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A pesar de los nuevos aires constitucionales, presupuesto de ciencia 2020 sigue sin despegar y será inferior a 2017 CULTURA

A pesar de los nuevos aires constitucionales, presupuesto de ciencia 2020 sigue sin despegar y será inferior a 2017

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Se vota esta semana en el Senado y será inferior al del año 2017, por lo cual los investigadores pidieron que la clase política aumente la recaudación a través de la Reforma Tributaria y un royalty minero, para no repetir la situación. «Mantener el presupuesto en ciencia es dar aún más razones al país para mantenerse movilizado», advirtió la presidenta de la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (Anip), la matemática Claudia Vargas.


El mundo científico lamentó que el presupuesto 2020 del sector sea sometido esta semana a votación sin mayores cambios en el Senado, con lo cual se mantiene en niveles del 0,38% del PIB, muy lejos del 2,4% promedio de la OCDE, y pidió al Parlamento que aumente la recaudación a través de la Reforma Tributaria y un royalty minero, para no repetir la situación en el futuro.

Un documento de la Oficina de Presupuestos del Congreso Nacional reveló que el presupuesto de ciencia para 2020, que se vota esta semana en la Cámara Alta, es inferior a 2017.

«Se trata de un presupuesto de continuidad, lo que significa estancamiento o una situación peor», señaló Jorge Babul, presidente de las Sociedades Científicas de Chile.

«Mantener el presupuesto en ciencia es dar aún más razones al país para mantenerse movilizado», advirtió por su parte la presidenta de la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (Anip), la matemática Claudia Vargas.

«Es quitar el estímulo de regresar al país a los que salgan estudiando doctorados y posdoctorados en el extranjero. Es motivo para nuevas protestas de científicos en 2020. Y sobre todo es una muestra de que la ciencia es menos importante para el Gobierno. El Ministerio de Ciencia y Tecnología es cosmético y lo peor es que queda marginado de opinar sobre violencia, balines y gases tóxicos para los manifestantes», criticó.

Fuente: Oficina de Presupuestos del Congreso Nacional.

«Populismo»

El ministro Andrés Couve había manifestado, la segunda semana de noviembre, que el presupuesto del sector se iba a adaptar para que la agenda social pudiera realizarse de la mejor manera.

Sin embargo, hubo críticas a que la autoridad se escude en la crisis social para justificar no haber logrado más fondos.

«Es muy fácil derivar fondos o no aumentar los fondos de ciencia para apoyar acciones sociales, dada la relevancia del movimiento social en este momento», comentó Claudio Hetz, director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) de la Universidad de Chile.

«Pero ese es un discurso fácil y muy populista, que de alguna forma ayuda al ministerio a justificar el no aumento del presupuesto para ciencia, dado que todos sabíamos que iba a ser muy difícil pelearlo, por la posición del Gobierno (…). El ministerio ahí ha fallado en poner con fuerza una posición un poco más filosófica y conceptual que mira al Chile del futuro», añadió.

Fuente: Oficina de Presupuestos del Congreso Nacional.

Reorientar recursos

Para Natalia Muñoz, de la agrupación Ciencia con Contrato, después de lo vivido el último mes, se tendrían que reorientar los esfuerzos presupuestarios para ciencia, tecnología e innovación, considerando elementos que no estaban en el diseño original del ministro y su equipo.

En su opinión, deberían revisarse de una vez por todas las condiciones de contratación de profesionales y técnicos en los distintos proyectos y centros que va a financiar la nueva Agencia de I+D, para provisionar los recursos necesarios y no seguir arrastrando indefinidamente la precariedad laboral en el área.

También apunta a revisar la política de incentivos o sobresueldos asociados a proyectos que reciben investigadores académicos con jornada completa en universidades (que están en los percentiles más acomodados del país) y redestinar esos cuantiosos recursos, por ejemplo, a iniciativas para profesionalizar la gestión de la investigación, a un programa nacional de educación científica o, incluso, a financiar más proyectos en áreas prioritarias para Chile.

Muñoz no entiende, por ejemplo, que se haya incrementado un 75% el presupuesto de un programa para comprar equipamiento científico (Fondequip), cuando hay necesidades y precariedades tan grandes en otras áreas.

«El Ministerio de Ciencia no puede hacer como si no hubiera pasado nada, manteniendo líneas presupuestarias pensadas para otro Chile que se negaba a reconocer ciertas realidades», remató.

Menos que en 2017

Para el año 2020, los recursos identificados en ciencia, tecnológica e innovación (CTI) del proyecto de Ley de Presupuestos ascienden a $721.687 millones, menos de US$ 1.000 millones, según el texto «Recursos Presupuestarios para Investigación Científica, Tecnológica e Innovación (CTI) Año 2020».

Comparado con el año 2019, el proyecto de Ley de Presupuestos 2020 contiene un crecimiento real anual de 3,8%. En los dos años previos, 2018 y 2019, este informe arrojó crecimientos reales anuales negativos por: -2,2% y -3,4%, respectivamente.

El informe destaca que el monto permite «recuperar un nivel de gasto similar al que se tenía en el año 2018, aunque inferior a los $735.651 millones registrados en el presupuesto del año 2017».

«Chile sigue siendo un país sin visión ni ambición, que no entiende los cambios que se están produciendo a nivel mundial», indicó el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión del Futuro.

«El desafío del desarrollo futuro va a pasar por la ciencia, por los datos, por la inteligencia artificial, por la innovación, y Chile no está preparado ni se está preparando. Con un 0,38% del PIB, Chile no tiene ninguna posibilidad de ser parte del siglo XXI, a pesar de las inmensas posibilidades que tiene en materia solar, de litio, como laboratorio natural de volcanismo», agregó.

Su colega Alfonso de Urresti fue un poco más optimista.

“Este es el primer presupuesto de este ministerio recién creado y, aunque efectivamente es más bajo de lo que quisiéramos para un aspecto central del futuro y desarrollo del país, confiamos en que contará con los recursos necesarios para darle el impulso a la investigación nacional. En todo caso, nos preocupa especialmente que las seremis de las tres macrozonas, recientemente nombradas, donde se designaron a destacadas científicas, cuenten con los recursos humanos y financieros para que puedan desplegarse en los territorios y sea un ministerio efectivamente descentralizado, para apoyar a los académicos e investigadores de todas las regiones”, puntualizó.

«Se comprende que las demandas sociales podrían haber cambiado las prioridades de corto plazo del país, pero siempre será decepcionante que se continúe postergando el tema», lamentó por su parte Raúl Cordero, académico de la U. de Santiago.

Fuente: Oficina de Presupuestos del Congreso Nacional.

Cifras del Ministerio de Ciencia

El informe reconoce una variación importante encontrada respecto de años anteriores: que en el proyecto de Ley de Presupuestos para 2020 se incorpora la Partida 30 Ministerio de las Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, por un monto de $436.519 millones y que, según informe de la Dirección de Presupuestos (Dipres), presenta un incremento de 6,2%.

Este 6,2% de crecimiento da cuenta únicamente de las asignaciones contenidas en el nuevo Ministerio de Ciencia, utilizando como base para determinar la variación la Ley de Presupuestos 2019, más reajustes y leyes especiales, destaca.

A diferencia del informe de Dipres, el presente documento consideró en su análisis la totalidad de las asignaciones encontradas y vinculadas a CTI de la Ley de Presupuestos de cada año, incluidas las contenidas en el nuevo Ministerio de Ciencia. La base de comparación para la determinación de la variación anual fue la ley aprobada de Presupuestos del año anterior, en moneda del año 2020.

Al ser incluidas solo aquellas asignaciones presupuestarias claramente identificables bajo este concepto (CTI), el resultado obtenido podría eventualmente variar, en la medida que existan líneas, programas o acciones gubernamentales destinadas a ciencia e innovación que no fueron incluidas en este informe.

«No es prioridad»

Para Hetz, el presupuesto de muestra de que la ciencia no es una prioridad, «pero hay que pensar en el largo plazo, y cómo el invertir en ciencia, tecnología y la academia va a impactar positivamente en el crecimiento cultural, económico y social del país», insistió.

Agregó que esto es necesario para tomar decisiones basados en evidencia «y no en las encuestas del momento o posiciones políticas que son subjetivas».

Por eso pidió a «los políticos y el Gobierno» buscar formas de aumentar la recaudación de fondo, como la Reforma Tributaria o la ley del royalty, «y no rederivar fondos de las platas existentes, porque eso termina haciendo daños a distintas áreas».

Babul, por su lado, espera  que el Plan de Ciencia que está elaborando el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación tenga que ver con las necesidades del país y su gente y que se considere especialmente la inserción de los investigadores jóvenes en el Estado, universidades y empresas.

Para Muñoz, el país tiene que empezar a implementar en serio una política agresiva de desarrollo productivo que le permita sostener todos estos esfuerzos, «porque sin eso el financiamiento a la investigación se transforma en un conjunto de programas de beneficencia para científicos y no en una política que realmente aporta al desarrollo del país».

Los investigadores además esperan que el tema sea materia de la discusión por la nueva Carga Magna y que «permita priorizar la ciencia».

«Al igual que la educación, son la única herramienta para asegurar el desarrollo sustentable del país», concluyó Cordero.

Finalmente, Judith Lisoni, directora del Núcleo Milenio de Materiales Multifuncionales para la Ciencia Aplicada de Superficies, puso énfasis en estimular al sector privado en su aporte al financiamiento de la ciencia.

«Ojalá el nuevo ministerio venga a articular la inversión del sector privado en ciencia y tecnología, que es muy baja en este momento en Chile, comparada con los países desarrollados. No podemos esperar que todo venga del Gobierno. Si el sector es motivado a invertir, podríamos avanzar mucho más en lo que queremos como país», dijo.

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