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Restaurantes extranjeros en Chile, los otros estadios de la Copa América

Restaurantes extranjeros en Chile, los otros estadios de la Copa América


Los latinoamericanos residentes en Chile han visto en la Copa América una oportunidad única para trasladarse a su tierra a través de la magia de los ambientes, sabores y música que ofrecen los distintos restaurantes extranjeros, que se transforman durante noventa minutos en verdaderos estadios.

Familias, amigos o conocidos solo por el hecho de identificarse con la misma camiseta, se congregan en los centros culinarios más reconocidos de Santiago con sus respectivas banderas, caras pintadas y acompañados de las ruidosas trompetas de plásti

La comunidad argentina debe ser una de las más organizadas en Chile. Ellos han desarrollado páginas web con variada información sobre Santiago y a través de ella se “mueven” para gestionar qué harán, en particular dónde verán el fútbol para la próxima Copa América. La cercanía del país y su estrecha relación con el fútbol ha hecho que muchos trasandinos planeen ir directamente a los estadios. Otros, gracias a esta coordinación nacional en tierras chilenas, se reúnen en las Parrilladas Argentinas  y el Centro Argentino, ubicado en Paine.

En el centro de Santiago, al costado oeste de la Plaza de Armas, está el restaurante «La Conga», donde decenas de hinchas peruanos se agolparon en este campeonato internacional para alentar por noventa minutos a la rojiblanca.

Tras bajar por unas empinadas escaleras, es posible llegar a este icónico centro gastronómico adornado con murallas con paisajes típicos de Perú, y transportarse a través de sus ají de gallina, pollada o ceviche, hacia la cultura de los bicolor.

Para los seguidores de la Celeste, el lugar obligado en la capital chilena es ‘La Uruguaya’ cuya especialidad son las tradicionales parrilladas (carnes a las brasas), acompañadas de sus embutidos, chorizos y morcillas y de pamplona (arrollado de carne de cerdo o de pollo, relleno de queso, jamón, pimiento y aceitunas).

«La Uruguaya tiene la pasión futbolista. Cómo se vive el fútbol en el local solo se puede comparar con el estadio. No creo que haya otro restaurante que viva el fútbol como lo vivimos nosotros», aseguró el dueño del centro gastronómico charrúa, Juan Araya.

«Y es que nosotros nacemos con una pelota y empezamos a caminar con el termo y el mate, son los dos factores fundamentales del uruguayo», añadió el hincha de la garra celeste.

También en el centro de la capital chilena está ubicado ‘Brazuca’, un restaurante internacional que convocó hace unos días a colombianos y brasileños a un choque futbolístico para avanzar a las semifinales en esta Copa América.

Los dueños de este local, que lleva el nombre de la pelota con la que se jugó el Mundial de Brasil 2014, estaban preparados para el encuentro y para amenizar la jornada decidieron realizar un espectáculo con bailarines de distintas nacionalidades.

Los que más disfrutaron fueron los brasileños, quienes al escuchar las famosas batucadas, no se contuvieron las ganas de bailar al ritmo de la samba y de moverse sobre escenario adornado con luces, guiados por una bailarina vestida con lentejuelas y plumas, tal como si estuviera en medio del alegre carnaval de Río.

Según la administradora de ‘Brazuca’, Celine Gomes, el restaurante representa a varias culturas. «Por eso acá vienen de todos los países y también personas de todo Chile», explicó.

Asimismo, los hinchas cafeteros que vieron el triunfo ante Brasil en la fase de grupos se regocijaron ante los fanáticos contrarios, pero en un clima amistoso de baile y sabores del mundo.

«Lo más bonito del colombiano es que en cualquier parte del mundo estamos muy unidos y celebramos siempre», comentó Jaime Caravalin, uno de los hinchas de Colombia en el restaurante ‘Brazuca’.

Añadió que los hinchas colombianos son «sumamente alegres, cancheros, les gusta divertirnos y les gusta estar así como ahora, todos unidos».

Los sudamericanos residentes en el país austral continúan copando los distintos restaurantes-centros de reunión de extranjeros, no solo en busca de un lugar para ver los partidos de sus selecciones, también para disfrutar hasta el pitido final, de un poco de la calidez de sus tierras.

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