Publicidad
Fulano regresa en documental que muestra su nueva etapa: “Mucha gente nos dijo cómo se nos ocurría seguir” La cinta se exhibe hoy en el Festival In-Edit Nescafé y será presentada por Cristián Crisosto

Fulano regresa en documental que muestra su nueva etapa: “Mucha gente nos dijo cómo se nos ocurría seguir”

«Animal en extinción» se llama el filme que muestra la resurrección de la banda luego de la salida de su vocalista Arlette Jequier. La película ilustra los nuevos tiempos de esta agrupación nacida en 1984 y se centra en lo que algunos han llamado el “nuevo Fulano”, una formación predominantemente joven que mantiene como piezas creativas sólo a Cristián Crisosto (vientos) y Jorge Campos (bajo) de los integrantes originales.


“Aquí fusilaban personas y los jazzistas chilenos estaban tocando So what”, recuerda Cristián Crisosto y lanza esa risa socarrona que resume el ADN de Fulano: la ironía brutal y el gusto de romper con todo. La alusión al clásico de Miles Davis rememora 30 años después el acto original de provocación hacia los sonidos uniformados, el que sigue vigente en el ideario musical y ético de la agrupación más punk de la música chilena, y que hoy suma un nuevo capítulo en su extensa y accidentada trayectoria.

Fulano, animal en extinción, se llama el reciente documental que ilustra los nuevos tiempos de la banda nacida en 1984 y que se centra en lo que algunos han llamado el “nuevo Fulano”, una formación predominantemente joven que mantiene como piezas creativas sólo a Cristián Crisosto (vientos) y Jorge Campos (bajo) de los integrantes originales.

Porque si algún fan dejó de saber de Fulano el 2012 y lo retoma recién ahora, comprobará con espanto que la voz paradigmática de Arlette Jequier ya no está. Su partida –junto a la de Jaime “Chino” Vázquez- y el ingreso de nuevos integrantes es la médula del filme, y el cisma que provoca se advierte ligeramente, casi como una tormenta pasando por la ventana.

Foto: Manu Rojas

Foto: Manu Rojas

“Fuimos testigo en parte de ese quiebre”, explica Rodrigo Ugarte, codirector del filme junto a Rafael Albarrán y que hoy se estrena en el Festival In-Edit Nescafé, como parte de la Competencia Nacional.  “Lo de Arlette se veía venir y fue un problema a resolver porque estábamos rodando cuando se retira. Pero eso hizo que (Crisosto y Campos) se convirtieran derechamente en protagonistas porque el eje era explorar el proceso creativo de Fulano. Eso, creo, lo supimos resolver de buena manera”, sostiene Ugarte.

Fulano por dentro

A diferencia de La farsa continúa, el documental estrenado on line el año pasado y que narra la historia del grupo fusión, Animal en extinción gasta gran parte de su metraje en mostrar el trabajo de ensayo de los nuevos temas y en develar cómo se fraguan las intrincadas composiciones de los autores de los discos El infierno de los payasos (1993) y Trabajos Inútiles (1997). Labor que los muestra apegados al instinto pero entregados a partituras de complejas armonías las que sin embargo, mantienen esa cualidad insobornable de deambular entre la ternura, lo absurdo, lo inescuchable y la catarsis, como define  Campos.

“Campos y yo somos muy experimentales en la forma de crear porque nunca estudiamos composición. Eso nos lleva por distintos caminos donde a veces hago algo y no tengo idea cómo llegué a eso”, agrega entre risas Crisosto.

Una de las curiosidades de la película es mostrar cómo en el seno de la banda se pasa del trabajo de taller que marcó sus inicios, a la figura más clásica del compositor, labor que han liderado Crisosto, Campos y que hasta 2003 también ejerció el tecladista Jaime Vivanco, fallecido ese año y cuya desaparición marcó el evento más traumático en la historia de los autores de Adolfo, Benito, Augusto, Toribio, la brillante La historia no me convence, sólo me atraganta y la visceral Basura.

“El núcleo del filme tiene que ver con indagar y conocer cómo compone Fulano, tanto en música y letra, y eso lo aleja de la mayoría de los  documentales de música que son biografías y cronologías”, resume Ugarte y también apela al factor suerte: “llegamos a proponer la idea justo cuando se encontraban trabajando un nuevo disco, después de mucho tiempo”, cuenta.

Luego de la partida en 2012 de Jequier (quien estaba casada con el saxofonista), se anunció que Fulano bajaba la cortina definitivamente. Pero como reconoce Crisosto, este quiebre los llevó a un terreno nunca antes explorado, incluso más radical que la muerte de Vivanco.

“Más que difícil, lo que nos obligó la partida de Arlette fue a hacer una introspección, en pensar en cambiar todo”, recuerda ahora el músico.  “La voz de ella es muy reconocible y es parte de la sonoridad de Fulano, y cuando decidimos seguir sabíamos que lo más difícil iba a ser encontrar la voz y a alguien que se atreviera porque hay todo un mito con su voz.

Luego apareció ‘Paquita’ (Francisca Rivera), quien comenzó en el molde de Arlette pero ya logrado tener su propia voz. Igual mucha gente nos dijo cómo se nos ocurría seguir. Talibanes hay en todos lados”, dice Crisosto, y pone sobre la mesa el ejemplo de AC/DC, donde la voz del fallecido Bon Scott parecía irremplazable, pero donde luego apareció Brian Johnson y aportó un timbre nuevo que se convirtió en el sello de la banda.

fulano3

Ugarte se convirtió en fan de Fulano luego de verlos en un concierto en La Batuta en 1989. Eran los años en que gracias a los discos Fulano (1987) y En el búnker (1989, el primer disco doble compuesto en el país), el “eclectismo anti-hegemónico” del sexteto –concepto acuñado por Crisosto- hacía furor en el circuito más underground gracias a una mezcla delirante que contrastaba una actitud rockera con una formación más cercana al jazz avant garde: dos saxos solistas en primer plano, una voz de amplias resonancias timbrísticas y una demoledora sección rítmica donde el virtuosismo de Campos en el bajo llevó las posibilidades del instrumento a terrenos nunca antes explorados en la música chilena.

Historiador de origen, Ugarte se acercó a la banda con la idea de hacer un documental para presentar como tesis del Magister de Cine Documental de la U. de Chile. “Les presentamos la idea en 2012 y aceptaron”, cuenta. Y con los cambios al interior de la banda, el momento resultó ser clave. Con los temas nuevos en la cocina, las idas y llegadas de nuevos músicos fueron registradas por la cámara de Ugarte y Albarrán en el naciente proceso. Como explica Crisosto, “cambió la sonoridad de Fulano. Ahora hay tres vientos, eso no estuvo nunca antes. Paquita canta y toca piano clásico, y Rafael Chaparro (saxo) toca además guitarra eléctrica y muy bien. Ahora, cuando grabemos los nuevos temas, el 2015, se empezará a notar el cambio real”, advierte.

Pero por sobre todo, Animal en extinción muestra que el sentimiento original del grupo se mantiene intacto. El desprecio por el establishment y la crítica al sistema neoliberal y la clase política mueven las fibras ideológicas del grupo tal como en la década del 80’. Y las ganas de tocar, sin apellidos, intermediarios ni industria. “Ahora cuesta más. Antes tocábamos por gusto y ahora seguimos tocando por gusto pero hay obligaciones y ex esposas que mantener”, ríe Crisosto.

Fulano, Animal en extinción

Festival In-Edit Nescafé

Viernes 12, 18.00 Sala Cine UC

Publicidad

Tendencias