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Científicos chilenos se declaran en alerta ante caso de gemelas modificadas genéticamente en China CULTURA

Científicos chilenos se declaran en alerta ante caso de gemelas modificadas genéticamente en China

Los expertos coinciden en que, técnicamente, es posible que el investigador chino He Jiankui haya realizado el experimento. Sin embargo, la falta de respaldo de una publicación científica o de la propia Academia de Ciencias de China, pone en duda que la maniobra se haya efectuado. «Estamos en la infancia de esta tecnología para estar usándola en personas», advirtió Miguel Allende, director del Centro de Regulación del Genoma (CRG), de la Universidad de Chile. Para los investigadores nacionales, aplicar la técnica CRISPR/Cas9 sin tener la certeza de que el cambio de un gen no va a generar complicaciones a futuro, es irresponsable y atenta contra el principio de maleficiencia desde el punto de vista ético.


Un grupo de expertos en Chile cuestionó la veracidad de una supuesta edición genética en bebés humanos para prevenir el VIH realizada en China.

El pasado 26 de noviembre, el científico chino He Jiankui causó conmoción mundial al asegurar que había creado los primeros bebés genéticamente modificados del mundo, aplicando en dos gemelas la técnica de edición genética CRISPR/Cas9.

La información se dio en el marco de la cumbre de Hong Kong, siendo este congreso el primero en que ya se habla abiertamente de modificar la línea germinal humana.

Este lunes, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que expertos del organismo investigarán implicaciones éticas, sociales y de seguridad que puede entrañar el nacimiento de bebés modificados genéticamente.

«Estamos en la infancia de esta tecnología para estar usándola en personas», advirtió Miguel Allende, director del Centro de Regulación del Genoma (CRG), de la Universidad de Chile. «Es totalmente irresponsable», añadió, aunque puso en duda que el procedimiento efectivamente se haya realizado.

[cita tipo=»destaque»]En el mundo, el experimento de He Jiankui ha causado gran conmoción por los peligros de que esta forma de eugenesia se masifique hasta el punto de llegar a pensar en la existencia de dos tipos de humanos: los normales y los modificados. “Va a ser imposible evitar la existencia de un mercado negro de edición genética. La gente querrá un niño perfecto y estará dispuesta a pagar mucho para tener uno. Podemos estar solo ante el comienzo de un mercado negro de la perfección”, alertó al diario El País el filósofo Julian Savulescu, director del Centro Uehiro para la Ética Práctica de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.[/cita]

n el mundo, el experimento de He Jiankui ha causado gran conmoción por los peligros de que esta forma de eugenesia se masifique hasta el punto de llegar a pensar en la existencia de dos tipos de humanos: los normales y los modificados. “Va a ser imposible evitar la existencia de un mercado negro de edición genética. La gente querrá un niño perfecto y estará dispuesta a pagar mucho para tener uno. Podemos estar solo ante el comienzo de un mercado negro de la perfección”, alertó al diario El País el filósofo Julian Savulescu, director del Centro Uehiro para la Ética Práctica de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.

Contra el VIH

He Jiankui comenzó a difundir videos en YouTube en los que aseguraba haber modificado los genes de unas gemelas.

Según el investigador chino, las niñas, Lulu y Nana, «nacieron sanas hace unas semanas», gracias a la fertilización in vitro con tecnología de modificación genética «que evitará que se infecten con el VIH».

En estos vídeos, He asegura haber utilizado la técnica del CRISPR/Cas9 y justifica el experimento indicando que la modificación genética «no tiene el objetivo de eliminar enfermedades genéticas», sino de «dar a las niñas la habilidad natural para resistir a una posible futura infección del VIH».

Actualmente, la edición genética es más aceptada en células de personas adultas –para tratar ciertas enfermedades como la distrofia muscular–, pero es mucho más controvertida en embriones humanos. En Chile está regulada por la Ley 20.120, sobre la investigación en seres humanos, mientras en el resto del mundo hay distintos grados de restricciones, que van cambiando con los años, con China entre los más flexibles.

El procedimiento «es peligroso y prematuro, porque conocemos una parte muy pequeña del genoma humano. ¿Cuáles podrían ser los efectos secundarios de esta modificación? ¿Cómo probar la efectividad de la técnica? No lo sabemos», señaló Florencia Tevy, doctora den genómica de la Universidad de Bolonia.

Factibilidad técnica

Los expertos coinciden en que, técnicamente, es posible que el investigador haya realizado el experimento. «La factibilidad técnica es concreta y real», señaló Eva Bustamante, jefa de Oncogenómica del Instituto Oncológico de la Fundación Arturo López Pérez (FALP). También Tevy cree que es «totalmente factible».

«Es totalmente viable», coincidió Allende. «No es muy difícil. Si se tiene acceso a los pacientes, y tiene la posibilidad de conseguir embriones y hacer fecundación in vitro, perfectamente se puede hacer sin mucha ayuda».

Destacó que muchos laboratorios en el mundo, incluida su propia entidad, aplican la técnica CRISPR, aunque es para la edición de genomas no humanos. Sin embargo, destaca que en estricto rigor el ADN del ser humano es similar al de otros animales, con lo cual no hay mucha diferencia, «salvo la dificultad de conseguir los embriones».

Cuestionamiento

Sin embargo, la falta de respaldo de una publicación científica o de la propia Academia de Ciencias de China pone en duda que la maniobra se haya efectuado.

«No hay evidencia de que el trabajo sea real», indicó Bustamante. «No hay evidencia de cómo ocurrió y cómo lo hizo».

«Tendría que mostrar evidencia y distintos tipos de datos. Es dudoso, porque cuando alguien hace algo que se supone es espectacular , y no lo muestra, de inmediato hay que sospechar. Los científicos siempre estamos acostumbrados a poner nuestro trabajo frente a todos, para que lo vean , lo revisen y nuestros pares nos digan si nos creen o no», puntualizó Allende.

«No hay detalles técnicos. Él tampoco entregó los cuadernos de laboratorio ni identifica la conformación del grupo investigador», subrayó Tevy. «Con las notas de él podríamos resolver muchas cuestiones».

Posibles mutaciones

Sin embargo, de haberse realizado, los especialistas apuntan al peligro del procedimiento, en vista de que el ADN humano, a pesar de los avances, aún es mayormente desconocido.

Para muchos de ellos, el aplicar la técnica CRISPR/Cas9 sin tener la certeza de que el cambio de un gen no va a generar complicaciones a futuro es irresponsable, y atenta contra el principio de maleficiencia desde el punto de vista ético.

Además, plantean que, si no hay certeza de que esto no puede afectar en otros procesos biológicos, es grave, no solo desde el punto de vista ético, sino también en los efectos a corto o largo plazo que puede generar en un ser humano. «Usarlo en embriones, de personas que no han nacido, y jugando con genes, que no tenemos claro qué es lo que hacen, es irresponsable», sostuvo Allende.

Bustamante alertó que se pueden generar mutaciones nuevas. «Ese es el principal riesgo de no tener el completo dominio» del procedimiento, dijo.

«Nosotros estamos en desacuerdo con este tipo de experimentos. Aunque uno no tuviera un dilema ético en trabajar con genomas humanos, el problema es que no hay una tecnología lo suficientemente segura al día de hoy para garantizar que se va a afectar solo el gen deseado, y segundo, porque no sabemos lo suficiente sobre la función de los genes y su alteración en términos de que podrían tener otros roles», resaltó. «Para arreglar una cosa, podrías echar a perder otra», advirtió.

Finalmente, los científicos destacan que, incluso siendo real el procedimiento, la única forma de probar su eficacia es exponiendo a las mellizas al VIH.

«Nadie en su sano juicio haría eso en el futuro, jóvenes o adultas, solo para probar que la teoría de este señor fue real. Además el VIH es un virus, y los virus mutan mucho», concluyó Bustamante.

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