CULTURA
Cerca de 13 mil personas, disfrutaron el día de ayer el regreso del británico Robbie Williams, quien aterrizó en el Movistar Arena, luego de 9 años de ausencia en nuestro país, para presentar su tour ‘Heavy Entertainment Show’.
El cantante de 44 años abrió con la canción que da nombre a la gira y ‘Let Me Entertain You’, lo que siguió fueron casi dos horas de baile y canto con sus fans, quienes disfrutaron mientras Williams presentaba sus mayores éxitos.
Desde antes de que pusiera un pie sobre el escenario, el británico ya tenía al público comiendo de la palma de su mano, y es que los conocedores de esta gira, saben que el sonido de la pista de Eminem «Lose Yourself» es el aviso de que Williams está a punto de hacer su entrada triunfal.
Antes de que la audiencia tuviera la oportunidad de recuperar el aliento, comenzaron las notas iniciales de ‘The Heavy Entertainment Show’, la canción principal de su undécimo álbum de estudio del 2016. La banda y un grupo de mujeres vestidas como un equipo de boxeo estilo Las Vegas dieron pié para la entrada de Robbie Williams y con su presencia en el escenario comenzaron los gritos histéricos de parte de la audiencia.
Los fanáticos chilenos siempre han tenido una especie de romance a distancia con Williams. La mayoría de los presentes durante esta jornada, lo siguen desde sus comienzos en Take That, hace más de veinticinco años, hasta la consolidación como uno de los solistas más exitosos del mundo. La presentación de anoche, incluyó un set list que fue un recorrido por los éxitos que forjaron su carrera, las canciones que todos conocen y aman, más unas cuantas sorpresas.
Una de ellas fue el tributo al difunto cantante George Michael. Williams con genuina emoción, contaba su primer encuentro con su ídolo en Berlín en 1994, cuando comienzan a sonar los primeros acordes de Freedom!. Interpretó el tema acompañado de bailarines vestidos con trajes de los años 80’ que hicieron que los fans celebraran junto a Williams la vida de uno de los grandes del pop mundial.
En otro ámbito, no es ningún secreto que Williams es un orgulloso padre de dos hijos, sus ojos brillan mientras habla de ellos, y le regalan a los fanáticos anécdotas de sus aventuras, antes de dedicar «Love my life» a todas las «mamás y papás» presentes esa noche. Los que se encargaron, por su parte, de llevar globos de color rojo y negro para soltar mientras interpreta la canción.
Una mezcla de líneas de algunas de las canciones más reconocibles de los últimos veinte años, le dio a la audiencia la oportunidad de interactuar con el cantante, mientras mostraban lo bien que las conocían todas, lo cual le causó gracia, hasta que comenzó a sonar ‘Somethin Stupid’, momento que aprovechó para subir al escenario a una integrante del público a cantar la parte correspondiente a la australiana Kylie Minogue. Williams le contó a sus fans, que la canción era en memoria de su difunta madre Tiffany. El momento, indudablemente, emocionó al propio Williams, que, después pidió a su padre Peter Conway, subir a cantar con él “She’s the one”.
Para finalizar y acompañado por un pianista, cantó en el clásico de Frank Sinatra «My Way», una canción que resume quién es Williams como un artista y como ser humano. Cuando hizo la última reverencia, se alejó lentamente del escenario, se llevó el micrófono a los labios una última vez y comenzó a cantar, una vez más, el coro de ‘Angels’.
Fueron momentos como este, los que ilustran por qué Williams es tan querido por sus fanáticos y por qué logra conectar tan fuertemente con ellos, al punto de tener una cifra no menor de personas con desmayos, en parte, producto de la espera y la emoción del reencuentro, con uno de músico ingleses más querido de los últimos años.
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Así comienza la presentación del británico @robbiewilliams en el @movistararena
