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Directora de Chaco: “Los galeristas extranjeros se van diciendo que Chile es un pueblo que está culturizándose ” La feria se realizará entre el 27 y 30 de septiembre en el Centro Cultural Estación Mapocho

Directora de Chaco: “Los galeristas extranjeros se van diciendo que Chile es un pueblo que está culturizándose ”

Mantenemos una conversación con Irene Abujatum, directora de la Feria de arte contemporáneo Chaco. Una Feria que viene cargada de novedades y con deseos de aumentar las ventas. Unas ventas que son muy bajas. Con ella hablamos acerca de las causas que motivan esta anomalía, del nivel artístico en Chile, y de cuál es el futuro a largo plazo de este evento de arte contemporáneo. En esta entrevista presentaremos algunas de las obras que se pondrán en venta en la presente feria.


Irene Abujatum

Irene Abujatum

Para empezar creo que es importante aclarar qué es una feria de arte

Es una reunión de galerías de arte que presentan sus mejores propuestas frente a un mercado, a compradores. Pero en el caso de Chile no solo a compradores sino que también a un público más general. Pero la feria de arte tiene un sentido comercial. Como cualquier feria, de cualquier tipo, de naranjas, de verduras, de lo que sea. Eso como primera definición. Pero dada la falta de institucionalidad cultural en Chile la feria ha venido a reemplazar ciertos vacíos culturales, que no necesariamente son responsabilidad de una feria. No fue el objetivo prioritario.

En esta edición de Chaco, ¿cuáles son las secciones que cumplen ese objetivo cultural?

Están representadas las instituciones, como con la colección del consejo de la cultura con la Galería Gabriela Mistral, está representado en el conservatorio, enfocado hacía el coleccionismo, que es un tema que tiene relación con el mercado y con el patrimonio.

¿La iniciativa de este conservatorio es consecuencia de una carencia de coleccionismo en Chile?

Hacen falta muchas cosas. Pero cada año hemos puesto sobre la mesa distintos temas para conversar. Este año nos dirigimos al coleccionismo con el título “Colección, ¿en Chile?”. Porque creemos que esto es una cadena: si uno no tiene buenos museos, con buenas colecciones, es muy difícil poder entregar cultura cívica, o mostrar lo nacional. Con buenos museos vamos a generar un público, trabajo en la cadena productiva de los artistas, a curadores, críticos, editoriales, enmarcadores…y es una cadena que genera una industria. Luego hay mediadores de esta industria, los galeristas, o los dealers…Si uno de los eslabones de la cadena está débil o no funciona, el mecanismo no funciona. Nosotros nos preocupamos porque hay 16 escuelas de arte, no hay campo donde trabajar, no hay espacios donde instalar artistas jóvenes, y se ha ido cerrando en lugar de abriendo, teniendo un poder fuerte económico en este país, no hay crítica especializada en medios masivos, en los museos no hay buenas exhibiciones, no hay buenos sistemas de conservación ni de mediación para que la gente entienda de qué se trata cuando hablamos de arte. Y así. En el fondo, la tarea es muy grande, pero nosotros, aún cuando no podemos aportar todo, aportamos algunos elementos. Lo más importante de Chaco desde mi punto de vista es que es la plataforma donde las agendas se abren. Se crean asociaciones entre varios proyectos.

Obra "Terraza de Sao Paulo" de Marcos López

Obra «Terraza de Sao Paulo» de Marcos López

 Acabas de citar una anomalía que existe en este país, y es que tiene un nivel económico fuerte, pero que no se vislumbra en un mercado fuerte de arte, ¿a qué crees que se debe? Recientemente en una entrevista en El Mercurio comentaste una frase muy gráfica; “Chile es un país que no se exhibe”.

Hay muchas cosas que tienen que ver, primero, cultura. Si en los últimos cuarenta años en Chile lo único de que se ha preocupado la gente es de consumir en un Mall…ya ese es un hecho ineludible. Tú puedes comprarte una casa en Miami pero comprar una obra de un chileno, que te corresponde, porque es tu deber, porque vives en un país que te ha facilitado el generar un capital y luego no lo quieres retornar, es una falta de cultura. Pero también está el hecho de que el chileno es muy ensimismado. Vivimos en una situación insular, estamos absolutamente aislados. No nos gusta exhibirnos. Me refiero a que hace cinco años atrás era imposible que un coleccionista dijera sus nombres y apellidos. Y era aún más imposible que saliera en un diario. En cinco años hemos conseguido que al menos 4 o 5 se atrevan a dar su nombre, su apellido y a mostrar su obra que es su “regalona”. Es un paso gigante a pesar de que, para mi gusto, es enano. No es muy importante. El arte está considerado en Chile como algo muy elite, y que va más allá del lujo económico, sino que tiene que ver con el lujo intelectual. Cosa que en Chile no tenemos. Me pasa incluso a mí, que soy coleccionista desde que tengo 20 años. No es que sea una coleccionista formal, porque me falta educarme en la colección que yo tengo. Pero me cuesta reconocerme como coleccionista porque no me siento partícipe de la elite intelectual. Yo he visto lo que son los coleccionistas en el mundo.

Obra "Gold in the morning" de Alfredo Jaar.

Obra «Gold in the morning» de Alfredo Jaar.

Y con respecto a esa experiencia en el exterior…¿crees que también otro motivo por la falta de ventas es que el nivel del arte chileno es inferior al de otros países?

No. Para nada. De nuevo el ensimismamiento ha evitado que miremos más allá del ombligo. Los grandes artistas chilenos han tenido que salir de las fronteras de nuestro país para poder mirar el mundo desde otro lugar. Pero cuando te metes en el arte chileno y empiezas a descubrir lo que ha pasado, te empiezas a encontrar con unas maravillas, y una poesía, y unas joyitas que no puedes ni creerlas. Son alucinantes. Y han sido artistas que han mirado al futuro antes de que el futuro llegue. Pero para eso hay que meterse mucho. Aquí hay una joyita que no se ha descubierto, que es anti-mercado. Desde ese punto de vista puede ser una gran joya, porque aún no está en el mercado. Juan Pablo Langlois, por ejemplo, nunca estuvo en el circuito del mercado, pero resulta que dialoga con la obra de Camnitzer como si fueran hermanos gemelos. Yo una vez escuché algo bien absurdo pero que con los años me está empezando a resultar certero, y es que en el fondo no haberse dejado influenciar por otras tendencias ha hecho que uno sea más natural. Yo lo encuentro ridículo, pero hoy día desde el arte, con este hecho que he ido descubriendo, y con conversaciones con otros artistas y curadores, me da a entender que ha sido muy agradable este descampado también. Porque es un lugar donde descubrir. Las galerías, que son las únicas que han hecho algo por generar mercado en el exterior, han tenido que igualar precios con los artistas chilenos, cosa que es muy compleja, porque ir a cualquier país a vender a un artista chileno que aquí no tiene precio, y doblarlo, tú ya no le puedes bajar el precio. Es muy riesgoso. Por eso nosotros, como Galería AFA, cuando salimos vamos con artistas que tengan peso específico y que tenga mercado internacional, sino no puedo ir.

Obra "La maison" de Laurent Chéhère

Obra «La maison» de Laurent Chéhère

¿Cuál es la novedad que más te ilusiona de la edición de Chaco?

Estoy muy entusiasmada con el programa “Pop up Spaces”. Fue producto de un análisis. Empiezo a mirar las galerías chilenas que había en el 2009. Había más de veinte. Hoy hay 10. ¡Pero cómo! Entré en una crisis, se supone que estamos para mejorar esto y resulta que estamos provocando una liquidación…Después lancé una segunda mirada. Y es una visión más darwiniana; los mejores quedan. ¿Pero si sólo hay 10 galerías funcionando…dónde está el arte? ¿dónde están trabajando los más de 20.000 artistas que deben haber? Empecé a acordarme de los talleres de antes, y vi que había un mundo subterráneo de talleres de artistas y grupos de artistas, que han funcionado siempre en este país como un poder más fuerte, oculto, y con unas redes más particulares. Investigué todos los lugares que había y me di cuenta de que había como muchos espacios en Santiago y fuera de Santiago. Hice un mapeo grande y me contacté con 50 espacios. Subvencionamos más del 60% de esos espacios para que fueran a la feria, y buscamos una marca que apoyara este proyecto. Pero no apareció ninguna. Es que a la gente le queda grande. Le quedan grande estos conceptos. Pero vendrán, porque para nosotros la idea es como premiar estos espacios, y conseguir que miren su gestión desde un punto de vista comercial, y cómo poder llegar más lejos. Habrá un equipo dentro de la feria que va a evaluar a estos espacios y va a elegir al mejor, y ese mejor se llevará la presencia en un stand en la próxima feria de Chaco. La idea es que se vayan profesionalizando.

Obra "Premonition" de Jorge Estévez

Obra «Premonition» de Jorge Estévez

 ¿Cuál es el proyecto a largo plazo de Chaco, teniendo en cuenta que es una feria de arte y que estamos ante un panorama en el que las ventas son muy bajas?

La Fundación Chaco está a cargo de eso. Creamos esta fundación con dos objetivos: uno es la masificación del arte, que haya más cultura, y el otro es patrimonio y coleccionismo. Por otra parte Chaco, como feria, ha creado el llamado “Grupo C”. Lleva seis meses. Son profesionales de otros rubros, ingenieros, abogados, periodistas, deportistas…que tienen ciertos deseos por lo artístico, y nos juntamos para hablar de arte contemporáneo, de conservación, visitar museos, ir a fiestas…y ahora viene Chaco y están todos listos para comprar. Van a llegar a la feria antes que los demás, saben que tienen ciertos privilegios que los demás no tienen…Tienen entre 35 y 55 años y están listos para sacar la chequera. Lo de la venta es un problema, porque no hace bien para la imagen de Chile no tener una buena venta en Chile. Para nosotros es una preocupación constante, y nos encargamos que todo aquel al que le entregamos nuestra tarjeta V.I.P., compre. Yo estoy en plan, “¿tú compraste? no, no compraste, ¿y te di la tarjeta V.I.P.? pues te la voy a quitar”. Entonces de la única manera de que no te la quite es que vayas a comprar algo. Sobre todo con las galerías extranjeras, que son las que tienen que vender, son las que promulgan fuera si Chile es o no es. La gente sale de la feria diciendo que Chile es un pueblo que está culturizándose. Que cada año preguntan menos tonteras, por decirlo así. Ahora, yo, con doscientos compradores, yo estoy lista, no necesito más. Es una feria chica, es una feria boutique, de treinta galerías.

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