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«The 1975» en Santiago del 2017: Un concierto perfecto de efervescencia juvenil Crítica de conciertos

«The 1975» en Santiago del 2017: Un concierto perfecto de efervescencia juvenil

Con el sideshow The 1975 se dio por terminada la jornada de Lollapalooza Chile, en el que los británicos ofrecieron un concierto que repasó toda su -corta, pero potente- carrera.


Con la puntualidad que caracteriza a los ingleses, comenzó el show de la banda The 1975, a las 21 horas en el Movistar Arena.

Tal como lo han hecho dentro de su gira por Latinoamérica, los británicos comenzaron con la canción que le da el nombre a la banda The 1975, seguido de  Love me y UGH!, que cuentan indiscutiblemente con gran influencia de la música de los años ochenta.

Dos pulsos después, siguió la más millenial Heart Out, que con sus sonidos electrónicos hacieron bailar al Movistar por completo, que en ese momento ya se encontraba rendido al carisma de Matthew Healy, quien mostró gran preocupación y sorpresa ante el público chileno, que no paraba de gritar y enloquecer por la banda. Tanto así que el mismo Healy debió llamar a la calma.

Todas la fotografías: Carlos Müller.

Bajando un poco las revoluciones sonó la lenta A Change of Heart, dando paso a un breve recorrido por el disco homónimo de la banda, para luego volver a su material más reciente con Loving Someone y She’s American.

Antes de interpretar Me, el vocalista, Matthew, pidió al público asistente que dejara de lado sus teléfonos y disfrutaran del tema que hablaba sobre él mismo, a lo que las fanáticas estuvieron dispuestas dando en el gusto a Healy.

Entre Somebody Else y Girls, el público se devenía entre la intimidad y el vigor del baile, en el que el centro de atención era Matthew, que como frontman no se quedaba atrás.

Todas la fotografías: Carlos Müller.

Luego de un breve descanso, volvieron con un encore de cuatro canciones, cerrando la noche con la popular The Sound, que hizo vibrar y saltar a todos los asistentes.

Durante una hora y media, The 1975 entregaron todo en el escenario, acompañados de hermosas proyecciones que iban acorde a las temáticas y melodías de su repertorio; así como también un juego de luces que hacía volar a cualquiera, dejando totalmente satisfechos a quienes esperaban el debut de la banda originaria de Manchester, desde septiembre del año pasado, y que pudieron vivir momentos de intimidad como también vibrar, cantar y disfrutar de un concierto perfecto.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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