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La muestra que plantea el tema de la educación y el racismo en los colegios de Santiago La exposición se mostrará en diversos espacios educativos de la RM

La muestra que plantea el tema de la educación y el racismo en los colegios de Santiago

La muestra consiste en un montaje escenográfico en el que se presentan tres ámbitos, representando a tres espacios cotidianos de los y las estudiantes: la casa, el barrio y la escuela. La muestra consiste en un montaje escenográfico en el que se presentan tres ámbitos, representando a tres espacios cotidianos de los y las estudiantes: la casa, el barrio y la escuela. «Esta exposición se plantea como una invitación a los y las visitantes a recorrer cada uno de estos espacios de manera libre, descubriendo y reconociendo ciertos objetos dispuestos en cada uno de ellos», dice Conget. «Los objetos ejemplifican los discursos y prácticas racistas que reproducimos de manera constante en nuestra sociedad», comenta socióloga María Emilia Tijoux.


Una muestra para debatir el tema de la educación y el racismo en los colegios chilenos será montado próximamente en el Internado Nacional Barros Arana (INBA).

Se trata del proyecto interdisciplinario «Contra el racismo, nos educamos”, de académicos de la Universidad de Chile, liderados por la a, de la Facultad de Ciencias Sociales.

La exposición se montará durante tres meses en distintos lugares de la Región Metropolitana, dos establecimientos educativos y un espacio al interior de la Universidad de Chile.

Primero se realizará el montaje en los establecimientos educativos, el Internado Nacional Barros Arana en junio 2016 y la Escuela Estado de Michigan de Quilicura en agosto 2016, con una duración de un mes en cada establecimiento, explica Lucrecia Conget, encargada de museografía en el proyecto.

La muestra consiste en un montaje escenográfico en el que se presentan tres ámbitos, representando a tres espacios cotidianos de los y las estudiantes: la casa, el barrio y la escuela. «Esta exposición se plantea como una invitación a los y las visitantes a recorrer cada uno de estos espacios de manera libre, descubriendo y reconociendo ciertos objetos dispuestos en cada uno de ellos», dice Conget.

«Los objetos ejemplifican los discursos y prácticas racistas que reproducimos de manera constante en nuestra sociedad», comenta. «El objetivo es promover discursos y prácticas antirracistas al interior de las comunidades escolares de la Región Metropolitana».

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Esta propuesta nació al alero de las investigaciones sociológicas llevadas a cabo por Tijoux, quien se ha dedicado a investigar sobre el racismo en la sociedad chilena durante los últimos años.

«El proyecto se pensó como una forma de acercar el conocimiento producido por tales investigaciones hacia las comunidades, en este caso las comunidades escolares», señala la historiadora Constanza Ambiado, otra integrante del equipo.

«Una de las grandes premisas de este proyecto es que la lucha contra el racismo y la promoción del antirracismo es una tarea colectiva, por lo cual la invitación a visitar la exposición también es una invitación a identificar y desarmar el racismo que nos rodea y constituye, como también es una invitación a pensar el antirracismo y cómo ponerlo en práctica», dice.

La elección de los objetos

Tijoux explica que la elección de los objetos a exponer fue producto de un trabajo interdisciplinario que tiene como base los resultados de las investigaciones sociológicas como, por ejemplo el estudio con hijos e hijas de inmigrantes que la académica realizó entre los años 2011 y 2013.

Éste demostró las dificultades de acogida de la comunidad educativa al mismo tiempo que los lazos que los niños(as) chilenos(as) e hijos(as) de inmigrante lograban construir, agrega.

«A partir de esta investigación y de otras posteriores realizadas en torno a las interacciones que se tejen entre personas inmigrantes y chilenos, nos interesó continuar con la situación de niños y niñas, y a partir de allí seleccionamos temáticas para la exposición», continúa Ambiado.

Posteriormente se hizo la selección de objetos para tales temáticas, la cual fue realizada por el equipo del Proyecto, el cual reúne a personas con orígenes disciplinares distintos, tales como artes visuales, diseño, educación, historia, estudios de género, danza y sociología.

La exposición cuenta con más de diez objetos, relacionados con distintos aspectos de nuestra vida cotidiana, como nuestra casa, escuela o barrio.

«Se podrá encontrar objetos como el lápiz ‘color-piel’, los ‘encuentros’ al interior de los buses del Transantiago y la construcción de estigmas que hacen los medios de comunicación, tales como televisión y los periódicos», comenta la historiadora.

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Jornadas de trabajo realizadas en enero por el equipo del Proyecto.

Elección de colegios

En cuanto a la selección de los colegios, cada lugar fue escogido a partir de los contactos realizados con las respectivas municipalidades.

«Nos interesa trabajar en lugares abiertos a la reflexión sobre la interculturalidad y sobre los discursos y prácticas racistas», dice Tijoux. «También nos interesa trabajar en comunas con alta presencia de inmigrantes que experimentan situaciones complejas de convivencia y de exclusión».

«Lo importante de la muestra es que busca interpelar a cada visitante, por lo cual precisa de un sujeto activo, con capacidad crítica -y autocrítica sobre todo-, que tome decisiones frente a lo que ve y que se interese por las temáticas allí trabajadas, logrando generar al final del recorrido una reflexión sobre el racismo en Chile», dice Ambiado.

Y añade que además del montaje de la exposición, se realizarán actividades de mediación artística dirigidas a la comunidad escolar, cuyo objetivo es la creación de espacios de reflexión y discusión en torno a los discursos y prácticas racistas de la vida diaria, como también en la promoción de discursos y prácticas antiracistas tanto en la escuela como en otros espacios de la vida cotidiana.

Además de Tijoux y Ambiado como líderes de la propuesta, el proyecto cuenta con Conget, artista visual y diseñadora, quien está a cargo de la propuesta visual de la exposición, en colaboración con la artista y profesora, Cecilia Flores. El área de mediación artística está a cargo de la artista y educadora Macarena Abarca, Francisco Brown está a cargo de la conservación de la exposición y Inés Figueroa funde como como ilustradora.

El Proyecto también cuenta con la presencia de Camila Delgado, Katherine Leyton y Katya Noriega, egresadas de la Facultad de Danza de la Universidad de Chile, quienes acompañarán las actividades al interior de las escuelas, junto al historiador Gonzalo Salazar y el sociólogo Juan Pablo Gutiérrez.

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