BRAGA
La pintora y profesora formó parte de la promoción de artistas “Generación del ‘13”, y cumplió un rol importante como miembro del grupo fundador de la Sociedad Nacional de Bellas Artes, marcando parte de la historia pictórica nacional e internacional con su arte y su compromiso.
La pintora chilena Judith Alpi nació en la ciudad de Santiago en marzo de 1893. Fue parte de la “Generación del ‘13”, primer grupo pictórico de Chile, cuyo nombre se debió a la exposición conjunta que se desarrolló en 1913, en los salones del diario chileno El Mercurio, siendo una de las pocas mujeres que integraron el grupo.
Luego de abandonar sus estudios musicales y de recibir lecciones de pintura de Nicanor González Méndez, ingresó a la Escuela de Bellas Artes donde fue alumna de importantes artistas de la época, como Fernando Álvarez Sotomayor y Juan Francisco González.
Sus obras y su trabajo se caracterizaron por “la fineza desplegada en el oficio, los colores luminosos y la soltura y vigor de sus pinceladas, primando en ellos, la pintura por sobre el dibujo”, como se describe en el Museo Nacional de Bellas Artes. Su quehacer pictórico se vio enriquecido con su afición de coleccionista de obras de arte europeo y chileno.
Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de Judith Alpi, quien comprendió las artes como un campo que la mujer debe hacer propio y en el que debe desenvolverse comprometidamente.
La pintora chilena y profesa Judith Alpi.
Con un carácter colorido y luminoso, sus obras pictóricas se convirtieron en referentes, enmarcando la estética de la “Generación del ‘13”, promoción de artistas que se formaron bajo las enseñanzas del maestro español ya mencionado Fernando Álvarez de Sotomayor, contratado como director de la Escuela de Bellas Artes en 1912.
En 1914, Judith Alpi se unió al grupo de artistas femeninas de la época, lo cual generó un importante aporte al reconocimiento al talento de las mujeres en la escena pictórica del momento. Posterior a ello, fue una de las seis primeras pintoras chilenas que expusieron sus obras en los Salones oficiales de Santiago entre 1915 y 1916, junto a Ximena Morla de Subercaseaux, Elmina Moisan, Sara Camino, Miriam Sanfuentes y Dora Puelma.
En 1918, la pintora formó parte del grupo fundador de la Sociedad Nacional de Bellas Artes, la que hoy se constituye como una institución que reúne el arte oficial y el arte femenino independiente.
En cuanto a la internacionalización de su carrera como artista, Alpi participó en exposiciones fuera del país como la Iberoamericana de Sevilla en 1929, donde recibió una medalla en reconocimiento por su pintura Kimono Blanco, y la Exposición de Pinturas y Esculturas Chilenas contemporáneas en Buenos Aires en 1953.
KIMONO BLANCO de Alpi, Judith (1893-1983) Óleo sobre tela 198 x 150 cm Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile
Dentro de otros premios y distinciones destacadas que logró obtener la artista, se destacan el Premio en retrato del certamen Arturo M. Edwards, en el Salón Oficial, en 1924, y la Primera Medalla en Pintura, también en el Salón, en 1926.
Finalmente, Alpi se desempeñó como profesora de la Escuela de Artes Plásticas en el Liceo Nº1 de Niñas en Santiago, en el Instituto Pedagógico y la Escuela de Artes Aplicadas, hasta el día de su muerte en febrero de 1983, a los 89 años.
