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La serie argentina que saca roncha entre los políticos

Un nuevo programa de la televisión trasandina recrea la corrupción política pocos meses antes de las elecciones.


Escenas de clientelismo político, corrupción y negociados entre dirigentes en busca de poder acaparan un nuevo programa de la televisión argentina, cuyo estreno, pocos meses antes de las elecciones generales del país, levantó gran polvareda.

«El puntero«, que emite el Canal 13 de Buenos Aires, trata sobre un dirigente político con aspiraciones de alcalde de un municipio del populoso cinturón urbano de la capital argentina que arrea a «su gente» a los actos políticos y que es capaz de amenazar con quitarle el beneficio de planes sociales a los seguidores que no acaten sus indicaciones.

Cuando faltan cinco meses para los comicios presidenciales, la serie, estrenada el pasado domingo con una audiencia superior a 1.700.000 espectadores, desató esta semana una «ebullición en las redes sociales con comentarios a favor y en contra», admite el guionista de la emisión, Mario Segade.

«Los productores entienden que este es un año electoral y que puede funcionar un programa así, pero no jugamos con la noticia del momento, ni con el diario del día. No hay ninguna idea de referirnos a la parte documental del asunto», explica el guionista de «El puntero», que se emite los domingos y miércoles bajo la dirección de Daniel Barone y Marcos Carnevale.

El actor Julio Chávez es precisamente quien se pone en la piel del puntero que, con sus largas patillas, su figura nada prolija y su aire «setentista», lidia entre los pedidos de los habitantes de un barrio marginal, las negociaciones con los funcionarios de turno y el activismo de los «militantes», que parecen más seducidos por el dinero y el poder que por mejorar la realidad que los rodea.

Entre los seguidores de Pablo Aldo Perotti, alias el «Gitano», no faltan incluso «barrabravas» (hinchas violentos) que manejan la distribución de la droga en el municipio, como es el caso de Lombardo, interpretado por Rodrigo de la Serna.

«¿Cuánto me van a pagar por eso?», pregunta en el primer programa el «Gitano» a un funcionario clave de la Alcaldía que le pide que sume militantes a un acto y que aleje del lugar del evento a protestantes enviados por otro puntero político.

«Chávez expresa una manera decadente de hacer política. Pero la historia tiene una parte humana y romántica» a través de su expareja, Clarita (Gabriela Toscano), a quien «El puntero» busca recuperar, indica el guionista de la emisión producida por Pol-ka.

Las alianzas y traiciones también son moneda corriente entre los los personajes, para quienes buena porción del poder se traduce en la cantidad de votos que pueden aportar al candidato que más tenga para ofrecer.

El programa no hace referencia directa a ningún partido político en particular, pero en su presentación se ven imágenes del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista) -incluido un perfil de Eva Perón- y de la opositora Unión Cívica Radical (UCR), las dos agrupaciones más tradicionales de Argentina.

«Todos los partidos están atravesados por la cosa ‘punteril’. Para la elaboración del guión del programa estuve trabajando en el conurbano (bonaerense) y vi que los punteros no son sólo patrimonio del PJ», sostiene Segade.

Para la producción del guión, los realizadores hicieron en los meses previos al estreno varias entrevistas a personas que trabajan en el ámbito político y el campo social del conurbano bonaerense, donde se concentra la mayor cantidad de población de Argentina, con unos 10 millones de habitantes, y al que los dirigentes consideran una zona clave en los comicios.

La serie se emite en medio de la campaña electoral con miras a los comicios generales del próximo 23 de octubre y en momentos en que se espera que la presidenta argentina, la peronista Cristina Fernández, anuncie si optará a la reelección.

«Esperemos que no incida en la decisión de la gente. Es sólo un programa de televisión, una ficción», aclara el guionista de la emisión de Argentina, cuya población cree «poco» en los políticos, según advierten las encuestas.

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