Destacaron el aumento de la participación femenina en el cine después de la dictadura
Las mujeres del cine chileno protagonizaron ayer el festival Cinélatino, que ofrece en Toulouse (sur de Francia) proyecciones y debates con profesionales como las directoras Marcela Said y Caludia Huaiquimilla o la actriz Paulina García, invitada de honor de esta trigésima edición.
La jornada de ayer arrancó en la Cinemateca de Toulouse, campamento base del festival, donde se celebró un taller en el que Paulina García («Gloria») y la montadora Andrea Chignoli («Violeta») hablaron sobre cine, género y política.
Chignoli, que desde 1990 ha montado más de 70 filmes, aseguró hoy que en su profesión sí hay sitio para las mujeres, aunque lamentó que el trabajo de montadora «está bastante invisibilizado» en general.
Esta chilena participó en una mesa redonda con Huaquimilla, García y Said, en la que hablaron sobre el aumento de la participación y la visibilidad de las mujeres en el cine chileno tras la dictadura de Pinochet.
Debido a la falta de escuelas de cine en aquella época, quienes querían dedicarse al séptimo arte partían al extranjero, una experiencia que vivió Chignoli, que fue a estudiar con una beca a Estados Unidos, donde constató que se proyectaban «más películas latinoamericanas que en Chile».
Entre los nominados a los premios de Cinélatino 2018 están la directora Marialy Rivas, que compite con su largometraje «Princesita», y la también directora Tiziana Panizza, finalista por su documental «Tierra Sola», que muestra la opresión del pueblo Rapa-Nui en la isla de Pascua.
Todos los días, la programación del festival incluye una o varias películas con participación chilena como «La novia del desierto», «Rara», «Mariana» o «Mala Junta», filme con el que Huaiquimilla ganó el premio del público en la pasada edición de Cinélatino.
Las profesionales de este país están cada vez más presentes en festivales internacionales como Cannes, Berlín o San Sebastián, gracias al camino que abrieron las cineastas Carmen Castillo y Valeria Sarmiento, que «sin duda han inspirado a toda una generación de mujeres», según los organizadores.
Cinélatino, que empezó como un pequeño festival en 1989, reúne este año a más de cien profesionales de América Latina y proyecta más de 150 películas en diferentes salas de la ciudad.
