Se trata de la última creación del aplaudido bailarín y coreógrafo chileno Andrés Cárdenas Godoy (Pies pa’ volar, Altazor 2009), una pieza intimista de ‘teatro coreográfico’ también llamado ‘danza teatral’, que aborda el paso del tiempo desde el juego y la apuesta, mediante la interacción poética de cuatro personajes interpretados por la Compañía de Papel.
Este jueves se llevará a cabo, en el Centro Cultural Estación Mapocho, la primera de sólo cuatro funciones del montaje «Sin Cuenta», la última creación del aplaudido bailarín y coreógrafo chileno Andrés Cárdenas Godoy (Pies pa’ volar, Altazor 2009).
Se trata una pieza intimista de ‘teatro coreográfico’ también llamado ‘danza teatral’, que aborda el paso del tiempo desde el juego y la apuesta, mediante la interacción poética de cuatro personajes interpretados por la Compañía de Papel, entre los cuales se cuenta la pianista Carola Holzaphel, quien junto a Pablo Contreras compuso la música de la obra.
La propuesta escénica incluye un concierto de piano antes de cada función, a cargo de Holzaphel junto a los músicos Hijos del cemento.
La cita es a las 21:30 horas en la sala Nemesio Antúnez, ubicada en el tercer nivel del centro cultural. Las demás presenteaciones serán este viernes 11, el sábado 12 y el domingo 13 de enero, en el mismo horario. La adhesión general es de $4.000 y $2.000 estudiantes y tercera edad. Las reservas pueden realizarse en el teéfono 85914613 o a través del correo ciadepapel@gmail.com
«Sin Cuenta» fusiona lenguajes provenientes de diversas disciplinas artísticas con el propósito de dinamizar la(s) historia(s) que se expresan sobre el escenario.
Al respecto, el director Andrés Cárdenas explica “la obra utiliza elementos de la teatralidad tales como el uso de textos y creación de personajes, como también recursos propios de la danza como la coreografía, el diseño espacial y el baile, todos ellos sirven para potenciar este juego imaginado donde se gana y se pierde, una especie de casino en el aire que ve envejecer a sus jugadores”, precisa aludiendo a los cuatro personajes presentes en el espacio de juego y apuestas escenificado, discutiendo sobre el devenir del tiempo y compartiendo sus soledades.
El proceso de creación es resultado de una investigación a cerca de los distintos tiempos en la escena y su efecto sobre los intérpretes “la obra surge el año 2010 con la invitación a participar de un documental sobre historias de hombres, para luego evolucionar y desarrollar la idea del paso del tiempo en el cuerpo humano y sus consecuencias físicas. En ese transcurrir del proyecto, tuve que convocar a artistas del mundo de la música, Pablo Contreras y Carola Holzaphel, y del mundo de las artes visuales, Freddy Ibarra, quienes en conjunto le dieron a la obra una gran poética”, comenta.
