La inversión en cultura en la RM es radical. Mientras unos invierten miles de millones, otros informan cero peso. Si bien en la mayoría de los casos esta situación se explica por la cantidad de recursos que manejan las comunas, entre otros tiene que ver con compromiso y prioridades. ¿Cuan garantizado está el derecho a la cultura en Chile? será el tema a analizar el próximo 25 de agosto en un seminario organizado por el Observatorio de Políticas Culturales (OPC).
Aunque cueste creerlo, son cifras oficiales. En 2013, según el Sistema Nacional de Información Municipal (SINIM), la comuna de Las Condes informó un gasto de $3.750 millones de pesos en cultura, mientras su par de Renca reportó “$0” en el mismo ítem.
San Joaquín, una comuna con ingresos inferiores a Renca, reporta una cifra de 254 millones de pesos de gastos en cultura. Allí, bajo la dirección de Johnny Labra, más conocido como uno de los integrantes de Sol y Lluvia, se desarrolla un potente programa que pretende acercar cultura de la más alta calidad a sus habitantes, con múltiples actividades. Por la misma senda camina La Pintana con un gasto de $130. millones y La Granja con $227 millones.
El caso de la comunca de Renca tampoco es el único. La municipalidad de Recoleta, Cerrillos, Conchalí, San José de Maipo, TilTil y el Monte también informaron un gasto $0.
Curiosamente, tras una consulta de este medio, la municipalidad de Renca indicó que “los gastos para el desarrollo integral de eventos sociales, culturales, deportivos y recreacionales que se realizan en beneficio de la comunidad (…) para el año 2013 (fueron) de $ 478.174.744”, una cifra cuantiosa que suma muchos ítems, sin dar cuenta de la inversión en cultura.
Todo este tema será analizado en el IV Seminario Internacional de Políticas Culturales, a realizarse el próximo 25 de agosto en el centro cultural GAM, organizado por el Observatorio de Políticas Culturales (OPC) y Balmaceda Arte Joven y que busca responder esta pregunta: ¿Cómo se garantiza el Derecho a la Cultura?
Es mucha la evidencia que muestra cómo las condiciones sociales y económicas de una comunidad influyen en el acceso a los bienes culturales y al fortalecimiento de su identidad. Al mismo tiempo, el factor cultural impacta en los diversos ámbitos del desarrollo social, pudiendo potenciar áreas como la educación, la economía y el territorio, contribuyendo a un desarrollo más equitativo de Chile, sostienen en la OPC.
Para Bárbara Negrón, directora de OPC, estas diferencias tan radicales se deben a que la inversión en cultura depende de la voluntad de cada uno de los alcaldes. “No existe una normativa o mandato legal que obligue a una inversión mínima en cultura lo que genera diferencias tan fuertes como las que mostramos”, explica.
La especialista admite que en los últimos años el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) ha promovido que cada comuna invierta al menos el 2% de su presupuesto en cultura, que tenga un profesional a cargo del tema e incorpore la cultura al Plan de Desarrollo Comunal.
Con esto, “efectivamente en términos generales ha aumentado tanto la inversión como la institucionalidad en cultura, si lo comparamos con lo que sucedía el 2005, pero sigue siendo una situación desigual”, comenta Negrón. “Son muchos los municipios que no tienen gasto en cultura o unos presupuestos muy pequeños. En el caso de estas municipalidades que se pusieron de ejemplo, se trata de comunas muy distintas en términos de composición social”.
Para Negrón es clave entender que la desigualdad del acceso en cultural no es algo aislado, sino que sucede como en otros ámbitos.
“Quienes tienen más recursos y más educación tienen un nivel de participación muy superior a quienes no tienen”, señala. “Por otra parte, la inequidad en el acceso y la participación de las personas en las manifestaciones culturales, ahonda y perpetua la desigualdad en otros ámbitos”.
Según las estadísticas, Chile es uno de los países más desiguales del mundo. En enero, en una visita a nuestro país, el economista francés Thomas Piketty, autor del bestseller “Capital en el siglo XXI”, dijo que en Chile el 1% más rico tiene cerca del 35% de la riqueza nacional, la cifra más alta del planeta.
Negrón adelanta que el seminario intentará debatir varias cuestiones, como “qué es el derecho a la cultura y a qué se refiere concretamente”. También se tratará de “ver como se consagra este derecho en nuestra legislación y se implementan mecanismos y políticas públicas que aseguren que este derecho se ejerza y no se vulnere”.
“Se requiere dar una bajada concreta a un derecho que puede parecer tan vasto y lejano”, reflexiona esta periodista, también directora ejecutiva de la Unión Nacional de Artistas (UNA), profesora de la Universidad de Chile y ex funcionaria del CNCA.
“Más allá de los aspectos normativos y la política pública, es el ciudadano el que tiene que identificar la participación en cultura como un derecho y para ello es necesario visualizar lo que significa no tenerlo garantizado”, dice.
