sido muy dura desde que Ámbar era muy pequeña y de la cual el Estado había estado siempre alertado que necesitaba protección. En ese minuto es que digo que falló el Estado, al punto de que estaba a cargo de su madre, que  es una persona que no tiene las habilidades para cuidarla. Falló también al dejar en libertad a alguien que había cometido dos homicidios, uno de ellos a un niño de 9 años, que debía estar cumpliendo pena y estaba en libertad condicional”, comentó la periodista sobre su motivación inicial para iniciar la investigación.
Al avanzar en la misma, Toro detectó las dificultades del sistema, en el que las decisiones  que se tomaron en torno al cuidado de Ámbar terminaron con su brutal asesinato.
“Me hablan mucho de lo del secreto para proteger a los menores, que es algo que se entiende perfectamente, pero el secreto también termina protegiendo a la gente que va fallando. Como no se tiene acceso a los antecedentes, los errores van quedando también ocultos. No sé cómo se soluciona eso, pero hay ahí un problema. No puede ser que un juez parta desde cero una historia que tiene un pasado y, por lo tanto, las fallas sí son reiteradas”, planteó.
A este escenario, la investigadora suma la falta de recursos destinados a la protección de menores en situación de vulnerabilidad, con todo lo que eso trae consigo. “Hay un discurso de todos los sectores políticos que dicen que los niños son prioridad, pero al parecer no estos niños, no los que están vulnerables, porque no están los recursos, no está la fiscalización, no está la capacitación cuando organismos técnicos tienen que entregar informes a jueces. Entonces, la falla es reiterada y es del poder judicial, pero también del poder político cuando se tiene que tomar decisiones. Creo que ahí hay un tema país que no se aborda, quizás porque los niños no votan. no se si hay voluntad de resolverlo, pero algo hay que hacer”, sostiene.

Entrevistas a los asesinos: “todavía tengo pesadillas”

Si bien nunca fueron pensados como los protagonistas del libro, para contar la historia de Ámbar era necesario conocer la de quienes terminaron con su vida. Ivonne Toro entrevistó siete veces a Hugo Bustamante y también pasó un tiempo considerable con Denisse Llanos, madre de Ámbar, quien participó activamente en la planificación de su asesinato.
La periodista comenta que acercarse a conversar con una persona como Bustamante “es bastante una traducción, es un idioma que uno no entiende y que tiene que tratar de comprender para lograr comunicarse. Es difícil, porque las respuestas de él son muy absurdas para mí y para él son muy lógicas, y viceversa, mis reacciones para el son incomprensibles. Emocionalmente es muy fuerte que alguien te pueda relatar todo el daño que hizo sin que tú observes en esa persona ninguna emoción, ninguna culpa, ningún remordimiento, ninguna capacidad de sentir. Y, pese a eso, mantener una relación respetuosa, tratar de ser cordial, confrontarlo sin gritarle, que es lo que uno hubiera querido hacer”.
Esa actitud adoptada por Toro conmovió a Bustamante. “Conmoviste a un sociópata”, le dijo en una de las entrevistas.
“Te tengo un regalo”, agregó a continuación. Luego de estudiar la lista de rasgos que pueden definir a un psicópata, hasta entonces a Ivonne no les calzaba que Bustamante hubiera empezado a matar a una edad tan avanzada, por lo que un día le preguntó si había asesinado a más personas. Este regalo que él le ofreció fue la respuesta a esa interrogante.
“Me dio los dos nombres. me quedé muda, no hice nada y seguí haciendo lo que estaba haciendo”, recuerda. Esto abrió una nueva línea investigativa que terminó con el hallazgo de los cuerpos de Elena Hinojosa y su hijo Eduardo Páez, ambos desaparecidos desde 1996. Esto se convirtió en un golpe periodístico que puso la mirada pública nuevamente en el caso de Ámbar.
Pese a la crudeza de esta experiencia con Bustamante, Ivonne Toro reconoció que entrevistar a Denisse Llanos, madre de Ámbar fue aún más difícil. “En el primer encuentro, hay una parte de uno que quiere creer que hay bondad, que dentro de la otra persona se produjo un hecho terrible que la llevó a cometer estos actos horrendos, pero que vas a encontrar una veta de bondad que te permita decir ‘Ámbar en algún minuto se sintió amada por su mamá’. Yo de verdad quería encontrar eso porque pensaba en qué te refugias tú en un momento tan terrible como cuando una persona como Bustamante te está asesinando y yo decía ‘debe haberse refugiado en algún minuto de felicidad, tal vez Denisse en algún momento la quiso’. y me encuentro con una persona que todo el tiempo vuelva a hablar de sí misma frente a cualquier situación. Para ella lo más grave que ocurrió en esta historia es que está presa Y que, por lo tanto ella, que es una persona super sociable y amigable, está sola”, relató.
“Siento que Ámbar, si alguna vez fue feliz, nunca fue con esta persona que es incapaz de quererla. Cada vez que Ámbar tuvo la mínima posibilidad de ser protegida y ser feliz, ella siempre intervino para evitarlo. Buscó dañarla y eso es maldad en estado puro”, agregó.
La presentación del libro mostró con honestidad el proceso profesional y personal de la investigadora, quien confesó algunas de las secuelas personales que tuvo tras la experiencia. “Todavía tengo pesadillas cada cierto tiempo y creo que también está bien que nos pase eso. Tal vez, si no nos pasaran estas cosas, seríamos estos dos personajes. Yo creo que ellos dos no tienen pesadillas”, concluyó.
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