Desde el 27 al 30 de julio, Peñalolén recibió a 500 representantes de todos los países de Mercosur para llevar a cabo el Encuentro Cultural Sudamericano. La cita buscaba ser un espacio de diálogo ciudadano para debatir temas relevantes en materia de cultura, patrimonio, comunidad y democracia. El programa contempló foros con reconocidas figuras nacionales e internacionales, gestores de cultura barriales y locales, visitas a museos y rutas patrimoniales. La jornada fue coronada la “Fiesta del Sur”, donde más de 30 muralistas internacionales y nacionales realizaron 10 murales en colegios municipales de la comuna.
Aunque Chile tiene una participación solo como país asociado al Mercosur, varias son las instancias en las que ha participado de la red cultural de esta alianza y que se han logrado un alto grado de relevancia. Un ejemplo de esto ha sido El Botiquín de primeros auxilios culturales y el Banco de Buenas Prácticas.
El Botiquín de Primeros Auxilios Culturales es una herramienta de Gestión Cultural para ciudades que atraviesan situaciones de crisis extrema tales como catástrofes naturales, conflictos armados, etc. Consiste en un Botiquín de Primeros Auxilios Culturales (PAC) que a través de una plataforma virtual propone una serie de acciones inmediatas y propuestas de acompañamiento para asistirlas en términos de gestión y planificación cultural, trabajando de manera sinérgica con organismos y organizaciones locales.
Y uno de los receptores de este botiquín fue la ciudad de Coquimbo, a quienes en la última reunión se decidió enviar la Biblioteca de Mercociudades como una manera de dar respuesta a la enorme cantidad de necesidades surgidas tras el terremoto.
Y en el Banco de Buenas Prácticas se ha creado una gran red entre las cuales tanto las ciudades chilenas, como extranjeras, comparten proyectos con los cuales mejoran la calidad de vida de sus vecinos que van desde transformaciones medioambientales hasta oficios ancestrales propios de los pueblos originarios que son parte de la historia y cultura Sudamericana .
En este Banco, la comuna de Peñalolén ha logrado un lugar reconocido en la red a través de “OcupArte” iniciativa que consolida escuelas de arte patrimonial en distintos barrios donde se llevan a cabo prácticas artísticas centenarias y de alto valor histórico, que han rescatado la tradición de las arpilleristas (quienes fueron nombradas el 2012 como Tesoros Humanos Vivos por Unesco), el telar mapuche y la cerámica precolombina. A ello se suma la creación de la orquesta juvenil de Peñalolén, la articulación de una ruta patrimonial, las muestras artísticas de memoria histórica, entre otros.
Por estas y otras razones es que desde el 27 al 30 de julio, Peñalolén recibió a 500 representantes de todos los países de Mercosur para llevar a cabo el Cumbre Internacional de Cultura Mercociudades.
El encuentro buscaba ser un espacio de diálogo ciudadano para debatir temas relevantes en materia de cultura, patrimonio, comunidad y democracia. El programa contempló foros con reconocidas figuras nacionales e internacionales, gestores de cultura barriales y locales, visitas a museos y rutas patrimoniales.
Desde su puesta en marcha en el año 1995, la Red viene promoviendo el debate en torno al desarrollo cultural de las ciudades y las posibilidades de los gobiernos locales de promover políticas culturales inclusivas, respetuosas de la diversidad cultural de los pueblos, sobre la base que la cultura cumple un rol decisivo en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y en la construcción democrática.
Para la representante de la coordinación de la Unidad Temática de Cultura (UTC) de la Red y funcionaria del Ministerio de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Santar, «este encuentro lo que posibilita es el intercambio de experiencias que tienen que ver con la gestión cultural de los distintos delegados de las distintas ciudades».
«También se hacen vínculos y se trabaja en ideas de intercambio, artísticos y de otro tipo. Muchas veces surgen proyectos, como entre ciudades que están muy alejadas y cuyos funcionarios no tienen posibilidad de conocerse de otras forma. Son reuniones muy fructíferas, donde hay una pluralidad de voces, cada uno hablando desde su lugar», dice.
El consultor colombiano Melguizo destacó el encuentro en tres niveles; primero, como una oportunidad para que Peñalolén muestre su proyecto cultural; segundo, como una oportunidad para que los invitados internacionales conozcan lo que se está haciendo a nivel cultural en Chile, en lugares como el centro cultural Chimkowe o el Museo Violeta Parra; y tercero, en la creación de un espacio «de aprendizaje y de reto, para ver cómo podemos hacer más y mejores cosas, desde y con la cultura, que estén enfocadas hacia la transformación de las ciudades».
«En Medellín el trabajo cultural se ha enfocado en la construcción de ciudadanía, de referentes, de la cultura como derecho», fuertemente conectados con el urbanismo, explica. Por eso el municipio se concentró en obras públicas de gran calidad en barrios marginales, como parques, bibliotecas, centros deportivos y culturales. Para ellos el presupuesto de cultura subió de 0,6% a 5%.
«Construimos un paradigma: lo contrario a la inseguridad no es la seguridad, sino la convivencia, y esta se construye con proyectos educativos, sociales y culturales», asevera, como lo hicieron en barrios como Moravia, un lugar de 40.000 habitantes que era un basural. Otro ejemplo es el barrio Santa Cruz, donde un colectivo cultural convirtió un burdel en una casa de teatro, «Amar-y-ya», o la Casa Kolacho, una escuela de hip hop, que debe su nombre a un rapero asesinado en la Comuna 13.
«La cultura tiene que ser parte de la transformación integral de una ciudad», resume Melguizo, quien visita nuestro país hace más de 20 años y lamenta que la «fuerza cultural» que ve a nivel de organizaciones no se refleje ni en los presupuestos ni en los medios de comunicación.
«La cultura no es sólo lo que hace el sector cultural. En el proyecto cultural tienen que intervenir todas las dependencias municipales, no puede ser que Salud trabaje por un lado y Educación por otro. Y lo que hicimos fue reconocer, valorar y potenciar lo que ya existía, la cultura barrial, la gestión comunitaria».
Una de las actividades que coronó el cierre de la Cumbre Internacional de Cultura Mercociudades fue la “Fiesta del Sur”, donde más de 30 muralistas internacionales y nacionales realizaron 10 murales en colegios municipales de la comuna de Peñalolén, y dos en centros culturales dejando un gran patrimonio en la comuna.
En otros países los murales han sido un fuerte elemento de inclusión social. El consultor colombiano Jorge Melguizo, ex secretario de Cultura de Medellín y uno de los asistentes a la Cumbre, destacó que varias obras realizadas en barrios marginales de su ciudad convirtieron lugares hasta entonces «impenetrables» en una «ruta patrimonial» que hoy recorren turistas de todo el mundo.
El coquimbano Samuel Araya fue uno de los pintores invitados a la «Fiesta del Sol». Aunque es ingeniero profesional de profesión, está dedicado al muralismo. Junto a otros tres colegas de su ciudad (Ricardo Díaz, Ignacio Valverde y Gabriel Medrano), pintó la muralla exterior de la Escuela Likankura con motivos de la naturaleza y de su lugar de origen, como el mar, animales marinos como ballenas, el pescador e incluso la bahía de La Herradura.
«Los niños estaban súper agradecidos. Me sorprendió mucho la buena disposición de la gente, nos felicitaban, nos tocaban la bocina…», celebra Araya. «Los niños nos preguntaban sobre los spray, cómo se hacían los trazos y sobre el significado del mural».
Otra muralista invitada fue la rosarina María Victoria Bueno, una artista visual y estudiante de pedagogía en Bellas Artes, que pintó en el Colegio Unión Nacional Árabe. «Estoy muy agradecida por la oportunidad», señala. «Ha sido una experiencia maravillosa, no me esperaba tanto».
A Bueno le tocó pintar las gradas de la cancha de fútbol del colegio. «Me ayudaron chicos de básica, de entre siete y doce años. Podría decir que fueron más de cincuenta los colaboradores. Fue muy divertido trabajar con ellos. Todo el tiempo me hacían preguntas, fue un lindo intercambio».
«Me preguntaban de donde venía, se daban cuenta que tenía otro acento. Me preguntaban cosas de la pintura, pero también si me gustaba Chile y otras cosas», relata.
Sus motivos fueron las flores que representan a las ciudades de la Red, «también pensando que siempre se regalan flores como motivo de agradecimiento, como un símbolo de belleza y gratitud. Quería representar la diversidad de nuestros países».
“Cuando quisimos ser sede de este gran encuentro cultural, pensamos que sería fundamental dejar un legado y un regalo para la comunidad, por eso la importancia que estos muralistas hayan realizado estas obras de arte en los colegios municipales de Peñalolén”, destacó la alcaldesa local Carolina Leitao.
«En total fueron 150 metros cuadrados de extensión en distintos puntos de la comuna que fueron pintados con diseños alusivos a la importancia de la cooperación entre las naciones participantes en esta Cumbre de Mercociudades. Los diseños de estos murales fueron enviados desde distintas partes de Sudamérica y fueron seleccionados los 12 más representativos a esta cumbre de cultura».
Al recorrer los distintos murales, la alcaldesa les agradeció «por dejar este hermoso legado cultural en nuestra comuna que podrán visitar todos los peñalolinos y todas las personas amantes del arte”.
La fiesta cultural finalizó el viernes por la noche, cuando el grupo Illapu realizó un concierto gratuito acompañado de artistas locales como Los Matildinos, Suyai y Tobalaba Marka en el Centro Cultural Chimkowe de Peñalolén, para dar el cierre a los tres días de cumbre.
