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Barco que crea conciencia sobre contaminación plástica del océano llega a Chile CULTURA

Barco que crea conciencia sobre contaminación plástica del océano llega a Chile

En su segunda expedición mundial científica y medioambiental 2017-2021, “Race for Water” da la vuelta al mundo en un barco de propulsión híbrida solar-hidrógeno-cometa y para proponer soluciones para la conservación de los océanos.


Un singular barco, que tiene por objetivo crear conciencia sobre la contaminación de los mares, llegará este sábado al puerto de Valparaíso.

La embarcación “Race for Water” se encuentra recorriendo el mundo llevando el importante mensaje de cuidar los océanos.

En su segunda expedición mundial científica y medioambiental 2017-2021, “Race for Water” da la vuelta al globo en un barco de propulsión híbrida solar-hidrógeno-cometa y llegará a Chile también para proponer soluciones para la conservación de los océanos.

Antes estuvo en Cuba, Panamá y Perú. Luego seguirá viaje a Isla de Pascua, Nueva Guinea, Tokio y Shanghai, entre otros. En 2015, un barco de la entidad ya había visitado Valparaíso.

Soluciones concretas

En concreto, este proyecto, homónimo de la fundación suiza que lo desarrolla, tiene por objetivo proteger los océanos de la contaminación por plástico.

Durante una semana, la embarcación permanecerá en Valparaíso, para luego seguir rumbo a Talcahuano donde estará cerca de un mes en preparación para continuar el viaje y aprovechar de llevar su mensaje a la comunidad, con charlas, talleres y recorridos por la embarcación.

«Esta nueva expedición demuestra la existencia de soluciones concretas para la preservación de los océanos», afirma Marco Simeoni, presidente de la Race for Water Foundation.

Entre los objetivos de la misión está «contribuir al avance del conocimiento científico sobre la contaminación plástica en el agua»; «alertar a los responsables políticos, sensibilizar al público en general y educar a las generaciones más jóvenes»; y «promover e implementar soluciones sostenibles con impactos económicos, medioambientales y sociales significativos».

Según un estudio realizado por el gabinete McKinsey y la Fundación Ellen MacArthur, en enero 2016, prosiguiendo con el mismo sistema actual de producción, uso y abandono de los plásticos, los océanos contendrán más plástico que pescado (en peso) de aquí a 2050.

Además se calcula que se producirá más plástico durante los próximos diez años de lo que se ha producido desde el inicio de su industrialización en la década de 1950.

Transformar plástico en energía

«Por un lado, estamos demostrando que, si actuamos en tierra, es posible detener la contaminación por plásticos de los océanos, en particular mediante la integración de una tecnología capaz de transformar un desecho plástico en un recurso energético comercializable. También creamos una cadena de valor para los desechos plásticos salvajes con impactos medioambientales, económicos y sociales sostenibles», señaló.

«Por otro lado, estamos acelerando la transición energética al demostrar que una embarcación propulsada por una combinación solar-hidrógeno-cometa es capaz de realizar una expedición de cinco años alrededor del mundo».

Simeoni además ha ideado, con su colaborador industrial ETIA, una tecnología capaz de transformar los residuos plásticos en energía, ya sea gas o electricidad.  La máquina que permite la transformación de los desechos plásticos en fuente de energía utiliza un método de gasificación único y patentado. La primera máquina se pondrá en marcha este año en colaboración con la multinacional francesa Suez para demostrar su rendimiento energético y su actuación medioambiental.

La Fundación ha recibido, entre otros, el apoyo de Naciones Unidas. El director del programa ambiental del organismo (UNEP), Erik Solheim, ha señalado que esta fundación «está demostrando que un futuro de emisión cero no es una utopía, sino que ya se está haciendo realidad».

«La UNEP está orgullosa de apoyar el viaje por el mundo de este innovador barco. Esta misión demostrará el poder de las energías renovables y estimulará la búsqueda de nuevas soluciones para proteger a nuestro océano de la contaminación plástica».

La Fundación

La fundación es obra de Simeoni, un empresario, quien la creó en 2010 en Lausana. En 2015 decidió lanzar una expedición científica y medioambiental, la Race for Water Odisea, para hacer una primera evaluación global de la contaminación por plásticos en nuestros océanos.

Allí constató que las “islas de plástico” no existen y que «ir a recoger los residuos plásticos en el mar ha demostrado ser una utopía». En el corazón de los océanos se extiende una “sopa” de micro plásticos que flotan a la deriva a merced de los giros oceánicos.

«Muy pronto nos dimos cuenta de que la solución se encuentra en tierra. Es imperativo evitar que los residuos plásticos lleguen al mar”, explica Simeoni.

Así, el 9 de abril de 2017, Race for Water zarpó para recorrer el globo en una nueva odisea de cinco años con el objetivo de proponer soluciones para la conservación de los océanos.

«En 2015 estábamos en fase de evaluación, impotentes frente la magnitud del problema de la contaminación por plásticos en los océanos. Con esta Odisea 2017-2021 a bordo de nuestra embarcación de propulsión híbrida solar-hidrógeno-cometa, queremos demostrar que existen soluciones duraderas a través de tecnologías innovadoras para conservar los océanos».

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