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La crítica social contra los abusos, en la imperdible representación de Don Giovanni en Rancagua Crítica de ópera

La crítica social contra los abusos, en la imperdible representación de Don Giovanni en Rancagua

Si bien, en la superficie la obra se centra en las conquistas amorosas, detrás se esconde una aguda crítica social de los abusos de «los señores», de la diferencia de clases y que Marcelo Lombardero pone en evidencia en pleno Siglo XXI.


Consciente de que la ópera es un género cuestionado por lo caro y complejo, la resignificación que el regisseur argentino Marcelo Lombardero realiza de Don Giovanni propone un nuevo sentido estético. Utilizando la dinámica cinematográfica, su propuesta estrenada en en el Teatro Regional de Rancagua logra un resultado vigente y único por la homogeneidad de la puesta en escena. Las pantallas LED y el uso de tablets y smartphones -que utilizan los personajes y que se proyectan en pantalla- resultan elementos claves para atraer a jóvenes y nuevas audiencias a la ópera.

Si bien, en la superficie la obra se centra en las conquistas amorosas, detrás se esconde una aguda crítica social de los abusos de «los señores», de la diferencia de clases y que Lombardero pone en evidencia en pleno Siglo XXI.

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El vestuario, elegante y sobrio para los nobles; y juvenil y colorido para el pueblo -propuesto por Luciana Gutman- forman parte de esta misma línea, como asimismo las imágenes que se proyectan en las pantallas tecnológicas. Como ejemplo de ironía clasista, vemos portadas de revistas de glamour con las fotos del entierro con la acongojada doña Ana con titulares como “No descansaré hasta encontrar al asesino”… realizadas por el escenógrafo Diego Siliano. El equipo técnico lo completa el efectivo diseño de iluminación de Horacio Efron, junto a las “seductoras y transgresoras” coreografías de Ignacio González Cano.

Por su lado, el director musical argentino Marcelo Birman alcanzó un magnífico resultado incorporando en la Orquesta Barroca del Nuevo Mundo a especialistas de instrumentos originales de la época de Mozart, creando así una orquesta clásica; un ejemplo son los sacabuches ( los primeros trombones) cuyo sonido es perfecto para la homogeneización de los sonidos del foso. El equilibrio y tiempos mozartianos fueron sobresalientes al conseguir sonoridades únicas. Es habitual en el Teatro Regional, contar con el piano de O’Higgins como continuo para los recitativos (partes habladas). En esta oportunidad fue ejecutado con aplomo por Manuel de Olaso. Destacamos asimismo la escena de la serenata en la que la mandolina fue interpretada en escena, con maestría y humor, por el propio Director del Teatro Regional, Marcelo Vidal.

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En la voces, el reparto cuenta con un grupo de los mejores cantantes chilenos, quienes realizaron un exitoso ensamble al unir las exigencias vocales con las actorales.

Patricio Sabaté -quien tiene vasta experiencia en el rol titular- crea en esta ocasión un decadente, cocainómano y violento “caballero”. Sabaté logra superar los desafíos actorales y su aplomo en lo vocal lo confirma como un memorable Don Giovanni. El Leporello de Ricardo Seguel es de antología, y es un lujo tenerlo en esta ópera. La escena con Elvira fue uno de los momentos más altos de la función y, sin duda, Lombardero supo explotar la sintonía que tienen estos dos personajes, víctimas del irrestricto señor.

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Por su parte, Bertucci recrea al mismo nivel que su compañero a la esposa despechada y apasionada, junto a la elegante y desolada Ana, interpretada por Patricia Cifuentes. Un convincente Octavio de Exquiel Sánchez junto al tesudo Masseto de Javier Weibel, corroboran el homogéneo nivel vocal. La soprano Marcela González también crea una convincente Zerlina, coqueta y vulgar, y cierra el elenco el contundente bajo, Sergio Gallardo, como Comendador.

Don Giovanni es el tercer título que se realiza en Rancagua y con ello se está consolidando un sueño de hacer óperas en un altísimo nivel fuera de la capital. Esta producción homogénea, en la que la música del Siglo XVIII convive con el teatro del Siglo XXI confirma que la ópera está mas vigente que nunca.

Teatro Regional de Rancagua. Funciones 1, 2 y 4 de abril 2016, 19.00 horas

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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