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Director del éxito español «La casa de papel”: “Es la lucha de unos pocos contra los poderosos” CULTURA

Director del éxito español «La casa de papel”: “Es la lucha de unos pocos contra los poderosos”

El realizador cubano-uruguayo Alejandro Bazzano atribuye su popularidad, entre otros aspectos, a «ese espíritu de rebeldía que tiene la serie, de intentar con las propias armas del sistema darle un golpe al sistema». La obra es la serie no inglesa más vista en la historia de Netflix. Él es uno de los invitados del próximo Festival de Cine Europeo, que comienza el 22 de mayo, donde además dará una charla.


El cubano-uruguayo Alejandro Bazzano (La Habana, 1963) es uno de los principales invitados del Festival de Cine Europeo, que se realizará el próximo 22 de mayo en Santiago y donde dará una charla. Es el director de la exitosa serie «La casa de papel», que actualmente exhibe Netflix, y que cuenta la historia de una banda que planea el robo de una fábrica de dinero.

Estrenada en 2017, tiene el mérito de ser la serie no inglesa más vista en esa plataforma. «Supongo que uno de los detonantes de este éxito es ese espíritu de rebeldía que tiene la serie, de intentar con las propias armas del sistema darle un golpe al sistema. Siempre las historias de lucha han sido muy seguidas y muy atractivas para el espectador», señala al ser consultado por El Mostrador sobre la razón del éxito.

«En este caso es la lucha de unos pocos contra los poderosos, y donde salen además vencedores. No sé si es el espíritu de Robin Hood, pero hay algo que es muy atractivo para la gente. La gente se identifica por lo general con los más débiles. En este caso es un grupo de personas de extracción humilde y clase media, que tienen un pasado complicado, difícil, y que tienen sueños y tienen ilusiones. Es una cosa muy fácil de identificarse. Y si además no le están robando a nadie en particular, sino atacando el propio sistema, con una de las bases del sistema, que es el dinero, la moneda, que es la que nos ha gobernado desde que se inventó, y con mano férrea», remata.

El realizador Alejandro Bazzano.

Su ingreso a «La casa de papel»

Aunque nació en Cuba, Bazzano vivió en Chile, Argentina y Uruguay antes de recalar en España. En Montevideo estudió arquitectura, pero la dejó para dedicarse a lo audiovisual. Finalmente se graduó en la renombrada Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en 1990. Regresó a Uruguay, donde vivió hasta 2002, cuando la crisis económica lo empujó a emigrar nuevamente, esta vez a España.

Aunque reconoce que le costó ingresar al medio en ese país, «una vez que me salió mi primer trabajo para televisión, el resto de los trabajos fueron viniendo más fácilmente». Le ayudó mucho «Subterráneos», un thriller para la televisión uruguaya que había hecho en 1996. Junto a la gran cantidad de series que filmaría en España, esto le permitió finalmente asumir la dirección de la exitosa serie.

«Estos últimos años he tenido la suerte de estar en proyectos bastante interesantes. Previo a ‘La casa de papel’ estuve en una serie llamada ‘Mar de Plástico’. Ganamos muchos premios y tuvo muy buena audiencia, muy buena repercusión. También está en Netflix, se pasó en toda Latinoamérica», cuenta.

Cuando se enteró de que se estaba preparando la serie «La casa de papel» y supo de qué iba la historia, llamó por teléfono al productor y le preguntó si ya tenía un director. «Me dijo que no, que todavía necesitaban directores. Tuvimos una entrevista y fui seleccionado», detalla.

Las razones del amor

«En un primer momento, lo que más me atrajo fue lo original de la temática para una serie de ficción», recuerda. «Historias de atracos en cine se han visto muchas, desde ‘Tarde de perros’ a ‘Inside man’. Hay tantas referencias visuales que tenemos sobre asaltos, con secuestros, esto de las máscaras, pero nunca lo había visto en una serie de televisión», añade.

Luego lo sedujo la idea «de que empezaba siendo un atraco y se transformaba en un secuestro, que el objetivo no fuera robar, sino producir. Me pareció super original». Y «poco a poco, a medida que fui leyendo los capítulos, me fueron interesando los personajes».

«Por último, lo que hemos planteado como una de las causas de éxito la rebeldía, lo fui descubriendo poco a poco. En un primer momento no fui consciente de que detrás de todo había un acto de rebeldía al sistema. Eso lo fui digiriendo poco a poco», explica.

Ahora lo importante es que los guionistas se deben estar quebrando la cabeza para la tercera temporada. «Me imagino que están en la tarea de escribir y encontrar una nueva aventura para el profesor», señala.

«La tienen complicada, porque hay una expectativa enorme y ha tenido un éxito muy grande. Hacer una tercera temporada, que no puede ser otra vez lo mismo, tiene que ser con un nuevo caso. Me imagino que es complicado el desafío para los guionistas generar algo del mismo nivel de las temporadas anteriores. Pero va a ser seguramente muy interesante y espero estar», afirma.

La diferencia entre el cine y la TV

Bazzano admite que «La casa de papel» tiene muchas referencias al cine, de las películas de asaltos de bancos y Quentin Tarantino.  ¿Pero qué diferencia existe entre una serie y una producción cinematográfica?

«Las diferencias en algunos casos son grandes y, en otros, muy pequeñas», responde. «Creo que a nivel de lenguaje, el mundo del cine y el mundo de las series, están cada vez más cerca. El mundo de las series de ficción ha ido tomando peso, ha ido tomando importancia, y eso ha hecho también que el nivel técnico y profesional sea muy elevado como para competir con producciones cinematográficas», apunta.

Por otra parte, es a nivel de producción donde se notan más las diferencias.

«De entrada, el cine es una obra única, con una duración determinada, y con presupuestos muy variados. Si es cine independiente, es una cosa; si es cine latinoamericano, es otro. Depende del país. Hay países que tienen una industria cinematográfica, hay otros que no, pero que producen. Es un campo bastante amplio, variado», comenta.

Lo mismo sucede en el mundo de la televisión, donde también hay variedad.

«No es lo mismo una producción en Estados Unidos, que en Europa o Latinoamérica. Pero creo que, a nivel técnico, a pesar de que la plataforma de exhibición es distinta, porque no es lo mismo ver un monitor de 30 pulgadas que una pantalla de Cinemascope en una sala, eso siempre ha condicionado de alguna manera el lenguaje. La cantidad de oferta que tiene la televisión te obliga también a tener un ritmo y un tempo más acelerado que en cine», puntualiza.

Los conflictos entre Cannes y Netflix

Bazzano es consciente de que el éxito de Netflix le ha generado roces con la industria cinematográfica. Esta empresa defiende la televisión como una plataforma válida de exhibición, pero el Festival de Cannes cree que el cine debe estar en las salas. Y eso dejó a Netflix fuera del certamen francés. Sin embargo, este realizador piensa que al final el beneficiado es el espectador.

«Todos estos conflictos o diferencias con estas plataformas, con Nexflix, Amazon o HBO hay montones pero cada vez va a haber más–, de alguna manera acercan, tanto el cine como la televisión, al espectador a su casa», reflexiona. «Lo puedes ver en una tablet, un portátil o el televisor de tu casa. Todos estos conflictos están en plena ebullición, porque el medio está siendo bombardeado por nuevas tecnologías, nuevas formas de consumir», profundiza.

Y, en tal sentido, añade: «Creo que hay un cierto nivel de proteccionismo del cine en Europa, cosa que me parece bien, porque es una manera de preservar este arte. Netflix es una plataforma nueva que se está abriendo camino y obviamente va generando conflictos, porque su medio de exhibición no tiene nada que ver con el clásico que es el cine, con las salas. Siento que sí, que la industria se puede sentir amenazada por este tipo de plataformas, pero, bueno, la plataforma es una realidad, ha llegado para quedarse y la tecnología no se puede combatir, como no se puede combatir contra Internet. Simplemente hay que buscar formas para que plataformas como Netflix no perjudiquen al mundo del cine».

Por ahora, Bazzano ya está comenzando otra serie, que se va a a grabar en el País Vasco, en Bilbao, «bastante interesante».

«Es un thriller también. Va sobre un atentado terrorista en Bilbao, pero no de ETA, que es lo lógico a pensar, sino yihadista. Es una miniserie de ocho capítulos y la verdad es que están muy bien los guiones, está muy interesante. Tienen un nombre de trabajo, pero me dijeron que a la cadena no le había gustado, así que todavía lo están pensando», cuenta.

El cine, en tanto, sigue siendo un desafío pendiente.

«Después tengo un par de proyectos para largometraje que estoy tratando de sacar adelante. A ver qué tal», dice.

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