Las Gyosas de cerdo ($3.500), que las presentan como las mejores de la ciudad. De lo mejor: el Mero Teriyaki ($7.000), con un perfecto dorado agridulce y Age Nasu ($2.000), una simple y encantadora preparación de berenjenas.
Sin haber viajado ahí, puedo imaginar que es muy parecido a estar en Japón.
El local es pequeño, con varios detalles orientales en su decoración. Su capacidad colapsa, en su mayoría por personajes asiáticos. Uno de ellos es Takuro Tomita, chef y dueño de este concurrido restaurante, con un extenso historial en comida Japonesa.
No es un lugar entretenido, pero sí muy novedoso. Es un viaje a las tradiciones japonesas, en donde su comida no pasa por manos occidentales. La atención es muy personalizada y amable.
Acá encontrará comida tradicional japonesa. Olvídese del sushi, aunque también puede pedir.
Qué probamos y recomendamos: por su frescura el Sashimi ($7.200), que en este caso fue de atún y pulpo. Pida el más fresco, el de Lisa es novedoso.
Las Gyosas de cerdo ($3.500), que las presentan como las mejores de la ciudad. De lo mejor: el Mero Teriyaki ($7.000), con un perfecto dorado agridulce y Age Nasu ($2.000), una simple y encantadora preparación de berenjenas.
Todo esto acompáñelo de alguna de sus cervezas Japonesas. La Sapporo fue nuestra aliada. ¡Acá no hay fusiones de moda! esto es real.
¡Péguese una vuelta y dese un gusto, un Placer Capital!