Publicidad
Karen Uhlenbeck, la mujer «imperfecta» que hizo lo que no se supone: ganar el Nobel de Matemáticas CULTURA|CIENCIA

Karen Uhlenbeck, la mujer «imperfecta» que hizo lo que no se supone: ganar el Nobel de Matemáticas

La científica estadounidense de 76 años fue elegida por la Academia Noruega de Ciencias y Letras gracias a su trabajo sobre «superficies mínimas», como lo son las pompas de jabón. Las revelaciones matemáticas de Uhlenbeck les han dado a teóricos de la física las herramientas para tratar de descifrar algunos de los más grandes misterios que enfrentan, como es el comportamiento de las partículas subatómicas y la unificación entre las fuerzas electromagnéticas y la nuclear. En su autobiografía la matemática admite estar consciente de que su lucha contra la discriminación de género la ha transformado en un modelo. «Es difícil ser un modelo a seguir, porque lo que realmente se necesita hacer es mostrar a los alumnos cómo las personas imperfectas pueden tener éxito».


«Nos dijeron que no podíamos hacer matemáticas porque éramos mujeres. Hubo mucho desdén descarado y evidente, pero también hubo un estímulo sutil. Había mucha gente que apreciaba los buenos estudiantes, hombres o mujeres. Y yo era una muy buena estudiante. Me gustó hacer lo que se suponía que no debía hacer, fue una especie de rebelión legítima».

Esta es una de las frases célebres con que la matemática Karen Uhlenbeck –primera mujer en recibir el Premio Abel, considerado el Nobel de las Matemáticas– resume en su libro Viajes de mujeres en la ciencia e ingeniería, sin constantes universales (editorial Temple University Press), de 1997, todas las dificultades que experimentó esta mente brillante para abrirse camino en las matemáticas, dominada de manera excluyente por hombres.

«Soy consciente de que soy un modelo a seguir para las mujeres jóvenes en matemáticas. Sin embargo, es difícil ser un modelo a seguir, porque lo que realmente se necesita hacer es mostrar a los alumnos cómo las personas imperfectas pueden tener éxito. Todos saben que si las personas son inteligentes, divertidas, bonitas o bien vestidas, tendrán éxito. Pero también es posible tener éxito con todas sus imperfecciones. Me tomó mucho tiempo darme cuenta de esto en mi propia vida. En este sentido, ser un modelo a seguir es una posición muy poco glamorosa, mostrando a la gente todos tus aspectos negativos».

Karen Uhlenbeck está considerada una de las fundadoras del área del análisis geométrico por sus trabajos en aplicaciones armónicas y sus investigaciones han favorecido importantes avances en el campo de las ecuaciones en derivadas parciales geométricas, la teoría de gauge y los sistemas integrables.

[cita tipo=»destaque»]»Nos dijeron que no podíamos hacer matemáticas porque éramos mujeres. Hubo mucho desdén descarado y evidente, pero también hubo un estímulo sutil. Había mucha gente que apreciaba los buenos estudiantes, hombres o mujeres. Y yo era una muy buena estudiante. Me gustó hacer lo que se suponía que no debía hacer, fue una especie de rebelión legítima».[/cita]

La científica estadounidense de 76 años elegida por la Academia de las Ciencias y Letra de Noruega gracias a su trabajo sobre «superficies mínimas«, como lo son las pompas de jabón. Trabajó primero en el cálculo de variaciones y posteriormente se dio a conocer principalmente por sus trabajos sobre ecuación en derivadas parciales no lineales en varios problemas geométricos y físicos –desarrollados originalmente por la necesidad de describir fenómenos como el electromagnetismo, pero que ahora se utilizan en multitud de contextos, como el estudio de las formas del espacio en varias dimensiones–.

«Decidí que la relatividad general de Einstein era demasiado difícil, pero logré aprender mucho sobre la geometría del espacio-tiempo. Hice un trabajo muy técnico en ecuaciones diferenciales parciales, hice un pase infructuoso a las ondas de choque, trabajé en problemas variacionales invariantes a escala, hice un mal intento en tres topologías múltiples, aprendí la teoría del campo gauge y luego algunas sobre aplicaciones a cuatro variedades, y recientemente he estado trabajando en ecuaciones con simetrías infinitas algebraicas. Encuentro que me aburro con todo lo que entiendo», explicó en su autobiografía.

«Ha cambiado dramáticamente el panorama en matemáticas», justificó la decisión el presidente del Comité del Premio Abel, Hans Munthe-Kaas.

«Sus teorías han revolucionado nuestro entendimiento en las superficies mínimas, como por ejemplo mayores problemas de minimización en dimensiones más altas», añadió.

Un caso que se da en la pompas de jabón, que desde el punto de vista matemático poseen un particular interés, dado que son capaces de transformar la capa más exterior del jabón en la forma de la menor superficie: una esfera perfecta.

Representar y manipular las burbujas matemáticamente permite a los investigadores establecer el comportamiento de fenómenos físicos, como los campos de electricidad.

Las revelaciones matemáticas de Uhlenbeck les han dado a teóricos de la física las herramientas para tratar de descifrar algunos de los más grandes misterios que enfrentan, como es el comportamiento de las partículas subatómicas y la unificación entre las fuerzas electromagnéticas y la nuclear.

«Soy matemática. Los matemáticos hacen una investigación exótica, por lo que es difícil describir exactamente lo que hago en términos sencillos. Trabajo con ecuaciones diferenciales parciales que originalmente se derivaron de la necesidad de describir cosas como el electromagnetismo, pero han sufrido un siglo de cambios en el que se utilizan de una manera mucho más técnica para observar las formas del espacio. Los matemáticos observan los espacios imaginarios construidos por científicos que examinan otros problemas».

Uhlenberck también recibió los US$700 mil del premio que, desde que fue creado, en 2002, solo había sido obtenido por hombres.

Publicidad

Tendencias