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«Se oía venir», el libro que explica cómo la música chilena se anticipó al estallido social CULTURA

«Se oía venir», el libro que explica cómo la música chilena se anticipó al estallido social

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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Publicado en internet para que esté disponible de forma gratuita, el conjunto de artículos –escritos por periodistas, una historiadora y una cineasta– analiza el discurso crítico de distintas escenas musicales desde el retorno a la democracia hasta la actualidad. “‘Se oía venir’ fue pensado como un libro que ojalá refiriera en algún grado esa insurgencia callejera, que es de lo que habla esta música”, explicó David Ponce, su editor.


“No son 30 pesos, son 30 años”, se escuchó desde el comienzo del estallido social de octubre, debido a la acumulación de descontentos, desigualdades y fallas sistemáticas en la sociedad. Desde hace 30 años que la música chilena ha dado forma a un discurso crítico, que se anticipó a las movilizaciones sociales y ese es, precisamente, el tema central de Se oía venir, un libro escrito entre periodistas, una documentalista y una historiadora que desde distintas perspectivas analizaron tres décadas de música y contingencia.

Escrita y editada a fines de 2019, la publicación contiene artículos sobre la música popular chilena durante la transición iniciada en 1990 y aspectos específicos como el rap, música electrónica, hardcore punk, cueca o el pop. Frente al argumento, frecuente en los primeros días de manifestaciones, de que no fue posible prever la explosión social del 18 de octubre, la música popular representa una evidencia previa y cuantiosa de las múltiples causas y reivindicaciones históricas que permiten entender la crisis.

[cita tipo=»destaque»]El libro, además de ser colectivo, se publicó en la página web de la Editorial Cuaderno y Pauta, donde está disponible para descargarlo gratuitamente. David Ponce comentó que en una primera instancia fue una razón práctica “para hacerlo circular de la manera más fácil y directa, y por una razón política también. Bastante de lo que hemos escrito en estos artículos, se refiere a gente que produce y difunde música en modos contrarios a la lógica capitalista basada en cobrar por todo, y era bueno oponernos también a esa lógica. El actual Presidente dijo en 2011 que ‘nada es gratis en esta vida’ y hablando de educación nada menos. Siempre va a ser sano llevar la contra a una frase así, aunque sea con el gesto puntual de publicar gratis un libro para bajar de internet”.[/cita]

David Ponce, periodista musical y editor del libro, comentó la necesidad urgente de publicar: “Fue urgente como primera cosa. Entre quienes escribimos el libro están Araucaria Rojas, que es historiadora; Susana Díaz, que es cineasta; y cinco periodistas (Luis Felipe Saavedra, Freddy Olguín, Leyla Manzur, Javiera Tapia y yo). Una de las ideas de esta publicación era también dar cuenta con prontitud de esta información que nos parecía relevante, entre el cúmulo de antecedentes que permiten explicar el levantamiento que estamos viviendo”, explicó.

Los capítulos analizan distintas escenas musicales, desde cantoras y cantores populares de raíz folclórica, grupos de rock, exponentes del rap y escenas completas de música electrónica, experimental o bailable, entre otras.

Freddy Olguín escribió sobre los exponentes del rap en nuestro país: “En mi caso, seguí algunas directrices de 100 rimas de rap chileno, un libro que publiqué en 2018. Agregué nuevos elementos centrados en la música de autores con un carácter más político o social, siguiendo un formato de apuntes sobre la marcha (…). Creo que la música es capaz de acompañar procesos y otorgar sentido, también entregar alegría. En algunos casos y, tal como propone el libro, puede anticipar o advertir cosas. En este caso, también puede actuar como testigo de las desigualdades y abusos en nuestro país”.

Se oía venir relaciona las voces y propuestas surgidas en paralelo o anticipadas a los hitos del último tiempo, como las movilizaciones estudiantiles, la defensa de los ecosistemas, los escándalos de colusión del empresariado, las disidencias sexuales o el movimiento feminista. Hoy este discurso se presenta como una referencia anticipada del movimiento aflorado en 2019, pero además como una convergencia de contenidos frente a las complejas luchas sociales que se avecinan en 2020: este es un libro sobre el pasado reciente y sobre el futuro.

Pese a que los autores hablan de la música que surge antes del 18 de octubre, esta ha estado presente durante las manifestaciones y ciertas canciones resurgieron como himnos de las demandas de los manifestantes, como «El derecho de vivir en paz» de Víctor Jara o «El baile de los que sobran» de Los Prisioneros. Además, varios músicos han sacado canciones durante el estallido, tales como «Cacerolazo» de Ana Tijoux, «Quememos el reino» de Camila Moreno o «Paco Vampiro» de Alex Anwandter.

Varios autores de Se oía venir comentaron la importancia que tiene la música en el contexto actual. “La música puede servir como encuentro con otros, como traducción emocional de lo que no sabemos cómo verbalizar, como un pasaje a la calma y a la reflexión, como disparador de la acción, como fondo para acallar el ruido ambiente y concentrarse, o como banda sonora que da sentido a lo que está pasando, sean triunfos sonoros o fracasos estrepitosos”, afirmó Luis Felipe Saavedra.

“La música es la banda sonora de la vida. Y en este caso es la historia no oficial de una protesta que no sabemos cómo se va a escribir o contar. Entonces, desde la música se puede construir un relato muy fidedigno de las calles. Y eso me parece interesante, porque en los libros de historia en general no se usan mucho esas referencias”, agregó Susana Díaz.

“La música ha tenido siempre el valor de ser un retrato de la historia y una fuente para conocer esa historia (…). Ojalá tuviéramos un libro sobre las músicas que había en la época del Frente Popular, por ejemplo, pero no lo tenemos”, expresó Araucaria Rojas.

Un libro colectivo y gratuito

El libro reúne a exponentes que pertenecen a distintas áreas y cada capítulo trata de escenas musicales distintas. Por ejemplo, Rojas escribió sobre las mujeres en la cueca en Santiago desde 1998 a 2019. “Mi texto está vinculado a una historicidad de la mujer en la cueca, que viene de las mujeres de chingana desde el siglo XIX y habla de la industria fonográfica del siglo pasado o se enlaza con la ‘Cueca sola’ y llega hasta hoy. Esa historicidad permite, por ejemplo, estudiar también las matanzas obreras, los levantamientos y las masacres y ver que los policías y los militares han salido a matar gente desde el siglo XIX hasta hoy”, explicó la historiadora.

El libro logra ser homogéneo y se complementa gracias a la dimensión multidisciplinaria de sus autores.

“La escritura no es mi habilidad primaria, sino lo audiovisual, el registro, el montaje, idear otro tipo de narración. Que participen músicos, periodistas, una historiadora, abre la mirada. Los narradores se abren a un espacio mucho más infinito que cerrado, porque son diferentes las sensibilidades de un músico, un historiador o un cineasta. Aunque tengamos cosas en común en el modo en que asimilamos lo que acontece, lo narramos de formas distintas”, afirmó Díaz.

El libro, además de ser colectivo, se publicó en la página web de la Editorial Cuaderno y Pauta, donde está disponible para descargarlo gratuitamente. David Ponce comentó que en una primera instancia fue una razón práctica “para hacerlo circular de la manera más fácil y directa, y por una razón política también. Bastante de lo que hemos escrito en estos artículos, se refiere a gente que produce y difunde música en modos contrarios a la lógica capitalista basada en cobrar por todo, y era bueno oponernos también a esa lógica. El actual Presidente dijo en 2011 que ‘nada es gratis en esta vida’ y hablando de educación nada menos. Siempre va a ser sano llevar la contra a una frase así, aunque sea con el gesto puntual de publicar gratis un libro para bajar de internet”.

Rojas agregó al respecto: “Me parece que así tienen que ser todos los libros, que tienen que piratearse. Incluso podría ser más libertario aún, que las ideas no tienen autor, pero en ese sentido soy medio conservadora y prefiero guardar la autoría de la idea, guardar la fuente”.

“Me parece que un libro descargable y gratis es una de las mejores propuestas que se pueden plantear, porque en el caso de estos textos es importante que se lean en estos momentos. Todo es difícil de prever en el presente, porque todo está pasando, pero es importante ir construyendo la historia desde el ahora, con lo que pasó y lo que sigue pasando”, sentenció Díaz.

Respecto a si van a publicar el libro en papel,  Ponce dijo que “más adelante sería bueno hacer una versión en papel, y es posible que haya que pagar esos gastos de impresión y, por lo tanto, cobrar algún precio de venta. Pero ahora es un libro digital y lo coherente es que esté para descarga libre, para que lo lean y lo usen quienes quieran o se interesen”.

Descarga el libro en este link.

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