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Líder de los Rolling regresa solo con Goddess in the Doorway

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El mítico líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, abandona de nuevo temporalmente la banda británica para emprender su cuarta experiencia en solitario con Goddess in the doorway, un álbum que el mismo define como «el más personal e íntimo» de su carrera y en el que colaboran Lenny Kravitz y Bono.


Fue en 1985 cuando por primera vez Mick Jagger decidió tomarse un respiro y debutar en solitario con She’s the boss, al que seguiría dos años más tarde Primitive cool.



Pero a pesar de ser una de las grandes estrellas del firmamento musical, no consiguió el respaldo de la crítica y del público, e incluso Keith Richards, el guitarrista de los Stones, le acusó de traicionar el estilo del grupo.



Sin embargo, a principios de los noventa, con Wandering Spirit (1993), su tercer proyecto en solitario, recibió todo tipo de elogios en un momento en el que Richards, el otro stone más carismático, debutaba solo con Main offender.



Ahora, el intérprete de clásicos como Brown sugar o Satisfaction quiere repetir el éxito de Wandering Spirit con Goddess in the doorway, un disco en el que, según su autor, lo más importante es que se ha mantenido totalmente fiel a la idea original. «A veces -asegura-, las canciones adquieren vida propia, lo cual es genial».



Para Jagger, de acuerdo a declaraciones del cantante difundidas por su firma discográfica, «se trata de canciones muy íntimas que alguien podría cantarnos directamente a cualquiera de nosotros. Me encanta el proceso de creación de una canción, y haciendo este disco me he divertido mucho en mi casa de Francia».



Mick Jagger ha incluido en este trabajo «una mezcla de canciones románticas junto a otras que se ocupan del lado más espiritual de nuestra existencia, pero no fue algo premeditado».



Las canciones de Goddess in the doorway van desde un gospel como Joy, que incluye la colaboración de Bono, el rock de God Gave Me Everything, en colaboración con Lenny Kravitz, un tema futurista como Hideaway, producido por Wyclef Jean, y pop sencillo mezclado con soul en Visions of Paradise, una canción escrita junto a Rob Thomas.



Jagger, que el próximo año cumplirá treinta años al frente de los Rolling, ha producido muchos de los temas del disco, y ha colaborado muy de cerca con el antiguo teclista de los Stones, Matt Clifford, y con Marti Frederiksen, de Aerosmith.



A sus 58 años, y convertido ya en una leyenda, Jagger comenta de sus canciones que Visions of paradise es la «más romántica y con una letra llena de esperanza»; Joy es «un tema tipo gospel»; Dancing in the starlight habla de «la satisfacción de sentarse en la playa por la noche»; God gave me enerything, compuesta junto a Lenny Kravitz, hace referencia a «la inspiración divina», y Hideway, es una canción «muy al estilo de Al Green«.



De Don’t call me up, la más antigua del disco, dice que fue escrita durante la última gira de los Rolling Stone; Lucky day es un tema que «incluye una cierta influencia de estilo reggae»; Everybody getting high es «una canción de rock con toques de comedia»; Gun, la «más dura y compuesta en un día de mal humor»; Too far gone habla de «lo deprisa que está cambiando el mundo», y Brand new set of rules está «escrita en la cama» y con las voces de sus hijas al fondo.



Mike Jagger y Keith Richards no son los únicos stones que han experimentado en solitario. El bajista Bill Wyman grabó Double bill con su banda The Rhythm kings, un álbum con un estilo blues muy alejado del que ha convertido a los Rolling Stones en una de las bandas emblemáticas del rock internacional.


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