Björk inicia gira y promoción de «Vespertine»
La cantante islandesa Björk, elogiadísima protagonista del filme «Dancing In The Dark», estrena mañana en París un nuevo tipo de conciertos, más intimistas, destinados ante todo a «sonar» impecablemente y a lanzar su nuevo CD, «Vespertine».
Este álbum fue calificado por su compañía de discos (Polydor) de «adulto» y sigue a los rotundos éxitos de «Debut» (1993), «Post» (1995) y «Homogenic» (1997), alcanzados en solitario por esta artista, nacida en 1965 en Reykjavík, que desde los 11 años no ha cesado de causar sensación en el mundo musical, primero nacional y luego internacional.
Anticipo de la sofisticada euforia casera que se anuncia para las nuevas canciones de Björk, creadora anarquista, punk y surrealista que se considera en perpetúa superación de sí misma, su «single», «Hidden Place», está ya disponible en el mercado.
Desde su portada, inconfundible, la cantante contempla impertérrita a su comprador, medio oculta entre una poblada cabellera, con una extraña y ciclópea mirada embadurnada de una especie de baba lacrimógena.
Sin duda, con este particular retrato poco favorecedor la osada Björk quiere dar una clara idea a su público de lo que significa para ella «Vespertine», su primer CD en los últimos tres años, si se descuenta «Selmasongs», banda sonora del filme de Lars Von Trier, que en mayo de 2000 le lanzó como actriz en el Festival de Cannes.
Una manera más de mostrar cuán poco temerosa del éxito o del fracaso es esta artista que renunció al cine tras conmocionar Cannes y obtener el Premio a la Mejor Actriz con la que asegura será su primera y su última interpretación cinematográfica.
El reto máximo de esta temeraria mujer será ahora la gira de conciertos que inicia el sábado en París y que continuará por Londres, Amsterdam, Tokio y Los Angeles, para volver en noviembre a la capital francesa e intentar satisfacer un poquito más a esa multitud de «fans» que este mes de agosto soñó con verla.
Björk, acostumbrada a actuar en estadios y grandes salas, quiere marcar la llegada de su nuevo álbum en lugares de impecable calidad acústica, teatros y óperas, principalmente, lo que a menudo implicará un pequeño auditorio.
A veces mínimo, como el que reunirá en la histórica y monumental Saint Chapelle parisiense los próximos 23 y 25 de agosto para cantar sin micrófono ante no más de 350 personas, acompañada por la arpista Zeena Parkins y por el dúo electrónico Matmos.
Pero antes, cuatro mil privilegiados podrán escucharla en el cine Rex entre el sábado y el lunes, junto a un coro de niñas nativas de Groenlandia y 80 músicos de la orquesta filarmónica «Il Novecento», dirigida por Simon Lee.
Mezcla de música electrónica, orquesta y coro, «Vespertine» ha sido convertido en espectáculo para esta gira de promoción que el próximo septiembre llevará a Björk a ser la primera artista pop que actúe en la «English National Opera» de Londres, ciudad donde esta primavera habló un poco de su futura obra.
«Es música tranquila, introvertida, llena de susurros, de improvisación» que habla «de la relación que tenemos yo y yo misma», explicó.
«Introspección» parece ser la palabra clave de este cuarto álbum, cuyo título además de designar «el amanecer, el crepúsculo y otras palabras de eco poético, valor contradictorio y múltiples significados como amar, cazar o entregarse de sol a sol, corresponde a una flor que se abre, a un animal que comienza su actividad al atardecer, a la última plegaria del día o a la estrella de Venus que puede verse con la última luz del día».
EFE