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El secreto mejor guardado del rock-pop en español: Martín Buscaglia Este artista uruguayo es considerado uno de los más completos y vanguardistas de la escena musical de América Latina

El secreto mejor guardado del rock-pop en español: Martín Buscaglia

Pasó y se paseó por Chile como un ilustre desconocido. Aunque no vino con su banda, ofreció cinco recitales en su formato de hombre orquesta. Un lujo musical que pocos supieron apreciar. Dos de su tres últimos discos han figurado dentro de los mejores del año por la edición argentina de la revista Rolling Stone. Psicodélico, funky, tropicalista, candombero, trovador multicolor, rockero inspirado, a Buscaglia hay que ponerle atención. Siempre sorprendente, siempre cautivante. Pero siéntanse afortunados, queridos lectores, pues tienen todo un mundo musical por descubrir de aquí en adelante.


Martín Buscaglia Foto: Javier Liaño

Martín Buscaglia
Foto: Javier Liaño

Qué mejor carta de presentación para un artista que su propia obra. La manida frase «que la obra hable por sí sola», no por trillada es menos cierta. En el caso de un músico y cantante, nada mejor que escuchar sus canciones, prestarles oídos a sus discos.

Vivimos en mundo saturado de música en este inicio de siglo XXI debido a la amplitud de los formatos y estímulos: ringtones y discos enteros en los celulares, ipods o mp4 acompañados de atómicos audífonos, canciones de videojuegos que serán piezas en los museos sonoros de años venideros, propagandas de TV que parecen canciones; música en los bares, en el metro, en el taxi, en la micro, en al auto, en la bicicleta o a pie, y hasta con y sin audífonos.

También hablo de la sobredosis de cientos y miles de grupos o cantantes que el marketing discográfico con un empeño demente se encarga de hacer florecer como la maleza en las radios, adueñándose de la carta musical e imponiendo una tiranía de la música desechable o demasiado fácil o derechamente tonta, por un lado, y, por otro, las innumerables sorpresas musicales de calidad que pululan en el ciberespacio o en radios alternativas en internet. Es tan breve la existencia y hay tanta música para escuchar, dice por ahí un programa de radio…

Dentro de esta sobredosis musical, si hay un músico en idioma español que se merece que le prestemos oídos y que su música te pinche la vena, es el uruguayo Martín Buscaglia. Con seis discos a su haber, es a partir del cuarto, “El Evangelio según mi jardinero”, que se inscribe dentro de los músicos imprescindibles con el que no malgastaremos nuestra breve existencia. Se paseó por Chile como un desconocido y se mostró como una persona más de los que siempre lo rodearon, siendo que es uno de los artistas más completos y vanguardistas de la escena musical de América Latina, y tanto en su país como Argentina o España ha recibido innumerables elogios.

En Santiago dio dos conciertos en el bar El Merkén (tanto en el de Providencia como en el de Peñalolén). El viernes tocó en un sucucho en Quilpué, el sábado en el Palacio Cousiño del DUOC y luego en un bar porteño a medianoche; y terminó su periplo el domingo, cantando en el Jardín Botánico de Viña. Un lujo para quienes tuvieron la oportunidad de escucharlo. Viéndolo, escuchándolo, uno se preguntaba por qué este tipo no estaba tocando en un teatro a la altura de su calidad musical y poética, sin menospreciar ni desmerecer el esfuerzo de sus productores quilpueínos que lo trajeron a Chile.

No vino a Chile con su banda, los Bochamakers, con quienes lanzó un DVD en 2009 de un show en vivo en que el tipo y su banda son un fenómeno —como diría un rioplatense— musical de virtuosismo y alma, un paseo por estilos musicales de lo mejor del rock-pop del siglo XX.

En Chile se presentó en formato de hombre orquesta, espectáculo con el que se ha paseado por todo el mundo: canta a dos micrófonos en los que graba voces con distintos pedales y arma así un paisaje sonoro y rítmico de fondo para cada canción. Esto lo acompaña tocando la guitarra o el bajo (graba bases en vivo de uno u otro instrumento) y se vale de juguetes varios y objetos modificados (tuppertronic, batapocket, estilófono, etc., más un generador de loops) para condimentar su menjunje musical (del candombe al funk, de la bossa y el bolero al jazz, del rock a los ritmos afro, del disco a la electrónica, del folclore a la rumba o al flamenco).

La cercanía con el público se hizo notar a pesar de lo desconocido de su obra. Con una gracia y maestría para contar de su obra, de su vida y sus canciones, más una presencia escénica energética y cautivante, se echó al bolsillo al público chileno. Entre otras rarezas cantó una canción que compuso a base de spam porno que le llegó durante un tiempo o imitó los distintos tambores del candombe uruguayo sólo con su voz, que iba grabando en los micrófonos y luego los fundía con efectos de pedales.

Lo suyo es la magia y el groove. De muestra un botón, la apertura de ese show en vivo, que es el formato con que se presentó en Chile.

Ha grabado y tocado con artistas como Arnaldo Antunes, Juana Molina, Kiko Veneno, Hugo Fattorusso, Rubén Rada, Fito Paéz y Jorge Drexler, y ha abierto los shows de artistas como Alberto Spinetta, Charly García, Maceo Parker, Caetano Veloso y Paul McCartney. Su penúltimo disco, “Temporada de conejos”, fue considerado por la revista Rolling Stone (de Argentina) como uno de los “50 discos del 2010”y el anterior a éste, su obra maestra, “El evangelio según mi jardinero”, como uno de los diez discos del 2010 por la misma revista. Lo suyo es polifacético: aquí la canción que abre esta joyita:

En Buscaglia hay canciones de letras delirantes y lúdicas como la anterior: “Cerebro, cerebro/gracias por estar en mi cabeza/y no en mi rodilla/si no no podría hincarme a rezar/ni cumplir esa promesa que no debo revelar/gracias cerebro por dejarme en paz/orgasmo orgasmo/gracias por estar dentro de mi piel y no en mi alcancía/si no no podría ahorrar/me fundiría/gracias orgasmo por dejarme en paz”; u otras más iluminadas, tan ciertas como la mejor poesía de la literatura uruguaya: “Cuando caen tus atuendos/todo entiendo/el sentido de la tierra/todo cierra/por la curva de tu tallo/pasa un rayo/en el fondo de mi pocillo/vi un anillo/viajar contigo es serio/no tiene freno nuestro convoy/pero tiene misterio/llevo la guía del viajero/dice que somos eternos pasajeros/ viajar contigo no se ensaya/no hay academia para volar/en mantarraya”.

De «Temporada de conejos» (2010), les presentamos «Oda a mi bicicleta», una canción con la que experimentó un particular método de creación: la compuso estrictamente mientras anduvo en bicicleta. Cuando se bajaba de ella interrumpía la composición y la volvía a retomar cuando se subía.

 

De su último disco, «El pimiento indomable» (2012), que compuso a dúo en una convivencia que duró un mes en Montevideocon con el artista español Kiko Veneno, un maestro del flamenco psicodélico, les presentamos «Sagrado, salado». Su nombre alude a que el pimiento es un héroe de la contracultura: su sabor no se amilana ni se altera ante los transgénicos.

Y esto que parece promocional es sólo para hacer justicia a un músico —entre tantos mediocres o de medio pelo que el marketing infla o los vende como la última chupada del mate—, que merece mayor reconocimiento. Psicodélico, funky, tropicalista, candombero, trovador multicolor, rockero inspirado, a Buscaglia hay que ponerle atención. Pasó y se paseó por Chile como un ilustre desconocido. Algunos tuvimos la suerte de ver su show e incluso de repetirnos el plato. Siempre sorprendente, siempre cautivante. Pero siéntanse afortunados, queridos lectores, pues tienen todo un mundo musical por descubrir de aquí en adelante.

Buscaglia en primera persona

Formación

“Esa cosa polifacética la tuve siempre desde muy niño. Me parece que obviamente debe estar influido por el ambiente familiar que era de mucho arte, no sólo de música. Mi padre era director de teatro, además de compositor, y mi madre bailarina, además de pianista. Entonces siempre estuve muy metido en eso, sin embargo eso no necesariamente implica que uno va a terminar siendo artista también, pero sin duda eso te genera una cotidianeidad con la cosa creativa.”

Fusión de estilos, variedad de géneros

“Es una cosa natural a priori mía. Siento que siempre tuve una discoteca amplísima, nunca seguí una moda ni discriminé un estilo, jamás, y también los artistas que más admiro tienen eso: Caetano Veloso, Tom Waits, Eduardo Mateo, etc.”

“‘Voy a fusionar porque estamos en el siglo XXI y ya todos los géneros se han agotado y en música sólo queda fusionarlos’, si partes sólo de esa reflexión lo que hagas no va a tener alma, no va a tener swing, no va a tener encanto, que al final es casi lo único importante en una obra. Lo demás, la complejidad, la profundidad, el grado de calidad de la interpretación, son importantes, pero si a todo eso le falta el encanto, lo otro se cae.”

Comercios musicales

“Viví en España y estudiaba flamenco. Me gusta mucho el reggae, el hip hop y puedo armar algo, pero jamás se me ocurriría hacer un tema o grabarlo o cantarlo como un gitano o como un negro del Bronx, sería una tontería porque jamás lo lograría, por más que en apariencia pudiera acercarme. Me interesa esa cosa de que tengo mi raíz uruguaya de la guitarra y de todo eso y después me voy a otros lados y cuando quiero visito esa raíz y cuando quiero lo hago implícito.”

“Sí, sobre todo con Brasil, considero una fortuna el tenerlo tan cerca, ya que es bastante paradisiaco artísticamente, quizás hoy no tan fuerte como años a tras pero estamos hablando del bossanova, el tropicalismo, una lectura muy poderosa. Hubo equivalentes en Uruguay con Eduardo Mateo, con Rada; en Argentina con Spinetta, en el mundo con The Beatles, pero lo de Brasil fue especialmente rico y muy influyente hasta el día de hoy.”

“Las cosas que más te han influenciado o marcado, no necesariamente son las que más escuchas diariamente, en general ya tuviste un momento muy intenso de revelación que sientes que descubres a alguien que ve el mundo de una manera similar a la tuya y los expresa con otros elementos. Me parece que era muy importante aprender de los que consideras maestros. Como músico me parece un error garrafal el intentar imitarlos.”

Poesía, letras, componer

“Un poeta tiene que estar armado también, tiene que armarse para estar preparado para la contemplación, para el trabajo, para la acción, porque si no sólo quedas en contacto eventual con la fuerza lírica del mundo y el contacto eventual también te lleva a que le des espacio a las modas y a las cosas pasajeras. Entonces me parece que todo artista tiene una manera propia, pero por más buena y fantástica que esa manera sea, si no la trabajas, tarde o temprano entras a repetir.”

“Carson McCullers escribía que todo lo que escribía le había sucedido o le iba a suceder. Y me pareció que es exactamente así lo que me pasa a mí con las canciones, como un oráculo intradimensional, porque son cosas que te pueden suceder ahora o en un universo paralelo. Te puede suceder ahora o en el futuro… es un poderío que tiene el arte.”

“Cada vez más con los años me ha interesado eso de cómo salirte de ti, de cómo llegar a un lugar nuevo o a un lugar conocido, pero por un camino nuevo y para eso hay muchas maneras y entre ellas las formas métricas, las formas líricas desde algo antiquísimo, como las décimas, los sonetos, lo que sea, hasta tú crearte la misma forma, hasta ponerte un dogma para componer una canción. Eso lo hago mucho también, reglas súper estrictas para llegar a algo libre”.

“Las canciones que parecen más simples, suelen ser las que tienen una elaboración más compleja y también pasa al revés … en general para armar una cosa muy loca y extravagante tienes que hacerlo con pocos elementos, sino es como hacer malabares con veinte cosas diferentes… Tiene toda una búsqueda atrás. También me gusta hacer temas en dos minutos, pero creo que esos son los que más me salen y por eso empecé a investigar tanto lo otro, investigar en lo que te falta…”

Sobredosis musical del siglo XXI e Internet

“Esa sobredosis me parece que desvirtúa, entonces si quieres hacer una canción nueva, o una disco nuevo o un espectáculo nuevo tiene que tener un pozo, una profundidad, aunque hagas pop, tiene que ser una cosa solemne de la muerte o la vida. De eso vas a hablar inevitablemente, siempre vas a hablar de la vida, aunque estés hablando de un café o unos huevos revueltos…”

“Es un época caótica, lo que no es necesariamente malo y también la música en realidad está más allá de cómo se distribuye, en qué formato se graba y todo eso. Había antes y va seguir existiendo, el verdadero artista lo va a seguir siendo, el tipo que es pintor lo tiras en una isla desierta y va a pintar igual con jugo de arándanos y sangre de tiburones. A mí me tiras en una isla y voy hacer canciones igual aunque sea para nadie”.

“Por un lado se abren caminos interesantes, novedosos y al mismo tiempo, la cosa internáutica te da acceso a tanta cosa, te engaña un poco… está tomada por los centros de poder… las nuevas formas de distribución están muy buenas, y me interesa investigarlas, pero no hay que comerse la pastilla de eso tampoco, porque internet te limita en muchos aspectos. Tienes el mail que supuestamente era para hacerte la vida más rápida y ahora te pasa el día chequeando mails, o la gente hace cosas para publicar en el Facebook o busca en Google algo que te interesa y Google como ya guardó todas tus búsquedas anteriores te muestra lo que él piensa, que en realidad son unos nerds que están en Silicon Valey.”

“Al final  te están achicando el mundo en vez de ampliarlo, que es lo que te ofrecen. Bajas discografías completas y no sólo no las escuchas nunca entera, si no que si por año hay diez discos que te marcan y que agradeces, eso también había antes, diez discos por año, ahora hay 100. Entonces me parece que un lugar que está más allá de todo esto es el tocar en vivo: eso es la vida real y sobre todo en lugares en donde tienes la posibilidad de estar más cerca del músico y ahí te das cuenta, ahí no hay ningún engaño”.

Uruguay, Pepe Mujica y la marihuana

“¿Sabías que Kusturika está filmando un documental sobre él? No tengo un sentimiento patriótico para nada exacerbado; me parece bastante azaroso el tema de dónde nacés y las fronteras que te rodean cuando nacés… Pero de las cosas que me dan orgullo es el que como pueblo hayamos llevado hasta el cargo de presidente a un tipo como Mujica. Me parece una singularidad que no se va a repetir tampoco: es él. Tiene una visión humanista propia.”

“Me acuerdo cuando se murió Spinetta, que pensé lo mismo: dije, qué bien que en Argentina le permitieron a alguien con una música tan deforme, una música tan a contramano, a contramano no, sino por un camino propio de las modas, pudo vivir de lo que hizo, sacar muchísimos discos, tocar, ser conocido. En Brasil pasa lo mismo con Milton Nascimento, que es muy loco lo que hace y canta, es increíble. Y es tan increíble, que sobrepasa la media, que lo ha aceptado.”

“¿Se puede equivocar? Obvio, yo me equivoco permanentemente, pero confío en que no me está cagando. En todo el resto no confío. En algunos un poco, en otros nada, pero él es alguien que sabés que está abogando por un futuro mejor, lo que parece una frase… ¡Qué horrible es cuando las frases se desgastan! Entonces decís ‘por un futuro mejor’ y te parece una propaganda política o una propaganda de la Coca-Cola.”

“Ahora este año salió la ley del matrimonio igualitario, ahora del aborto, ahora va a salir la de la marihuana; todas cosas que ahí, que en un futuro, cuando sean vistas en retrospectiva, van a aparecer un poco de un segundo medioevo, en tiempos en que todo eso estaba prohibido.”

“Ha dicho Mujica: ‘A mí no es que me parezca raro una pareja de mujeres o que haya unos que se junten a fumar porros, pero me doy cuenta de que soy yo el que tiene una tranca anquilosada, por ser un veterano, y me doy cuenta de que eso está bien, que lo tiene que poder hacer si le da la gana, y de eso se trata la libertad aún’. Eso es más ejemplar aún. Más ejemplar a que si fuera Timothy Leary presidente. Es una cosa más allá.”

 

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