Del 15 al 30 de marzo
Este año la cartelera de la Rebelión estará dedicada al teatro chileno. La obra encargada de abrir el certamen de este año es “María Cenizas, un cuento que lleva el viento”, de la compañía Teatro Histórico La Chupilca, una especie de Cenicienta a la chilena.
Siete compañías, once obras y dos estrenos internacionales trae este año el IV Festival Internacional de Teatro y Marioneta la Rebelión de los Muñecos, el único encuentro chileno dedicado a esta especialidad teatral, organizado anualmente por la Compañía Viajeinmóvil en el Anfiteatro Bellas Artes.
Este año la cartelera de la Rebelión estará dedicada al teatro chileno, incluyendo el estreno internacional de las obras “Angelito” de la compañía Calacaloca y “Ningún pájaro canta por cantar” de Ñeque Teatral con la participación de Lorenzo Aillapán, el Hombre Pájaro Mapuche, quien es Tesoro Humano Vivo, declarado el 2012 por Unesco.
La obra encargada de abrir la Rebelión de este año es “María Cenizas, un cuento que lleva el viento”, de la compañía Teatro Histórico La Chupilca. Se trata de una obra familiar basada en versiones antiguas del cuento clásico “La cenicienta”, recopiladas desde la tradición oral chilena por el folklorista Yolando Pino. La obra se exhibe del 15 al 30 de marzo, los sábados y domingos a las 17:00hrs.
Este año la Rebelión de los muñecos durará desde el 15 de marzo al 29 de junio, con más 55 funciones los fines de semana, incluyendo además de las mencionadas, las siguientes obras: “El viaje Redondo” del a compañía Teatro de Ocasión; “La Tirana” de Tryo Teatro Banda; “Bestiario” y “Delirios de Papel” de La Llave Maestra; y finalmente “Otelo”, “Chef” y “Gulliver” de compañía Viajeinmóvil.
María Cenizas, un cuento que lleva el viento es una obra familiar basada en versiones antiguas del cuento clásico “La cenicienta”, recopiladas desde la tradición oral chilena por el folklorista Yolando Pino. Dos artistas en escena, mediante el uso de música, máscaras y muñecos, invitan al público a perpetuar en el tiempo la tradición de contar cuentos y junto a los suaves acordes de la guitarra, entre décimas y arpilleras, evocan el imaginario del valle central de Chile y relatan la mágica vida de María, su malvada hermana Carmela y el encantador príncipe del pueblo vecino. Una cenicienta distinta… una cenicienta chilena.
