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Indignación causó en el mundo del cine la violencia racista que se apoderó en RRSS por documental «Petit Frère» CULTURA

Indignación causó en el mundo del cine la violencia racista que se apoderó en RRSS por documental «Petit Frère»

La Corporación Cultural de Documentalistas Chiledoc criticó «la incitación al odio y la discriminación» en las redes sociales. Para su director, Roberto Collío, revelan «un odio que creo, en todo caso, ha existido desde hace mucho tiempo y se aloja en lo más profundo de nuestra idiosincrasia». «Cuando nos gritan en la calle ‘negrito culiao’, etcétera, nos sentimos mal. En las redes sociales ponen cosas para hacernos sentir mal, pero tenemos que seguir avanzando, echar para adelante. No tenemos otra opción», dijo Wilner, protagonista del filme a El Mostrador.


El mundo cinematográfico, la comunidad migrante y organizaciones sociales criticaron duramente los comentarios que incitan al odio y la discriminación, registrados desde hace algunas semanas en un canal de YouTube, a partir de la publicación del tráiler de la película Petit Frère, cuyo protagonista es un inmigrante haitiano, Wilner Petit Frere.

«Propaganda de extranjeros que los chilenos jamás quisimos que entraran al país», señala un usuario en los comentarios bajo la sinopsis del documental. «Son como las plagas de langostas, destruyen todo lo que esté a su paso», dice otro. «Los nuevos perros vagos de Chile», afirma un tercero.

Ninguno de los «valientes» comentaristas usa su nombre real.

«Ese deseo de aplastar y humillar a la gente me preocupa que se generalice como un modo de ser. El ser chileno o chilena, y reconocerse en una identidad que tampoco es tan clara, porque no sabemos cuáles han sido nuestras propias mezclas. Tuvimos personas africanas que defendieron al país en primera línea en las guerras. Eso es necesario que en algún momento se conozca, para que se pueda enfrentar nuestra historia con todo lo que tenemos como legado, tanto a nivel genético como la historia», dice la socióloga María Emilia Tijoux, académica de la U. de Chile.

 

Un aporte a la economía

La controversia se genera justo en medio de la declaración del Banco Central que señaló que los inmigrantes aportan al desarrollo económico de Chile y podrían convertirse en un motor importante para la actividad del país en dicha área.

«Es imprescindible comprender que las personas se desplazan porque quieren sobrevivir o vivir mejor. La comunidad haitiana está siendo productiva en nuestro país, generalmente en los sectores más precarizados y más duros: el cuidado de personas mayores, el mundo agrícola, la construcción», destaca la socióloga.

Según el Ministerio del Interior, los haitianos son unos 73 mil en todo Chile, un 0,5% de la población. En esa isla del Caribe un 80% de la población vive en la pobreza y el sueldo mínimo son $93 mil pesos chilenos mensuales.

«Cuando nos gritan en la calle ‘negrito culiao’, etcétera, nos sentimos mal. En las redes sociales ponen cosas para hacernos sentir mal, pero tenemos que seguir avanzando, echar para adelante. No tenemos otra opción», dijo Wilner a El Mostrador.

Según el estudio «Towards Understanding Cyberbullying Behavior in a Semi-Anonymous Social Network» de la Universidad de Colorado, «aunque el cyberbullying puede no causar daños físicos, tiene efectos sicológicos devastadores como depresión, baja autoestima, ideas suicidas e incluso suicidio» como tal.

SJM: «El problema somos nosotros»

Uno de los que lamentó los comentarios fue el Servicio Jesuita de Migraciones (SJM), una de las principales organizaciones en trabajar junto a los extranjeros en nuestro país.

«Lamentablemente nos encontramos una vez más con comentarios que juzgan nacionalidades, sin escuchar ni conocer a las personas. ¿Qué nos pasa con Haití? Siendo que es el quinto colectivo con mayor presencia en el país, una y otra vez aparecen comentarios contra ellos», lamentó José Tomás Vicuña, director del SJM.

«El viernes estuve con algunas mujeres haitianas y una justamente me dijo que ‘hay algunos que no nos ven como humanos y eso es muy duro’. ¿Qué nos pasa que provocamos eso? El problema no son los haitianos, somos nosotros. Me pregunto sobre esos padres que generan aquellos comentarios, cómo estarán educando a sus hijos, qué país sueñan, qué sociedad construyen».

Para el director artístico de la radio Nueva 100.5, el publicista Javier Sanfeliú, «ante la pobre educación nacional y los altos niveles de descontento subterráneos y no tanto–, basta con un discurso de odio para liderar en política. Lo utilizó Trump, lo están propugnando los ultraderechistas en Suecia».

«Recomiendo no leer comentarios bajo posteos en redes sociales. Ahí están los enardecidos y desocupados. En general ahí habita mucha frustración», apunta.

Opinión de los directores del filme

Los realizadores de la cinta, en tanto, creen que los comentarios reflejan los sentimientos que albergan algunos sectores de la sociedad.

«No creo que Petit Frère sea para nada una película necesaria, pero a raíz de lo que ha ocurrido con los distintos comentarios en Internet con raíz xenófoba, sí creo que se ha transformado en una película útil», señala su director, Roberto Collío, quien realizó la cinta junto a Rodrigo Robledo.

El filme es «tristemente útil para dilucidar el profundo odio y discriminación que existe en un sector de nuestra sociedad. Un odio que creo, en todo caso, ha existido desde hace mucho tiempo y se aloja en lo más profundo de nuestra idiosincrasia».

Para Robledo, ha sido impactante el nivel de violencia manifestada en los comentarios, no tan solo en YouTube sino también en otras redes sociales.

«Luego de analizarlos con detención, notas que son opiniones bastante similares, que no profundizan en la temática. Visto de ese modo, uno tiende a no prestarle importancia, lo que también es peligroso, porque se naturalizan actitudes discriminatorias y xenófobas”, analiza Robledo. “Uno de nuestros objetivos de Petit Frère es dar a conocer un mundo muchas veces desconocido por los chilenos y, de alguna forma, terminar con este tipo de actitudes”, plantea.

Condena de Chiledoc

La organización Chiledoc, que distribuye la cinta, elaboró una declaración pública manifestando su rechazo ante lo que califican como «incitación al odio y la discriminación», ya que son más de cien las opiniones que denuestan públicamente a la comunidad haitiana residente en Chile.

«Lamentamos que nuestras redes sociales sirvan para albergar mensajes de odio y discriminación hacia la comunidad haitiana en Chile”, declara la directora de Chiledoc, Paola Castillo.

“Creemos en el migrante como un actor social que enriquece nuestra cultura y seguiremos trabajando, junto a muchos otros que también así lo creen, por una sociedad chilena más justa, inclusiva y tolerante”, señala Flor Rubina, también directora de la organización. “La película promueve el valor de la diversidad y es preocupante que haya personas que olviden que todos merecemos respeto. Necesitamos más películas que fomenten la tolerancia”, enfatizó Rubina.

Castillo destaca que distribuyendo esta película “buscamos impulsar la reflexión social en torno a temas de contingencia nacional, como es la migración en Chile, y brindar a los espectadores una nueva mirada en torno al tema. Ojalá cada día haya más documentales que nutran esas nuevas miradas”, sostiene.

Collío (izquierda) junto al periodista Fernando Caro, en el programa «Mostradoc».

«Alza de odios»

Para el protagonista del documental, Wilner Petit Frère, los comentarios solo reflejan el maltrato que reciben los extranjeros a diario en Chile.

«Migrar es un derecho internacional, por eso no nos da vergüenza. La gente migra por una razón y otra, quizás por temas políticos, de salud, de estudio. Para nosotros, como migrantes haitianos aquí en Chile, al principio fuimos bien recibidos, pero con el paso del tiempo nos damos cuenta de que ya no», lamenta.

«Actualmente nos tratan mal, nos dicen todo lo que se les ocurre. En el trabajo están rechazando a los haitianos, despidiendo sin razón. No nos quieren recibir, dicen que no quieren extranjeros, solo chilenos. Reciben venezolanos con pasaporte y rechazan a haitianos que tienen visa definitiva», puntualiza.

Para Tijoux, «esto se da en un contexto, si no internacional, de un alza de los odios y la crueldad racista hacia determinadas comunidades. Ayer fue un niño colombiano, maltratado en su colegio con comentarios terribles; hace unos pocos días, fue una niña haitiana, de once años, violada».

Los comentarios «dan cuenta de lo que se ignora respecto a otros países, de lo poco que conocemos la historia, la cultura, de personas incluso de nuestra región y nuestro propio continente. A algunos nos educaron en la solidaridad, el afecto y la comprensión en un sentido latinoamericano, pero la migración a nivel mundial y el desplazamiento de miles de personas, incluido Chile, donde han llegado entre otros desde Haití, revela un desconocimiento, xenofobia y temor a los demás».

Ella cree que debe haber una política pública y la acción de la justicia frente a estas declaraciones xenófobas, «porque lo que se dice es tan brutal como si se cometiera un crimen efectivamente, porque va generalizando una mirada y consolidando un racismo del cual deberíamos deshacernos de una vez por todas».

«La migración llegó para quedarse; muchos niños han nacido en Chile y ni siquiera conocen los países de sus padres. Es muy triste, y muy violento, leer comentarios tan brutales, cobardes», concluye.

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