
Por qué la “L” lidera LGBTIQA+: visibilización lésbica y barreras en salud en Chile
El Día Nacional de la Visibilidad Lésbica en Chile, que conmemora a Mónica Briones, busca visibilizar a mujeres lesbianas y denunciar las barreras que enfrentan, especialmente en el acceso a una atención en salud sexual y reproductiva inclusiva, libre de discriminación y estigmas.
¿Te has preguntado por qué la “L” encabeza la sigla LGBTIQA+? No es casualidad. Es una elección deliberada que busca poner en primer plano a las mujeres lesbianas, históricamente invisibilizadas, incluso dentro de las propias diversidades sexuales y de género.
La necesidad de reconocimiento y memoria dio origen al Día Nacional de la Visibilidad Lésbica, que se conmemora cada 9 de julio en Chile. La fecha recuerda a Mónica Briones Puccio, asesinada en 1984 en un crimen de odio lesbofóbico que marcó un hito en la lucha por los derechos de las mujeres lesbianas en el país.
Se trata del primer caso documentado de su tipo en Chile, recientemente reconocido como un femicidio lesbofóbico. Luego de años de impunidad y silencio, el caso volvió a cobrar relevancia en 2006 gracias al trabajo de la activista y periodista Érika Montecinos, quien lo rescató en un reportaje publicado en la revista Rompiendo el Silencio.
Barreras en salud para mujeres lesbianas
En este contexto, desde APROFA -organización dedicada a promover los derechos sexuales y reproductivos- hicieron un llamado a visibilizar las barreras que aún enfrentan las mujeres lesbianas en el acceso a una atención de salud sexual y reproductiva digna, inclusiva y libre de discriminación.
“Uno de nuestros objetivos es avanzar en la eliminación de mitos y estigmas que siguen afectando su acceso a una atención digna, respetuosa e inclusiva”, aseguraron desde la organización.
Un estudio realizado en 2024 por las investigadoras Valentina Andreani, Fabiana Ivankovic y Catalina Díaz, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, evidenció significativas brechas en la atención ginecológica hacia mujeres no heterosexuales.
Según el estudio, publicado en la revista Punto Género, el 90% de las mujeres encuestadas señaló que debió mencionar por iniciativa propia su orientación sexual durante las consultas médicas, lo que evidencia una preocupante falta de proactividad por parte del personal de salud para abordar esta dimensión clave en la atención ginecológica.
Desinformación y estigmas limitan acceso a salud lésbica
Desde APROFA advierten que las mujeres lesbianas enfrentan diversas barreras que impactan negativamente su acceso a una atención adecuada en salud sexual y reproductiva, destacando principalmente la desinformación y la discriminación dentro del sistema de salud.
“Las cifras demuestran que la mayoría de lesbianas en Chile no suelen acudir a realizarse el examen Papanicolau (PAP), ya sea porque creen que no lo necesitan o por temor a ser discriminadas o violentadas durante la atención”, explican desde la organización.
Además, persiste una fuerte estigmatización en el ámbito de la salud, porque “se les encasilla y estereotipa, asumiendo erróneamente, por ejemplo, que al no tener una pareja heterosexual no desean ser madres, o, por el contrario, se les cuestiona si manifiestan que no quieren tener hijos/as”.
Esta realidad se refleja también en otros ámbitos de la atención médica. Según APROFA “muchas veces no reciben información adecuada sobre cómo vivir una sexualidad fuera de los modelos heteronormativos y cisgénero. Tampoco se les indica que, independientemente de su orientación sexual, deben realizarse exámenes preventivos como el PAP, mamografías o pruebas de ITS. Su orientación no define sus necesidades ni diagnósticos en salud”.
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