Publicidad
José Maza y la muerte de Hawking: «como niño símbolo de la ciencia, en todo el sentido de la palabra, la ciencia pierde un gran exponente» Entrevista al Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999

José Maza y la muerte de Hawking: «como niño símbolo de la ciencia, en todo el sentido de la palabra, la ciencia pierde un gran exponente»

«En el último tiempo además se dedicó a hablar de temas, como la colonización de planetas, la vida en el espacio, la vida extraterrestre. Fue un científico mediático que los medios adoraban, porque impresionaba el esfuerzo que hacía por estar presente, al final con un sintetizador de voz porque tenía las cuerdas vocales dañadas por la enfermedad», comentó.


Con la muerte del físico británico Stephen Hawking (1942-2018), la ciencia pierde un divulgador de nivel planetario. Eso cree el astrónomo José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999.

Maza destaca que Hawking fue sin duda «uno de los grandes científicos del siglo XX, particularmente de la segunda mitad».

«Algunos, por la condición tan mediática, lo ponen en el lugar número uno. Yo tengo mis dudas, porque ha habido científicos realmente de gran calibre, como Einstein o Dirac. Es como en el fútbol: que si Platini, si Maradona, si éste o el otro. Son todos una pléyade».

De lo que no tiene dudas es que fue unos de los 20 mejores científicos de los últimos cincuenta años.

La enfermedad no le impidió hacer ciencia

El astrónomo resalta que Hawking fue un hombre muy talentoso, que tuvo el privilegio de educarse en Cambridge, una de las principales universidades de Inglaterra y el mundo.

«A los 22 años fue diagnosticado con una enfermedad y le dieron dos o tres años de vida, pero murió a los 76. Llevó una vida muy dura, muy complicada, con grandes restricciones físicas», dijo en referencia a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que sufrió el físico.

Maza señala que el propio Hawking lo cuenta en su bestseller, «La breve historia del tiempo» (1988): abrocharse los cordones de los zapatos le demoraba veinte minutos.

«Al final todo se lo hacía una enfermera, para comunicarse él escribía en un computador y un sintetizador de voz armaba la frase que quería decir. Era un genio en una jaula, así lo definieron por ahí, estaba amarrado en un cuerpo. Todos nosotros, con mucho menos problemas, terminamos por abandonar algunas tareas. Él fue obstinado, al punto que sacó adelante una carrera científica extraordinaria».

José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas

Un gran divulgador

Sin embargo, lo cierto es que aparte de su enfermedad, que lo hizo estar presente en los medios, «también se dedicó a la divulgación con un éxito extraordinario».

Su gran éxito fue sin duda «La breve historia del tiempo», que contó con un prólogo del estadounidense Carl Sagan otro gran divulgador recordado por la serie «Cosmos». Hasta 2002 había vendido nueve millones de ejemplares. La última de una quincena de publicaciones fue «El gran diseño», de 2010.

«En el último tiempo además se dedicó a hablar de temas, como la colonización de planetas, la vida en el espacio, la vida extraterrestre. Fue un científico mediático que los medios adoraban, porque impresionaba el esfuerzo que hacía por estar presente, al final con un sintetizador de voz porque tenía las cuerdas vocales dañadas por la enfermedad», comenta Maza.

«La ciencia pierde una estrella mediática, aunque no es una muerte inesperada, porque estaba en el ocaso de su carrera. Él la esperaba hace cincuenta años».

Aportes científicos

En cuanto a sus aportes a la ciencia, Maza resalta que Hawking trabajó mucho en cosmología, «sobre los primeros instantes del universo», y que su principal descubrimiento fue lo que se llama «la radiación de Hawking».

«Lo más destacado que hizo fue demostrar que los hoyos negros a la larga se evaporan. Él era un físico teórico y matemático y se dio cuenta por un efecto cuántico que ocurre en la ‘piel’ del hoyo negro, que se llama el horizonte de eventos, en todas partes del vacío se crean partículas y anti partículas. Si la anti partícula cae al hoyo negro, la partícula puede salir hacia nuestro universo. Entonces la anti partícula destruye una partícula al interior del hoyo negro, con lo cual en el fondo esa partícula que salió viene a ser equivalente a la partícula que se murió dentro del hoyo negro. A la larga los hoyos negros se evaporan y se disuelven, aunque demoren miles de veces más que la edad del universo», sintetizó.

Agrega que Hawking además reflexionó sobre la posibilidad de que hubiera «hoyos negros primordiales muy chiquititos, y que esos se podían evaporar en la escala del universo», pero aún no hay evidencia de ello.

Por otro lado, Maza señala que el físico además colaboró «con mucha gente en muchos trabajos».

«En ‘La breve historia del tiempo’ él cuenta muchos de sus descubrimientos, que están muy entrelazados con el trabajo de otras personas.  Trabajaba con un colectivo, donde él era uno más. Puede que haya sido una de las cabezas más brillantes del grupo, pero las ideas no eran totalmente propias de él. Es como en la música sinfónica: él tocaba muy bien su instrumento, pero también había otros músicos».

«Fue un gran divulgador de la ciencia. Como figura mediática, como niño símbolo de la ciencia, en todo el sentido de la palabra, la ciencia pierde un gran exponente. Era más conocido que los presidentes de la república», concluye Maza.

«Cien años después de los trabajos de Einstein, seguimos hablando de él, aunque creo que Einstein fue una figura más grande en el siglo XX. Pero sin duda en la segunda mitad, Hawking fue sin duda la figura más conocida a nivel planetario de la ciencia».

Publicidad

Tendencias